Un adolescente de 13 años difunde en YouTube su discurso de salida del armario como chico transexual ante amigos y compañeros
Su nombre es Tom Sosnik, vive en California, y tiene solo 13 años. Es un chico transexual que conmovido por la historia de Leelah Alcorn, la también adolescente transexual de 17 años que se quitó la vida hace pocas semanas, decidió salir públicamente del armario en un discurso ante sus amigos y compañeros de instituto. «Ya no soy Mia. Nunca lo fui, en realidad. Y ahora aparezco ante vosotros con mi verdadera identidad de género, como Tom. Aparezco ante vosotros como un chico de 13 años».
«Durante un tiempo, intenté obviar el hecho de que odiaba mi cuerpo. Fingía estar contento con lo que me había sido asignado, hasta que un determinado momento estallé», cuenta el joven Tom Sosnik. «Para algunos de vosotros puede ser un shock, y otros, bueno, ya lo sabíais, o ya lo imaginabais, que yo era transexual», añade después. El chico aclara que él sigue siendo la misma persona que antes, y recomienda a sus compañeros y amigos preguntar a sus propios padres sobre aquellas dudas que les pudieran surgir, pero evitando, eso sí, «el cotilleo».
El momento era inmortalizado en vídeo por la familia del chico y difundido a través de YouTube:
«Así es como salí del armario como trans ante mi comunidad. Por favor, compartid mi historia y mi mensaje con vuestros seres queridos. A todos aquellos que en estos momentos luchan por acomodarse a su verdadero y auténtico género, o sexualidad, quiero que sepáis que si nadie más os acepta, yo siempre lo haré. Descansa en paz, Leelah», es el mensaje con el que el chico acompaña en YouTube el vídeo.
Un recuerdo a la desgarradora historia de Leelah Alcorn
Excelente testimonio de vida el del joven Sosnik y magnífico homenaje a Leelah Alcorn, cuya historia es una de las más desgarradoras de entre las que hemos conocido estos últimos meses. Con solo 17 años, Leelah no pudo soportar más la incomprensión de su familia y su entorno hacia su condición de chica transexual, cruelmente negada por sus padres, y terminó por quitarse la vida. Miembros de una comunidad fuertemente religiosa, y amparándose en la idea de que “Dios no se puede equivocar”, las únicas respuestas que sus padres le habían ofrecido eran el castigo y sesiones de «terapias» reparadoras por parte de un miembro de su iglesia.
Leelah dejó una estremecedora nota de suicidio, con la idea de que su muerte “tiene que significar algo”. “Solo descansaré en paz el día en que las personas transexuales no sean tratadas como me han tratado a mí, cuando sean tratadas como seres humanos, con sentimientos válidos y derechos humanos”, rezaba el texto, que en su momento publicamos en su integridad. El suicidio de Leelah, por cierto, desencadenó una fuerte reacción contra las «terapias» reparadoras de la transexualidad, con peticiones tanto en la web de la Casa Blanca (con más de 120.000 firmas recogidas hasta la fecha) como en change.org (con unas 350.000).
Afortunadamente; la historia de Tom Sosnik es muy distinta a la de Leelah. Tom sí cuenta con su familia, como da fe el mensaje de apoyo que su hermana Gil ha dejado en Facebook. «Al ver como sus palabras inspiraban y emocionaban a su propia familia y red de amigos, Tom empezó a darse cuenta de que había algo en su discurso que era universal y humanizador, algo que podía empoderar a trans y a otras personas de género no conforme al tiempo que despertaba la empatía y la comprensión de los aliados», escribía Gil Sosnik.
Pero si es un crío… ¿Qué papel tiene la madurez en este tema? ¿Lo verá distinto o parecido dentro de unos años? No sé, no lo veo claro…
La conciencia de ser transexual aparece antes y la llegada a la adolescencia es traumatica.No es » inmadurez».
Íñigo (#1), no lo ves claro simplemente porque no has vivido una vida siendo transexual, y al no haber vivido nunca una experiencia, no se puede entender como el que sí la ha vivido. Así de simple. Quien lo tiene claro, lo tiene claro.
Distinto es a que, debido a que por narices se empeñan en que tenemos que ser no LGTB, surjan confusiones y dudas: la lucha y contradicción entre lo que uno sabe realmente qué es y lo que el entorno impone a las bravas.
Bravo por Tom, qué chaval tan majo. Me alegro mucho por él, y me pongo triste a la vez al recordar el calvario de Leelah.