Klaus Wowereit, el alcalde abiertamente gay de Berlín, queda finalmente como uno de los vicepresidentes del Partido Socialdemócrata
Klaus Wowereit, alcalde de Berlín y abiertamente gay, será finalmente uno de los cuatro vicepresidentes del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), si el próximo congreso del partido ratifica la decisión de su comité ejecutivo que finalmente ha decidido proponer a Sigmar Gabriel, hasta ahora ministro de Medio Ambiente, como nuevo líder. Andrea Nahles será la secretaria general.
Según la versión oficial, el propio Wowereit se habría autodescartado como aspirante a presidente debido a su voluntad de presentarse en 2011 a la reelección al frente de la alcaldía de la capital alemana. Wowereit pertenece al ala más izquierdista del partido, al igual que la secretaria general, Andrea Nahles, con menos reticencias a la hora de llegar a acuerdos postelectorales con Die Linke (La Izquierda, partido formado por los antiguos comunistas y disidentes del propio SPD), formación con la que los socialdemócratas se había negado tradicionalmente a pactar tanto a nivel federal como en el territorio de la antigua Alemania Occidental.
Ninguno de los nuevos líderes del SPD fue votado por unanimidad de su comité ejecutivo. Gabriel recibió 28 de los 36 votos, Nahles recibió 24 y Wowereit sólo 22. Todo indica que la dirección socialdemócrata sigue reticente a un cambio de estrategia después de 11 años en el Gobierno, años que incluyen tanto la etapa Schröder, durante la cual se llevaron a cabo medidas de liberalización y desmantelamiento parcial del potente estado del bienestar alemán, como los cuatro años de colaboración con los cristianodemócratas de Angela Merkel. Una serie de políticas que muchos votantes del SPD nunca comprendieron.
Gabriel, el probable nuevo líder socialdemócrata, aunque más orientado hacia el centro que Nahles o Wovereit, ha anunciado que sí está dispuesto a llegar a acuerdos con Die Linke cara al año 2013, aunque siempre que haya concordancias en el programa. Mientras tanto, será la alianza entre cristianodemócratas y liberales (estos últimos con el también abiertamente gay Guido Westerwelle al frente) la que gobernará Alemania, sin que se prevea ningún cambio significativo por lo que a las políticas LGTB se refiere.