Nepal podría recriminalizar la homosexualidad
Malas noticias desde Nepal, considerado hasta ahora uno de los países más avanzados en el reconocimiento de los derechos LGTB en Asia, y que podría pasar de prometer el matrimonio igualitario a plantearse la modificación de su Código Penal para volver a criminalizar la homosexualidad.
El exdiputado Sunil Babu Pant, el primer político nepalí abiertamente gay, ha denunciado en un artículo la involución legal que estaría preparando el Gobierno de coalición entre los socialdemócratas de Congreso Nepalí (NC) y los marxistas-leninistas de UML. Según Pant, el Ejecutivo tendría previsto, a instancias del ministro de Justicia Narahari Acharya, reintroducir legislación represiva de las relaciones entre personas del mismo sexo, que podrían pasar a ser castigadas con tres años de prisión. También el sexo oral y anal entre heterosexuales sería ilegal, y se cambiaría además la definición de violación para que hiciera referencia exclusivamente a la cometida sobre una mujer.
El activista ha explicado a la página Gay Star News que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), un organismo generalmente favorable a los derechos LGTB, aportó fondos para los comités encargados de redactar la reforma legal sin controlar en qué sentido iba a ir dicha modificación. “Es irónico que el PNUD financiara los dos comités originales y dijeran que no tenían ni idea de lo que se iba a redactar”, opina Pant. “Al menos podrían haber estado más pendientes de si se estaba haciendo un mal uso de su ayuda”, añade. El exdiputado también reveló que un intento similar de reintroducir la penalización de la homosexualidad fue rechazado por el Parlamento nepalí en 2011.
Nepal, que desde hace años aspiraba a convertirse en el primer país de Asia en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo (junto con Vietnam en los últimos tiempos), había destacado hasta ahora en ese continente por sus políticas de respeto a los derechos LGTB. El país se encuentra pendiente de la aprobación de una nueva Constitución que, en aplicación de un fallo del Tribunal Supremo nepalí, debiera reconocer diversos derechos a las personas LGTB, entre ellos el matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo, las dificultades políticas hicieron imposible llegar a un acuerdo en la primera Asamblea Constituyente, dejando en suspenso la entrada en vigor del que debería haber sido un marco jurídico igualitario (en agosto de 2010, con motivo de la celebración del primer Orgullo LGTB del país, explicábamos con detalle el origen de la situación). Tras vencer en mayo de 2012 la última de las prórrogas, el Parlamento fue disuelto y en 2013 se celebraron elecciones para configurar la segunda Asamblea Constituyente.
A la espera de que el actual Gobierno revele públicamente sus planes, algunos datos sí son positivos. Por lo pronto, una de las demandas del Tribunal Supremo, dar la posibilidad de registrarse como un “tercer sexo” a las personas transgénero e intersexuales o a las que simplemente no se identifiquen como hombres o como mujeres, fue autorizada en mayo de 2012 y los documentos de identidad sin identificación de género para quienes así lo desearan empezaron a emitirse el pasado mes de enero. Una victoria en la que ha jugado un papel preponderante la organización Blue Diamond Society, fundada y presidida por Sunil Babu Pant quien denuncia, sin embargo, la exclusión social que siguen padeciendo estas personas.