Nuevo mazazo discriminatorio en Rusia: las personas transexuales no podrán obtener el permiso de conducir
En un nuevo -y disparatado- atentado contra el colectivo LGTB, las autoridades rusas han incluido a las personas transexuales entre aquellas que no podrán obtener una licencia de conducir, al clasificarlas entre quienes sufren “trastornos mentales”. La medida ha sido duramente criticada por las asociaciones de defensa de los derechos humanos, que la califican de discriminatoria, y por la Asociación Psiquiátrica Rusa.
La intención de la administración rusa es reducir el número de accidentes de tráfico, que estima excesivo. Para ello ha decidido prohibir la obtención del permiso de conducir a aquellas personas que sufran “trastornos mentales o de personalidad”. Incomprensiblemente, han incluido entre ellas a las personas transexuales, que se enfrentan a una nueva discriminación, así como a la consideración oficial de su identidad de género como “trastorno o desorden mental”.
En la normativa, las personas transexuales son integradas en un grupo que incluye a fetichistas, exhibicionistas, voyeurs, jugadores compulsivos y cleptómanos. No se ha aclarado ni fundamentado qué incidencia puede tener la identidad de género en la capacidad para la conducción de vehículos.
La Asociación Psiquiátrica Rusa ha criticado la medida, por considerar que disuadirá a aquellos que necesiten ayuda psicológica de acudir a los especialistas oportunos, por temor a perder su licencia de conducir. Temen, por ejemplo, que una persona transexual no acuda a consulta cuando necesite la atención de un especialista por un episodio depresivo. Mikhail Strakhov, un experto ruso en psiquiatría, considera que la definición de «trastornos de personalidad» es demasiado vaga, y que algunos trastornos no afectan a la capacidad de una persona para conducir de forma segura.
La Asociación de Abogados de Rusia por los Derechos Humanos ha calificado la normativa de “discriminatoria”, y ha comunicado su propósito de acudir a la Corte Constitucional rusa para que sea revisada. También ha solicitado el apoyo de las asociaciones internacionales de defensa de los derechos humanos.
Para Shawn Gaylord, de la asociación Human Rights First, «la prohibición de conducir a las personas en función de su identidad o expresión de género es ridícula y un ejemplo más del desmantelamiento metódico del régimen ruso de los derechos humanos básicos de sus ciudadanos«. Jean Freedberg, subdirectora de Human Rights Campaign Global, afirma con contundencia que «la restricción en la obtención del permiso de conducir a las personas transexuales no es más que otro ejemplo del incremento de la campaña de persecución y discriminación contra la población LGTB por parte del gobierno ruso».
La medida, sin embargo, ha contado con el apoyo de la Unión de Conductores Profesionales, cuyo portavoz estima que “el endurecimiento de los requisitos médicos para los solicitantes [de permisos de conducir] está totalmente justificado”.