Un juez federal dictamina a favor del matrimonio igualitario en Nebraska
El juez federal Joseph F. Bataillon ha dictaminado este 2 de marzo que la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo recogida en las leyes de Nebraska viola la Constitución de los Estados Unidos. También ha emitido una orden dirigida a todos los funcionaros del estado implicados para que apliquen su sentencia, estableciendo como efectos de la misma el próximo día 9 de marzo. La Fiscalía de Nebraska ya ha iniciado el proceso de presentación del correspondiente recurso ante la Corte de Apelaciones del 8º Circuito. Es muy posible que esta Corte de Apelaciones, que aún no ha fallado respecto al matrimonio igualitario, dictamine la suspensión cautelar de la sentencia, como ha ocurrido en los casos de Misuri, Arkansas y Dakota del Sur.
Joseph F. Bataillon ya había dictaminado en 2005 a favor del matrimonio igualitario en Nebraska. En aquella ocasión se dilucidaba la constitucionalidad del proceso legal por el que se había enmendado la Constitución del estado para definir el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, e impedir así el reconocimiento de los enlaces de las parejas del mismo sexo. El juez Bataillon estimó que esa enmienda violaba la 14ª Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, sin embargo, en 2006 la Corte de Apelaciones del 8º Circuito revocó su sentencia, permitiendo que la legislación discriminatoria siguiera en vigor.
En esta ocasión, el juez Bataillon ha tenido que decidir sobre las demandas interpuestas por ocho parejas. Unas denunciaban el no reconocimiento por parte de la administración de Nebraska de sus matrimonios celebrados legalmente en otros estados, otras que Nebraska les impidiera contraer matrimonio, en aplicación de la sección 29ª de su Constitución, que establece que “solo el matrimonio entre un hombre y una mujer será válido o reconocido en Nebraska. La unión de dos personas del mismo sexo en una unión civil, compromiso doméstico u otro tipo de relación similar entre personas del mismo sexo no serán válidos o reconocidos en Nebraska».
Mientras que las parejas demandantes argüían que esta prohibición vulnera su derecho a la igual protección y al debido proceso amparados por la 14ª Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, la Fiscalía de Nebraska se remitía a la decisión antes citada de la Corte de Apelaciones del 8º Circuito y al derecho de los estados a “convertir las relaciones naturalmente procreativas en uniones duraderas y unir a los hijos con sus padres biológicos”.
El juez Bataillon ha citado la sentencia del Tribunal Supremo sobre el caso Windsor, en la que se establece que “las leyes estatales que definen y regulan el matrimonio deben respetar los derechos constitucionales de las personas”. También se ha apoyado en los dictámenes favorables al matrimonio igualitario de las Cortes de Apelaciones del 9º y 4º Circuitos, y ha querido desligar completamente el matrimonio de la procreación, resolviendo que “para la mayoría de las parejas casadas, las que no tienen hijos en el hogar, el matrimonio es un compromiso legal y emocional para el bienestar de su pareja. El Estado tiene claramente el derecho a animar a las parejas a casarse y proporcionarse apoyo mutuo. Sin embargo, esas leyes deben aplicarse por igual y sin atender al género. Es hora de poner fin a esta disposición desigual». Con esta sentencia el juez hace honor al lema que figura en el escudo de Nebraska: «Igualdad ante la Ley».
El fallo, por lo tanto, ha sido a favor de las parejas demandantes, aunque se ha establecido que su entrada en vigor se posponga hasta el próximo día 9 de marzo. El juez también ha emitido una orden en la que clarifica que todos los funcionarios y personal administrativo relacionado con el matrimonio deben tratar de igual modo a las parejas del mismo o distinto sexo. Es evidente que esta precaución ha sido tomada para evitar la lamentable situación que tuvo lugar en Alabama, donde la juez federal tuvo que reiterar en dos ocasiones el ámbito de su sentencia, ante la rebelión de los jueces de familia de los condados, incitados por el propio presidente de la Corte Suprema del estado.
Sin embargo, esta precaución puede ser en balde, pues mientras transcurre la semana establecida para la entrada en vigor de la sentencia, podría prosperar la más que previsible petición de la Fiscalía de su suspensión cautelar ante la Corte de Apelaciones del 8º Circuito. Esta Corte de Apelaciones ya ha suspendido, o confirmado la suspensión, las sentencias favorables de Misuri, Arkansas y Dakota del Sur hasta que concluya el proceso de apelación. Lo que ya ha hecho la Fiscalía de Nebraska es iniciar el proceso de recurso, comunicando oficialmente al tribunal su intención de apelar.
