La plaza de Chueca estalla al grito de “Botella dimisión” en el pregón del Orgullo de Madrid

La emblemática plaza madrileña se ha llenado hasta los topes para asistir al pregón que marca el inicio del Orgullo 2014. Esperanza Montero y Boti García Rodrigo, presidentas del colectivo madrileño COGAM y de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), han protagonizado las intervenciones más reivindicativas. Al final del acto, y de forma totalmente espontánea, los varios centenares de asistentes se han unido en una única voz para pedir la dimisión de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Aunque el gobierno municipal, finalmente, ha permitido la utilización de megafonía (sin actuaciones musicales y con la condición de no superar los 55 decibelios), la sensación de los colectivos LGTB es que el equipo de Botella “trata de callar nuestra voz”.

El polifacético Boris Izaguirre ha sido el primero en tomar la palabra en el escenario de Chueca. Además de dar una calurosa bienvenida a todos los asistentes, que abarrotaban la plaza, ha sido el encargado de presentar a las dos pregoneras, las eurovisivas Ruth Lorenzo y Conchita Wurst. Lorenzo, representante española en el festival de la canción (que obtuvo un meritorio décimo puesto), ha dicho que “la causa de este año es alzar la voz por aquellos que no pueden porque son más de 80 países en el mundo los que condenan la homosexualidad”.

La cantante española aseguraba que “lo que más admiro de vuestro propósito y de vuestra lucha es que salís a la calle no con odio, sino alzando banderas con los colores de un arcoíris que sale después de una gran tormenta”. También ha expresado que, aunque “yo soy una mujer heterosexual, os llevo debajo de la piel”. A continuación le ha llegado el turno a Conchita Wurst, flamante ganadora de  Eurovisión 2014, que ha sido recibida con una sonora ovación (incluso se han visto pancartas de apoyo y afecto hacia la artista austríaca en algunos balcones de la plaza). Wurst abría su intervención diciendo que “hace unas semanas no solo yo gané Eurovisión, todos nosotros ganamos” y ha deseado “un feliz orgullo a todos”.

Por su parte, el secretario de AEGAL (Asociación de Empresarios y Profesionales para Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales de Madrid), Juan Carlos Alonso, ha aprovechado la ocasión para expresar su satisfacción, en nombre del colectivo LGTB, por la elección de Madrid como próxima organizadora del World Pride en 2017. Las presidentas de la FELGTB y COGAM han criticado la actitud persecutoria del gobierno municipal de Madrid, encabezado por Ana Botella, por las dificultades que está poniendo al desarrollo de las actividades del Orgullo. También han denunciado los recortes institucionales y la precarización de las políticas sociales y sanitarias que perjudican a las personas LGTB.

Boti García Rodrigo, presidenta de la FELGTB, ha hecho un juego de palabras, a raíz de la limitación de decibelios impuesta por el Ayuntamiento, que se resume en que “para nosotros la ‘d’ de decibelios es también la ‘d’ de una gran diversidad”. También se ha esforzado en animar a todos a que “participemos juntos en la manifestación del sábado”.

Esperanza Montero, presidenta de COGAM, ha hablado con dosmanzanas después de su intervención y ha manifestado que “nos pueden recortar en decibelios pero no vamos a admitir que nos recorten en igualdad, que es lo que están tratando de hacer”. Del mismo modo, ha exigido “una legislación específica que nos permita poder llevar a cabo el evento más grande de la ciudad de Madrid, probablemente uno de los eventos más grandes de España, pero en cualquier caso el mayor evento de reivindicación que tiene lugar en nuestro país todos los años”.

Montero ha denunciado la nula colaboración del Ayuntamiento de Madrid, ya que “solo nos ponen palos en las ruedas, generan problemas e imponen cambios de última hora” y ha concluido diciendo que “han intentado quitarnos la plaza de Chueca y, mira a tu alrededor, no lo han conseguido”.

A pesar de las cortapisas municipales, el acto del pregón ha finalizado con el ‘A quién le importa’ y, a continuación, la plaza ha elevado el grito unánime de “Botella dimisión”.