Los reyes invitan a organizaciones LGTB a la recepción del 12 de octubre
Como ya hiciera en junio (poco después de la proclamación de Felipe de Borbón como nuevo rey) y en agosto (con motivo de la recepción a representantes de la sociedad balear en Palma de Mallorca), la Casa Real ha vuelto a incluir a organizaciones LGTB entre los invitados a un acto protocolario, en este caso la recepción en el Palacio Real con motivo del 12 de octubre, Fiesta Nacional de España. Una invitación que parece confirmar la normalidad con la que la actual jefatura del Estado contempla la realidad LGTB, que contrasta con la actitud rancia de los anteriores monarcas. Boti García Rodrigo, presidenta de la FELGTB, aprovechó por cierto el evento para abordar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Según ha expresado en un comunicado la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales, «la presencia en el acto, que supone una oportunidad de visibilidad y reconocimiento a la labor de la FELGTB, fue aprovechada por su presidenta para llegar al presidente del Gobierno y trasladarle la urgente necesidad de que se atiendan las necesidades de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales en el camino a la igualdad real». Boti García Rodrigo reiteró a Rajoy que «o bien él como presidente o bien la vicepresidenta, a la que la FELGTB ha mandado dos cartas sin respuesta», deben recibir a la FELGTB para abordar las tareas pendientes en la lucha contra la LGTBfobia.
“He traslado al presidente del Gobierno que la importante visibilidad que supone mi asistencia a una recepción oficial de la Casa Real es insuficiente si no viene acompañada de medidas concretas de trabajo por parte del Gobierno, que es quien debe abordar la lucha contra la discriminación por motivo de orientación sexual o identidad de género”, ha declarado Boti.
También la confederación COLEGAS fue invitada al evento. “Es muy satisfactorio que la comunidad LGBT y sus derechos empiecen a ser parte de la agenda diaria de los nuevos reyes, ya que nuestras principales reivindicaciones habían sido ignoradas hasta ahora por la Monarquía, y nunca habían realizado un acercamiento directo o hecho declaraciones sobre nuestros temas y problemas”, expresaba su presidente, Paco Ramírez. «Desde COLEGAS esperamos que esto sólo sea el inicio de un compromiso más serio por parte de la Monarquía hacia el respeto y reconocimiento de la diversidad sexual de España, conocido a nivel internacional como uno de los más avanzados socialmente», añadía Ramírez, según el cual «la comunidad LGBT necesita de los nuevos reyes un mayor compromiso, y un gesto o guiño directo hacia nuestras preocupaciones».
Marcando distancias con sus antecesores
Todo apunta a que detrás de esta mayor sensibilidad de los nuevos reyes se encuentra Letizia Ortiz, de la que ya como princesa se conocían alusiones positivas a la realidad LGTB. En diciembre del año pasado aprovechó un discurso para hacer una mención a La vida de Adèle, película de temática lésbica, y en 2011, durante una visita a Chile, mantuvo una conversación con el escritor Pablo Simonetti en la que comentó que en España el matrimonio era “para todos” y que se trataba de algo ya “arraigado”. Palabras que generaron polémica en círculos conservadores y llevaron a la Casa Real a emitir un comunicado que afirmaba que Letizia Ortiz se había limitado a “exponer la legislación vigente en esta materia en España”.
Nada que ver con las declaraciones de su suegra, la reina Sofía, que en un vergonzoso alarde de homofobia manifestaba hace años, entrevistada por Pilar Urbano, su posición contraria al matrimonio entre personas del mismo sexo y a la celebración del Orgullo LGTB (dato curioso si se tiene en cuenta que su propio padre, Pablo I de Grecia, mantuvo relaciones homosexuales en su juventud).