Tras años de disputas, el horizonte del matrimonio igualitario en Australia parece por fin despejarse
El Parlamento de Australia podría por fin poner punto final al sinsentido que supone el que la mayor parte de la población apoye el matrimonio igualitario -así lo revelan las encuestas– pero su clase política se haya negado a aprobarlo hasta ahora. El gobernante Partido Liberal estaría dispuesto a que el asunto se vote de nuevo, tras el rechazo de septiembre de 2012, pero con una diferencia fundamental: los liberales concederían en esta ocasión libertad de voto a sus representantes.
El debate sobre la aprobación del matrimonio igualitario en Australia viene de lejos. Antes de las elecciones de septiembre de 2013 fueron los laboristas, entonces al frente del Gobierno, los que actuaron como freno. La que hasta junio de ese año había sido primera ministra, Julia Gillard, se oponía, y durante sus años de gobierno no dudó en maniobrar para impedir que los partidarios de la igualdad dentro del Partido Laborista -en teoría mayoritarios- trasladaran su criterio al Parlamento. Y ello pese a que en su congreso nacional de 2011 el partido lo incorporaba a su ideario. Ideario que Gillard se encargó de convertir en papel mojado al imponer que los legisladores laboristas tuvieran libertad de voto, política que hasta ahora el partido no ha modificado. Una libertad que el liberal Tony Abbott negó entonces a los suyos y que desembocó en el fracaso de la iniciativa.
La impopularidad de Gillard llevó a Kevin Rudd a arrebatarle el liderazgo del partido y el puesto de primer ministro. Ya por entonces Rudd se había convertido en defensor del matrimonio igualitario, pese a que su anterior etapa como primer ministro se caracterizó también por un rechazo frontal al mismo. Pero la sustitución de Gillard no fue suficiente para evitar la derrota laborista, y tras las elecciones Tony Abbott se convertía en primer ministro. Abbott es un católico conservador opuesto al matrimonio igualitario, pese a tener una hermana abiertamente lesbiana. Su victoria alejó las expectativas de aprobación a corto plazo, pese a que un número no determinado de diputados de su partido son partidarios del matrimonio igualitario, y de hecho el propio Abbott reconoció que en el futuro le resultaría complicado mantener la disciplina de voto en esta materia.
Pues bien, parece que ese futuro ya ha llegado. Medios australianos dan ya como prácticamente seguro que este otoño (primavera en Australia) el senador liberal demócrata David Leyonhjelm presentará un proyecto de matrimonio igualitario que los liberales podrían votar en conciencia. Leyonhjelm ya anunció hace menos de un mes sus intenciones, al considerar que «no hay lugar en Australia para ciudadanos de segunda clase» e hizo un llamamiento a los que llamó «verdaderos liberales» a dar su apoyo al proyecto. Eso sí, el senador insistió en que solo lo presentará cuando tenga la seguridad de que Abbott permitirá a los suyos votar en conciencia.
Voto en conciencia de los dos grandes partidos
En este momento no es posible asegurar un resultado, pero todo apunta a que si a los liberales se les permite votar en conciencia una parte significativa de ellos apoyará el matrimonio igualitario, más aún si la iniciativa proviene de un compañero de partido. Junto al voto de la que en buena lógica debería ser la mayoría de los laboristas (y de los Verdes, que tienen solo un voto en la Cámara de Representantes pero disponen de 10 escaños en un Senado de 76 miembros) debería bastar para inclinar la balanza.
Hay que tener además en cuenta que desde septiembre de 2012, última vez que se votó el tema, la coyuntura internacional ha cambiado mucho en países con los que Australia mantiene estrechos vínculos. Además de los avances experimentados en Estados Unidos, el matrimonio igualitario ha sido aprobado con un grandísimo consenso en la vecina Nueva Zelanda (que de hecho se ha convertido en destino preferente de las parejas australianas del mismo sexo) así como en Inglaterra y Gales y Escocia.
También hay que considerar que en Australia la vía de los estados, que los partidarios del matrimonio igualitario también han intentado, está definitivamente cerrada. El Territorio de la Capital Australiana (ACT), donde se ubica Canberra, la capital federal, aprobó de hecho en octubre una ley de matrimonio igualitario, pero fue inmediatamente recurrida ante el Tribunal Supremo, que le dio la razón al Gobierno federal en diciembre. El alto tribunal dejaba abierta eso sí la puerta a un posible cambio en la legislación matrimonial siempre que fuera a nivel federal.
Que bien hace una lectura de estas, saber que al menos en un lugar si nos aceptan y que podemos sentirnos como seres humanos. Australia, tierra prometida.
Piden perdón por “querer curar la homosexualidad»
Han tenido que pasar casi 40 años para que los líderes del grupo ultra religioso’se den cuenta’ de que la homosexualidad no es una enfermedad, y ahora piden perdón por el sufrimiento causado
(ELPLURAL.COM | 05/08/2014)
Los responsables de una organización que durante años han defendido terapias agresivas para ‘curar’ la homosexualidad, casi 40 años después de estar practicando ‘su medicina’, piden perdón y reconocen que sus tratamientos “no funcionan”. Se trata del grupo ultrareligioso Exodus, cuyos líderes reconocen ahora el “daño moral” que han causado a quienes veían como ‘enfermos’.
Los dirigentes de este grupo han enviado una carta abierta al National Centre for Lesbian Rights. En la misiva, que iba firmada por nueve líderes de Exodus, se reconoce que aseguran que hoy cuentan con más conocimientos que cuando se pusieron en marcha las denominadas ‘terapias de conversión’ que les llevaban a asegurar entonces que la homosexualidad era una enfermedad y que se podía ‘curar’.
http://www.elplural.com/2014/08/05/responsables-de-una-organizacion-ultra-religiosa-piden-perdon-por-querer-curar-la-homosexualidad/
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Oscar de Madrid