Lucas Platero (sociólogo): «Es fácil ser una oveja negra cuando sólo hay una voz protagonista»
Activista, sociólogo y escritor, acaba de publicar Trans*exualidades: acompañamiento, factores de salud y recursos educativos. Dice ser cabezota, algo que no le va bien «cuando me empeño en cosas que no tienen sentido», y se confiesa un gran fan de Ana Belén Rivero y su libro sobre sexualidad femenina Somos pobres en euros pero ricos en pelos del coño. Si mañana le tocase la Lotería, se iría «de vacaciones a un sitio donde hiciera calor».
Su activismo comenzó en los años noventa, con el colectivo de feministas lesbianas de Madrid CFLM ¿Qué le enseñaron?
Mi primer día en el CLFM consistió en pintar una pancarta para una mani y echar una mano en la organización. Eso da buena cuenta de la importancia que ha tenido la visibilidad lésbica, el activismo en la calle y la lucha colectiva para el feminismo lesbiano. En este colectivo, siempre se respiró un respeto inmenso por las personas que se acercaban al mismo, fueran quienes fueran. También era muy importante el consenso como herramienta de trabajo colectivo. Recuerdo que ya entonces señalábamos que la sexualidad era una cuestión política. Todos estos aprendizajes me acompañan a día de hoy, aunque no estemos en las necesidades que teníamos a principios de los años noventa.
Y usted, ¿qué le enseña a sus alumnos?
Enseño a personas jóvenes adultas sobre cuestiones varias relacionadas con la intervención social y la educación infantil. En todas las clases, no sólo las mías, surgen oportunidades para hablar de los problemas que nos importan, ya sea el amor, la discriminación, otras formas de familia, las personas que no encajan en las normas, las expectativas que otros proyectan en nosotros, etc. Y tengo la posibilidad de no esquivar estas inquietudes y abordarlas en el aula, incluyéndolas en la tarea docente. Esto, sin duda, mejora la experiencia de aprendizaje y la relación educativa que se establece. Tengo estudiantes que me escriben al cabo de los años, y me recuerdan que estas cosas sí cambiaron sus vidas.
¿Cuál es la pregunta sobre la transexualidad más surrealista a la que ha tenido que dar respuesta?
Creo que a todas las personas trans nos molestan las preguntas estúpidas. No es que las personas no tengan derecho a preguntar, es que a veces hay gente que no escucha lo que está preguntando. He visto cómo a mi amiga Juana le decían cosas como: si eres una mujer transexual a quien le gustan las mujeres, ¿para qué seguir una trayectoria de vida trans, si total, te van a gustar las chicas? También están las preguntas de si te hormonas, si te operas, y cosas así que plantea una visión muy particular de la experiencia trans, que no es compartida por todas las personas trans. O simplemente, no siempre te apetece hablar con un completo desconocido de cosas íntimas. En Trans*exualidades, la dibujante Isa Vázquez ha convertido estas preguntas estúpidas en viñetas, que creo que van a hacer reír y pensar a muchas personas.
¿Qué mal endémico le preocupa más, la corrupción o la LGTBfobia?
Ahora mismo tenemos muchos problemas, no sé si endémicos, pero muy importantes. Uno muy claro es la represión que estamos viviendo a través de los recortes y la falta de oportunidades. También la represión que se avecina, gracias a la Ley mordaza, que va a tener un impacto muy claro en los movimientos sociales y la capacidad de movilización. A quien cree que los recortes no le afectan porque tiene poder adquisitivo, le diría que los recortes son ideológicos, y están dirigidos a las libertades, incluidas las sexuales y reproductivas, de las personas. Están diseñados para replantear los roles sociales de mujeres y hombres en una dirección muy conservadora; para generar mayores brechas entre quienes producen y quienes consumen, de quienes toman las decisiones y quienes han de obedecer. Esto es importante para las personas que somos minorías de la sociedad.
¿La ‘medallitis’ política es un rasgo más de la Marca España?
Las luchas puede que tengan líderes, pero siempre aluden a procesos largos y que tienen un protagonismo muy repartido entre muchas personas anónimas que les dan contenido y peso. Pensar que una persona sola consigue cosas como una ley, o un cambio social, es muy atrevido. En este sentido, creo que el movimiento feminista y el LGTB han tenido un peso fundamental a la hora de luchar por los derechos sexuales, son responsables de las libertades que tenemos, y que estamos en riesgo de perder ahora mismo.
“Las personas ya no tenemos valor, si no es para pagar impuestos, consumir y que se nos use partidistamente”. ¿A qué partido político se le ve más el plumero?
No sé si es una carrera por ver quién es el peor. Ahora mismo, el PP es el mejor embajador de las políticas de la izquierda. Cada vez que Cospedal habla de un despido en diferido o de la corrupción, hasta la gente del PP se ruboriza.
Dice que ‘democracia’ es una palabra vacía en España. ¿Se está dejando coleta?
Pienso que no vivimos en un Estado democrático. La democracia es un horizonte del que nos estamos alejando en la actualidad. Creo que toca repolitizarse y pensarse muy seriamente cómo queremos vivir. Me guste o no, Podemos ha traído ilusión a la política de una manera que ningún otro partido ha sido capaz. Esta ilusión que tiene la gente dice mucho de las ganas de cambiar la vida actual que tiene una parte muy importante de nuestra sociedad. Y en este sentido, el movimiento LGTB y el feminista han sido motores clave para ser capaz de imaginarse un futuro bien distinto al que se nos ha planteado. Hay que ser muy visionario para plantear que la transexualidad no es una enfermedad, o que todas las personas han de tener acceso a la sanidad, o formar las familias que nos apetezcan. Sin esa capacidad de ir más allá de los límites del presente, no habría cambios sociales.
Oiga, ¿en el activismo LGTB también hay casta?
Es curioso lo rápido que se ha extendido este término de casta, en todos los ámbitos de la vida. ¿No será que la gente está cansada de que todo sea igual siempre? ¿De la falta de oportunidades? ¿De tener que tener enchufe en todo? El hecho mismo de que me plantees esta pregunta es que concibes que sea posible que exista. No creo que el movimiento LGTB sea diferente a otros movimientos o de otros ámbitos de la sociedad en este sentido.
“Decir lo que opinas se ha convertido en algo molesto para las voces oficiales del movimiento LGTB”. ¿Se ha convertido usted en la ovejita negra de la familia?
Los movimientos sociales más inteligentes son los que son capaces de integrar la diversidad y la divergencia, porque generan nuevas ideas y posibilidades de reconocimiento. Nos tenemos que acostumbrar a la posibilidad de debatir sobre cuestiones que pueden ser incómodas. Es muy fácil ser una oveja negra cuando sólo hay una voz protagonista. Hay tantas ovejas negras, que la singularidad desaparece. Quizás es que el lugar de la disidencia o de la divergencia es necesario.
¿Le entusiasma el Papa Francisco?
La iglesia puede tener un nuevo líder, pero para mi sigue representando la represión y el castigo. Nuestra historia reciente nos demuestra que no son una institución de la que te puedas fiar. A los hechos me remito, desde la pederastia al robo de niños, tratar a las mujeres y las personas LGTB como personas de segunda clase….
Entonces, ¿comparte aquello que decía Buñuel de “Gracias a Dios, todavía soy ateo”?
¡Sin duda!