Andorra equipara las uniones civiles entre personas del mismo sexo a los matrimonios
El Consell General (parlamento unicameral del Principado de Andorra) aprobó en la tarde de este jueves, con los votos de Demòcrates per Andorra, la formación mayoritaria, la ley que equipara los derechos de las uniones civiles entre personas del mismo sexo con los de los matrimonios, incluyendo la adopción de hijos. La ley, que en otro lugar o momento histórico podría considerarse avanzada, supone la persistencia de una discriminación jurídica en algunas materias, según han denunciado los colectivos LGTB, y en cualquier caso consagra la existencia de dos instituciones distintas en función del sexo de los contrayentes. Menos que antes, pero Andorra seguirá siendo un país en el que la discriminación de las parejas del mismo sexo seguirá siendo una realidad.
Lo comentábamos en mayo: Demòcrates per Andorra, la confluencia de fuerzas de centro-derecha que dispone de la mayoría absoluta en el Consell General, rechazaba la propuesta de la oposición socialdemócrata de aprobar el matrimonio igualitario por considerar que este tipo de cambios legislativos deben hacerse «de manera progresiva». Andorra, recordemos, ya había aprobado en 2005 una ley de parejas de hecho abierta a las parejas del mismo sexo que les concedía parte de los derechos de los que gozaban las parejas casadas. Los demócratas andorranos se inclinaban por aprobar una ley que equiparase los derechos pero que denominase «unión civil» y no matrimonio a la institución jurídica que regula la unión entre personas del mismo sexo. El proyecto de matrimonio igualitario rechazado entonces era el resultado de un proceso iniciado un año antes, cuando cuatro juristas del Principado se propusieron sensibilizar a las instituciones políticas andorranas ante una realidad que la sociedad del pequeño país pirenaico parece aceptar con naturalidad. Ya en enero de 2013, de hecho, el Tribunal Superior de Justicia de Andorra había señalado ya el camino al reconocer el derecho a percibir pensión de viudedad al cónyuge viudo de una pareja del mismo sexo que se había casado en España.
La solución finalmente adoptada puede considerarse «intermedia». De hecho, es la ley de matrimonio la que se modifica, para, a continuación del artículo 1.1 («el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio entre ellos y fundar una familia de acuerdo con las disposiciones de esta ley») añadir el 1.2, «dos personas del mismo sexo tienen también derecho a casarse, mediante la formalización de una unión civil entre ellos, con los mismos efectos que el matrimonio, y a fundar una familia de acuerdo con las disposiciones de esta ley». El artículo 1.5 también reconoce expresamente el derecho de las uniones civiles a acogerse a la ley de adopción. En definitiva, la ley mejora el marco jurídico anterior y concede a las personas unidas civilmente el estado civil de «casadas». Sin embargo, según han denunciado colectivos como Gaymz, no sería del todo cierto que la equiparación sea absoluta, ya que leyes como la de sucesiones o como la que permite el reagrupamiento familiar en suelo andorrano hablan específicamente de «matrimonios» y por tanto dejaría fuera a las uniones civiles.
La modificación legal ha contado con el voto favorable de Demòcrates per Andorra, la abstención del Partit Socialdemócrata d’Andorra (PS) y el voto contrario del actual grupo mixto, integrado por tres diputados cercanos a Socialdemocràcia i Progrés d’Andorra (SDP), una formación que se ha desvinculado del grupo común que antes formaba con el PS. Ambos grupos, sin embargo, coinciden en considerar que debe aprobarse una verdadera ley de matrimonio igualitario que acabe con toda discriminación.
Habrá que ver cuales son los próximos pasos, pero ya antes del verano los partidarios del matrimonio igualitario en el Principado anunciaban que se aprobaba finalmente una ley que negase a las parejas del mismo sexo la posibilidad de contraer matrimonio con ese nombre presentarían un recurso de inconstitucionalidad por discriminatoria. Desde la vecina España, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) anunciaba ya ayer que se ponía al servicio de los colectivos LGTB andorranos para ayudarles en lo que fuera necesario.
¿Hay, además de el Vaticano, algún otro ejemplo de país en el mundo copresidido por un obispo católico? Si no es así, quizá los andorranos deban plantearse una nueva modificación de su legislación: eliminar la figura de los copríncipes y tener un verdadero jefe de estado propio. Creo yo, vaya…
Esta noticia evidencia que hay un disenso entre lo que sostiene la Iglesia y las capacidades democráticas de Andorra. Si el Papa no obliga al obispo de La Seo de Urgel a dimitir de su posición de copríncipe, deberían ser los propios andorranos quienes tomaran la decisión de echarlo. No se puede estar a la sopa y a las tajadas, en misa y repicando. No se puede nadar y guardar la ropa…
http://www.cascaraamarga.es/politica-lgtb/lgtb-internacional/10186-finlandia-legaliza-el-matrimonio-igualitario.html
Y mi casa estalla en gritos!
¡¡Enhorabuena Andorra!!
¡¡Enhorabuena Finlandia!!
En breve publicaremos una entrada específica sobre Finlandia!