Uno a uno, los estados se van sumando
Mientras se decide si Nebraska engrosa la lista, el matrimonio igualitario es ya completamente legal en 37 de los 50 estados de los Estados Unidos, cuya población sobrepasa ya los 220 millones de personas. Se trata de Alabama, Alaska, Arizona, California, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Colorado, Connecticut, Delaware, Florida, Hawaii, Idaho, Illinois, Indiana, Iowa, Kansas, Maine, Maryland, Massachusetts, Minnesota, Montana, Nevada, New Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Nuevo México, Oklahoma, Oregón, Pensilvania, Rhode Island, Utah, Virginia, Virginia Occidental, Vermont, Washington, Wisconsin y Wyoming. A ellos hay que sumar el Distrito de Columbia y 22 jurisdicciones tribales (se van sumando aquellas que ligan sus leyes sobre el matrimonio a las del estado donde están ubicadas).
En el resto de estados existen situaciones diversas, que configuran un escenario judicial complejo que, a la espera del pronunciamiento definitivo por parte del Tribunal Supremo, va decantando la situación hacia una extensión generalizada del matrimonio igualitario.
Hacemos a continuación un balance de la situación. En Kansas, aunque ya ha habido una sentencia favorable de un tribunal federal, y su suspensión ha sido denegada en la última instancia, la Fiscalía del estado, en una actuación torticera, ha dado instrucciones a las secretarías de los condados de que no faciliten licencias de matrimonio a las parejas del mismo sexo, excepto en aquellos que pertenezcan a la jurisdicción del juez federal. Sin embargo, asociaciones LGTB aducen que los jueces federales tienen jurisdicción en todo el estado, por lo que la medida de la Fiscalía debe tomarse como un acto desesperado de dilación de lo que ya es no solo inevitable sino completamente legal.
En Ohio, Michigan, Kentucky y Tennessee, las sentencias favorables dictadas por los jueces federales han sido revocadas por la Corte de Apelaciones del 6º Circuito, la única en dictaminar en contra de la igualdad de derechos de las personas LGTB. Tras el recurso presentado por los equipos legales de las parejas demandantes de los cuatro estados ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, este ha decidido que en el próximo período de sesiones considerará estas sentencias contrarias a los derechos LGTB. Por el contrario, su criterio respecto a las apelaciones de sentencias que han sido favorables a esos derechos ha sido el de no admitirlas a trámite. La decisión del Tribunal Supremo, que se espera para el mes de junio de este mismo año, podría suponer el final de largo viaje del matrimonio igualitario en los Estados Unidos. Los equipos defensores de las parejas demandantes de Ohio, Michigan, Kentucky y Tennessee presentaron el 27 de febrero sus primeras alegaciones a las preguntas planteadas por el alto tribunal.
En Misuri, aunque existe una sentencia federal en suspenso hasta que se decida su apelación, sí que es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo en los condados de Saint Louis, el más populoso del estado, y Jackson, según han establecido jueces de ámbito local. Como Misuri sí reconoce los matrimonios de parejas del mismo sexo celebrados en otras jurisdicciones donde es legal, los enlaces celebrados en estos dos condados son válidos en todo el estado.
En otros estados existen sentencias favorables de jueces federales que aún están pendientes de ser revisadas por las correspondientes Cortes de Apelación, como es el caso de Mississippi y Texas (ambos del 5º Circuito) y Arkansas, Dakota del Sur y el ya citado Misuri (los tres del 8º Circuito). En Arkansas, además, la Corte Suprema estatal deberá revisar una decisión favorable al matrimonio igualitario emitida por un juez estatal, no federal. Por el momento solo hay un estado en el que un juez federal ha considerado constitucional prohibir el matrimonio igualitario: Luisiana, sentencia que debe ser revisada por la Corte de Apelaciones (también, en este caso, la del 5º Circuito). En este estado, sin embargo, otro juez federal falló pocas semanas después en sentido contrario, declarando inconstitucional la prohibición. Habrá que esperar a ver cómo resuelve el 5º Circuito esta contradicción.
Finalmente, en uno de los estados donde aún no hay sentencia, Dakota del Norte, el juez federal que debe dictaminar al respecto ha decidido aplazar la continuidad del juicio hasta conocer la decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos. Tan solo resta un estado más con proceso abierto pendiente de sentencia: Georgia.
Podéis comprobar el avance del matrimonio igualitario en los Estados Unidos en este mapa (pinchad en él para verlo en mayor resolución):