Histórica salida del armario de Edgars Rinkēvičs, ministro de Asuntos Exteriores de Letonia
El ministro de Asuntos Exteriores de Letonia, Edgars Rinkēvičs, ha salido del armario como gay a través de su cuenta de Twitter. El mensaje llegaba después de que defendiera, a través del mismo medio, el reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo en su país. Se trataría del primer cargo público de su nivel en salir del armario en el conjunto del antiguo bloque soviético.
El pasado jueves 6 de noviembre, el ministro letón de Asuntos Exteriores, Edgars Rinkēvičs, dejaba el siguiente mensaje, originalmente en inglés, en su cuenta de Twitter: “Anuncio con orgullo que soy gay… Buena suerte a todos”. El texto dejaba completamente claro para la comunidad internacional lo que ya había expresado anteriormente en letón: “Nuestro país va a crear un marco jurídico para todos los tipos de relaciones, voy a luchar por ello, sé que va a provocar inmediatamente un montón de histeria, pero estoy #Orgullosodesergay”.
Rinkēvičs hacía referencia al proyecto de ley de reconocimiento de derechos a las parejas no casadas, que incluiría a las del mismo sexo. Dicho proyecto fue anunciado por el ministro de Justicia tras el Orgullo Báltico celebrado en Riga, la capital letona, en junio de 2012, causando gran controversia. Otros miembros del gobierno, como el ministro de Defensa Artis Pabriks, mostraban su apoyo a la medida, aunque la oficina del Ombusdman (defensor del pueblo) había recomendado en el mes de enero que el parlamento no reconociera este tipo de uniones legalmente.
En diciembre de 2005 se introdujo una enmienda a la Constitución de Letonia para definir el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, y así impedir a las parejas del mismo sexo el acceso a esta institución. Quienes se muestran contrarios al proyecto de ley de reconocimiento de otro tipo de uniones consideran que se trata de un subterfugio para violar lo que la Constitución prohíbe taxativamente.
Esta actitud es la que el ministro Rinkēvičs califica de “montón de histeria” y contra la que se ha comprometido a luchar. Este tipo de grupos homófobos ya intentaron en 2006 aprobar, sin éxito, una ley contra la “propaganda homosexual” como la vigente en Rusia desde el pasado año. Por ello, Kaspars Zalitis, representante de la asociación letona de defensa de los derechos LGTB Mozaika, aplaudía con emoción la decisión del ministro de Exteriores: “creo que es algo totalmente sorprendente. El ministro acaba de demostrar que el cambio es posible y me siento muy orgulloso de él y de mi país».
Shawn Gaylord, representante de la organización Human Rights First, emitía el siguiente comunidado: «el tuit de Rinkēvičs no solo es un importante paso adelante en su propio viaje personal, sino también un fuerte estímulo para los defensores de los derechos humanos y la comunidad LGTB de Letonia, que se han enfrentado a la discriminación y a los intentos de los legisladores de aprobar leyes que atentan contra sus derechos humanos básicos. Instamos al gobierno de los Estados Unidos y a la comunidad internacional a trabajar juntos para proteger a Rinkēvičs y a los demás miembros de la comunidad LGTB de Letonia de la persecución y la discriminación, y a presionar al gobierno de Letonia para evitar la aprobación de leyes y políticas discriminatorias«.
Esto tiene un valor interesante, porque Rusia se ha tomado el tema de la opresión a los LGBT como una manera de diferenciarse del occidente liberal. Es un símbolo, una antorcha con la que mostrar su política en temas como Ucrania y demás. Si como algunos dicen Rusia comienza a hostigar a los países bálticos, entonces esto tiene un valor político alto. Los que critican la posición americana y europea en el tema ucraniano deberían pensar qué harían los rusos si su postura se impusiera en nuestros países. Cualquier día darán un golpe en la mesa y obligarán a sus lacayos de América Latina -Cuba, Venezuela, etc- a adoptar leyes contra la «propaganda homosexual».
Al tiempo.
Los partidos letones que intentaron aprobar una ley anti-gay son anti-rusos. Tan anti-rusos como el partido que acaba de ganar en Ucrania. Irónicamente el partido mal llamado pro-ruso (representar a los rusoparlantes de Letonia no significa ser pro-Putin), que siempre queda excluido del gobierno nacional hasta el punto de formarse coalición entre izquierdistas y ultranacionalistas letones para dejarles fuera, pertenece al partido de los socialistas europeos. Aunque no es pro-LGBT.
Lo de Letonia es un apertheid en pleno siglo XXI en la modernísima UE. Muchos rusoparlantes de Letonia no son ciudadanos y no tienen ningún derecho político por el hecho de ser descendientes de rusos llegados durante la era soviética y por no hablar correctamente letón. Eso es como si en el Tirol del Sur (un botín de la 1ª guerra mundial) se negara los derechos a los italoparlantes por descender de gente que llegó durante el fascismo y por no hablar alemán. Impensable, verdad?
#2 Tengo entendido que lo mismo sucede en Estonia. Aunque tiene una menor población étnica rusa y por lo mismo es un poco más tolerante con la homosexualidad. Lo cierto es que Estonia y Letonia tienen vínculos culturales con los países nórdicos y por lo mismo es decepcionante que sean tan homófobos.
#2 Xavi, que se vuelvan a su país.
En estos tiempos las colonizaciones no son tolerables. Y esos rusos que viven en países del Este son colonos que al parecer no se han enterado de que la URSS se desintegró y lo que deberían hacer es volver a su país.
Por otro lado, a los países del Este se les dejó entrar demasiado pronto. Están al mismo nivel que Turquía en muchos aspectos y éste es uno de ellos.