Costa Rica recupera el debate sobre las uniones entre personas del mismo sexo en un contexto político más favorable
El gobierno de Costa Rica promoverá en breve la discusión de un proyecto de uniones entre personas del mismo sexo. Una buena noticia que se inscribe en el contexto favorable a los derechos LGTB abierto hace un año en Costa Rica con la elección como presidente de Luis Guillermo Solís, que si todo va bien -el proceso no se adivina fácil- promete dejar a ese país como el más avanzado en materia LGTB de Centroamérica.
Ya desde el principio de su mandato Luis Guillermo Solís rompía moldes eligiendo a un ministro abiertamente gay para la cartera de Turismo y haciendo ondear, con motivo del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, la bandera arco iris en diversas dependencias oficiales, incluida la sede de la presidencia. Gestos sin precedentes en Centroamérica, bien recibidos por los activistas LGTB costarricenses y muy criticados, como era de esperar, por los sectores conservadores.
La apertura de un nuevo periodo por lo que a los derechos LGTB se refiere quedó simbolizado, poco después de la elección de Solís como presidente, por la decisión unánime de la junta directiva de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) de que los trabajadores de Costa Rica puedan incluir a sus parejas del mismo sexo en los beneficios del sistema de seguridad social por lo que a la atención médica se refiere (lo que incluye tanto el derecho a la atención sanitaria pública como a la visita hospitalaria). LA CCSS comenzó a valorar esta posibilidad en los días previos al relevo presidencial a iniciativa de Luis Loría, representante del movimiento cooperativista ante dicho organismo, que consideró injusto que durante el proceso de negociación para elegir al nuevo presidente de la Asamblea Legislativa se usara como moneda de cambio la posibilidad de dejar en suspenso la discusión del proyecto de uniones civiles, una noticia que recogimos en su momento. La decisión fue saludada muy efusivamente por el propio presidente de Costa Rica en su perfil de Facebook e incluos mereció una felicitación expresa a Costa Rica desde Naciones Unidas.
Sin embargo, pese lo esperanzador de este nuevo periodo, hasta ahora nada concreto se había materializado respecto a la posibilidad de reconocer las uniones entre personas del mismo sexo, que la Asamblea Legislativa de Costa Rica lleva años debatiendo. Una iniciativa que en legislaturas anteriores siempre acababa encontrando el freno de los cada vez más influyentes grupos evangélicos costarricenses y sus representantes políticos, entre ellos el que en su momento llegó a ser presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea, el pastor Justo Orozco (un conocido homófobo). Es por eso que activistas LGTB se reunían esta semana con representantes del gobierno para exigirles avances en esta materia, una reunión tras la cual la viceministra de la Presidencia, Ana Gabriel Zúñiga, anunciaba que el gobierno promovería la discusión, antes del 30 de abril (cuando concluye el vigente periodo de sesiones extraordinarias) de los dos proyectos sobre la materia que se encuentran en trámite parlamentario (el de sociedades de convivencia y el de uniones de hecho), para unificarlos en un solo texto que reúna un apoyo suficiente para conseguir su aprobación tras un periodo de consultas.
«Vamos a estudiar el proyecto una vez que esté listo (…) Lo importante ahora es que ya, por fin, el Gobierno cumplirá con el compromiso de convocar en sesiones extraordinarias los dos proyectos que buscan el reconocimiento de los derechos de las parejas del mismo sexo. Se nos va a permitir esta lucha tan importante en favor de las familias del mismo sexo», afirmaba esperanzado Marco Castillo, representante del Movimiento Diversidad. «Estamos felices de que haya un compromiso concreto y una fecha», aseguraba por su parte Margarita Salas, representante del Frente por los Derechos Igualitarios.
Insertamos a continuación unas breves declaraciones de ambos grabadas por Costa Rica Hoy:
Proyecto alternativo de matrimonio igualitario
La viceministra de Presidencia, eso sí, dejaba claro que el gobierno no estaba por la labor de apoyar una propuesta de matrimonio igualitario, verdadera meta final de las organizaciones LGTB, y que en este momento impulsa la diputada del Frente Amplio Ligia Fallas. «Matrimonio igualitario no está en nuestra agenda, nosotros apoyamos sociedades de convivencia y uniones de hecho», declaraba Zúñiga.
El Frente Amplio es una fuerza de izquierda que dispone de 9 diputados de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, por detrás de los 18 del Partido de Liberación Nacional y de los 13 del Partido de Acción Ciudadana (del que es miembro el presidente Solís). Hay además varios partidos más, que completan los 57 diputados de la Asamblea. En cualquier caso, la adscripción a uno u otro partido de un diputado no predetermina el sentido de su voto en temas como este, y en este momento parece casi imposible conseguir una mayoría suficiente que avale el matrimonio igualitario en Costa Rica.
Sea como sea, esperamos como mínimo que el hecho de que la discusión del matrimonio igualitario se plantee en paralelo a la de las uniones civiles refuerce las posibilidades de aprobación de estas en términos lo más favorables posible. Estaremos atentos a lo que suceda.