Israel extiende el «derecho de retorno» a los matrimonios entre personas del mismo sexo
El Gobierno de Israel ha decidido extender la concesión de la ciudadanía israelí a los dos miembros de una pareja casada con independencia del sexo de sus componentes y aunque uno de ellos no sea judío. La decisión, que afecta a una de las normas más emblemáticas del estado de Israel, supone un paso más en la progresiva equiparación de las parejas del mismo sexo en ese país.
El 12 de agosto el ministro del Interior de Israel, Gidon Sa’ar, comunicó la intención de aplicar también el conocido como «derecho de retorno» (que permite a las parejas casadas en las cuales al menos uno de los cónyuges sea judío emigrar a Israel e instalarse con el pasaporte israelí) a los matrimonios del mismo sexo. En palabras del ministro, «las puertas de Israel estarán desde hoy abiertas a cualquier judío y su familia, sin discriminación basada en su modo de vida».
En realidad, la versión original de la norma que extendía el «derecho al retorno» a los miembros no judíos de la pareja, de 1970, no se especificaba que el matrimonio tuviera que ser heterosexual. Evidentemente ello se debía más bien a que en aquella época, siendo Golda Meir primera ministra, el matrimonio solo se concebía en parejas heterosexuales.
Con esta modificación, se pone fin a una situación ambigua que había llevado a decisiones contradictorias. En 2011, por ejemplo, se concedió la ciudadanía a un estadounidense no judío casado con un israelí, pero pocas semanas después se la denegaba a un ciudadano uruguayo en un caso similar.
El matrimonio igualitario en Israel: una realidad compleja
La noticia se inscribe en los pasos progresivos que Israel ha ido dando hacia la igualdad de derechos de las parejas del mismo sexo desde que en 2006 cinco parejas gays israelíes casadas en Canadá solicitaran ver su matrimonio reconocido en su propio país. Finalmente el Tribunal Supremo les dio la razón y obligó a la administración a registrar sus matrimonios. Este reconocimiento se restringía sin embargo a los ciudadanos israelíes, mientras que ahora se amplía a los matrimonios del mismo sexo de judíos con no judíos a efectos de la emigración judía a Israel.
Con todo, la realidad LGTB en Israel, y en particular lo relativo al matrimonio igualitario, tiene características especiales. En Israel no existe propiamente matrimonio civil, aunque se reconocen los celebrados fuera. La mayoría de la población recurre al Rabinato para unirse según la ortodoxia judía (y también pueden celebrarse matrimonios religiosos cristianos, drusos o musulmanes). Solo desde 2010 existe la posibilidad de que dos ciudadanos del estado de Israel puedan contraer matrimonio no religioso en el propio país, pero para ello ninguno de los dos debe ser considerado judío según la Halajá (ley mosaica) ni estar registrado como perteneciente a una comunidad religiosa (solo una minoría de ciudadanos puede acogerse a esta posibilidad). En consecuencia, las parejas del mismo sexo (y muchas de distinto sexo que no desean contraer matrimonio religioso) se ven obligadas a marchar fuera del país para casarse y ver luego reconocida su unión.
No sé para qué lo extiende, si la pareja es un «árabe» o lo que sea es un ciudadano de segunda o tercera
¿ y para un árabe qué eres tú ?
La equiparación del reconocimiento de matrimonios del mismo y de distinto sexo es ahora total. Espero que se consiga pronto el matrimonio civil pleno para todos. Sería el primer país que aprueba el matrimonio civil a la vez para homos y heteros.
Que bien, ahora solo falta que extiendan el derecho al retorno a los palestinos y el conflicto de oriente medio quedará arreglado