Activistas denuncian un repunte de la violencia homófoba en la India un año después de la recriminalización de la homosexualidad
Las agresiones homófobas, lejos de reducirse, han aumentado durante 2014 en India, tras la decisión de su Corte Suprema de revocar la despenalización de las relaciones homosexuales decretada por el Alto Tribunal de Delhi en 2009. Esta es la conclusión a la que ha llegado más de 500 activistas LGTB reunidos la semana pasada en Nueva Delhi para analizar la situación del colectivo en el gigante asiático.
Hace ahora un año quedaba reinstaurada la sección 377 del Código Penal de la India, que castiga las relaciones sexuales “contra natura”. Dicha sección había sido derogada por el Alto Tribunal de Delhi en 2009, al considerar que penalizar actos sexuales consentidos entre adultos violaba derechos fundamentales reconocidos por la Constitución. Sin embargo, en diciembre de 2013 esta decisión fue revocada por la Corte Suprema, que estimó que el Alto Tribunal se había extralimitado en sus funciones, pues la derogación de la sección 377 sería una competencia del poder legislativo. Por consiguiente, las relaciones homosexuales actualmente son penadas en la India con hasta 10 años de prisión por ser consideradas un acto “contra natura”.
En enero de 2014, la Corte Suprema rechazó la petición del Gobierno indio y de varios grupos de defensa de los derechos humanos de reconsiderar su resolución. La última instancia posible ante el alto tribunal era la presentación de una curative petition, un recurso especial para que la decisión sea revisada por un panel de cinco jueces de la Corte, y que finalmente fue interpuesta el pasado mes de abril por el prestigioso abogado Anand Grover representando a diversas organizaciones de defensa de los derechos LGTB.
Coincidiendo con el triste primer aniversario de este hecho, la organización India HIV/AIDS Alliance convocó una audiencia pública para discutir las consecuencias de la sentencia en la sociedad india. Al encuentro acudieron tanto activistas LGTB como representantes del Gobierno y de organizaciones internacionales, así como de la sociedad civil y los medios de comunicación. Varios de los participantes relataron la violencia y la persecución de las que han sido víctimas.
Por ejemplo, un mes antes del fallo de la Corte Suprema en 2013, trece hombres fueron arrestados durante las celebraciones de Diwali, una festividad hindú, acusados de mantener relaciones “contra natura”. “Nuestra identidad se hizo pública y a consecuencia de ello hemos caído en el ostracismo social, hemos sido ridiculizados por nuestra familia, acosados por vecinos y despedidos de nuestros trabajos”, relató uno de los asistentes. Y a principios de noviembre de este año informábamos de la detención de un hombre, por el mismo motivo, tras ser denunciado por su esposa.
El expresidente de la Corte Suprema y actual director de la Comisión de Derechos Humanos de la India, K. G. Balakrishnan, defendió que los “derechos humanos de la comunidad LGTB necesitan protección” y se opuso a su criminalización. Las asociaciones de lucha contra el VIH/sida lamentaron el perjuicio que supone la “la violencia, el estigma y la discriminación” para las campañas de prevención contra la enfermedad. En el foro intervino también Sushant Divgikar, elegido Mister Gay India 2014 y rostro conocido de la televisión tras su participación en la edición local de Gran Hermano, quien se mostró “profundamente consternado” por las “injusticias a las que hacen frente a diario mis hermanos y hermanas LGTB”. Divgikar hizo un llamamiento contra la homofobia y la transfobia internalizadas y a “transformar nuestro miedo en el valor de celebrar lo que somos”.
La derogación definitiva de la sección 377, por otra parte, fue la principal reivindicación del Orgullo de Nueva Delhi, que tuvo lugar el pasado domingo 30 de noviembre. Cientos de personas participaron en una colorida manifestación por las calles de la capital india en la séptima edición de esta jornada reivindicativa.