Arcópoli pide a las librerías que adviertan de la LGTBfobia de los libros que venden
Interesante iniciativa del colectivo Arcópoli, que ha pedido a las librerías que sean conscientes del peligro que entrañan algunos de los títulos que venden y de la importancia de advertir a sus compradores. Representantes de Arcópoli han visitado tres Llbrerías madrileñas (la Librería San Pablo en la Plaza de Jacinto Benavente, la librería de El Corte Inglés de la Puerta del Sol y la Casa del Libro de la Gran Vía) en las que han detectado la venta de libros LGTBfobos, ofreciéndoles un identificador que advierta que su contenido no es acorde con la evidencia actual en Psicología y que de hecho pueden ser peligrosos.
«Desde hace muchos años los colectivos en defensa de los derechos de las personas LGTB reivindican que editoriales y librerías tengan especial cautela a la hora de difundir determinados títulos que ofrecen ciertas ideas muy particulares sobre la realidad de la diversidad sexual y de género», explican desde Arcópoli, «ya que, en muchos casos, los planteamientos que se ofrecen en ellos no solo carecen de toda credibilidad científica sino que además pueden llegar a generar un gran sufrimiento si llegan a manos de personas que no entiendan que las ideas que allí se ofrecen son rotundamente falsas». «Hacemos referencia, fundamentalmente, a algunos volúmenes que exponen la diversidad sexual y de género como una cualidad que puede ser curada cuando ya en 1990 la Organización Mundial de la Salud eliminó de su catálogo de enfermedades la homosexualidad y bisexualidad y en el reciente DSM-V ha sido descatalogada también la transexualidad como patología. La diversidad sexual y de género no puede ser curada, del mismo modo en que no pueden curarse los ojos azules o la altura. Son todos ejemplos de la diversidad que presenta el ser humano», añaden.
Arcópoli no reclama sin embargo la prohibición de venta de dichos libros, «ya que considera que en ningún momento el trabajo en defensa de los derechos humanos debe apoyarse en la censura». «No creemos que la consecución de ningún derecho sea posible limitando otros derechos, pero sí demandamos que las librerías que venden dicho material se involucren en nuestro trabajo por la dignidad de las personas LGTB y al menos se advierta a los posibles compradores de que esos títulos contienen un discurso de odio que fomenta la homofobia, la bifobia y la transfobia», explican desde el colectivo. Arcópoli, en este sentido, sigue una línea diferente a la de otros grupos LGTB, que sí reclaman abiertamente que se dejen de vender estos textos y que piden el boicot contra las librerías que los ofrecen. Hace un mes, sin ir más lejos, activistas catalanes solicitaban en una de las tiendas que la Casa del Libro tiene en Barcelona la retirada de una de estas obras y llamaba al boicot contra esta cadena hasta que lo haga.
“El mayor peligro de estos libros reside en que alguien intente entender su orientación sexual o su identidad de género no heterodoxa y para ello recurra a estas publicaciones. O que una persona intente entender mejor la realidad de un familiar o un amigo y ocurra lo mismo. No conseguiría información veraz, comprobada y avalada por personas que se dedican a la investigación científica, sino una serie de notas prejuiciosas que agravarían su malestar o fomentarían los pensamientos homófobos, bífobos y tránsfobos con los que se nos educa», advierte la coordinadora de Arcópoli, Amanda Rodríguez.
La lista de libros que Arcópoli ha detectado que fomentan la intolerancia hacia personas lesbianas, gais, bisexuales y transexuales está formada por:
- Aardweg, Gerard J. M. van den, Homosexualidad y esperanza, Barañáin, Ediciones de la Universidad de Navarra, 2004
- Alario Bataller, Salvador, Homosexualidad, aplicación clínica de la evaluación y terapia de conducta en las homosexualidades egodistónica y egosintónica, Valencia, Promolibro, 1993
- Burggraf, Jutta, Cartas a David. Acerca de la homosexualidad, Madrid, Palabra, 2006
- Cohen, Richard, Abriendo las puertas del armario, Madrid, Libroslibres, 2013
- Cohen, Richard, Comprender y sanar la homosexualidad, Madrid, Libroslibres, 2004
- Irala, Jokin de, Comprendiendo la homosexualidad, Barañáin, Ediciones de la Universidad de Navarra, 2006
- Labrador, Francisco Javier; Cruzado, José Antonio; Manuel, Manual de Técnicas de Modificación y Terapia de Conducta, Madrid, Pirámide, 2001
- Libertad Digital, 10 cosas que no se pueden decir en España, Madrid, Ciudadela, 2010
- Macià Antón, Diego; Méndez Carrillo, Francisco Javier, Aplicaciones clínicas de la evaluación y modificación de conducta: estudio de casos, Madrid, Pirámide, 1991
- Melina, Livio; Belardinelli, Sergio (eds.), Amar en la diferencia. Las formas de la sexualidad y el pensamiento católico, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2013
- Moa, Pío, La sociedad homosexual y otros ensayos, Madrid, Criterio Libros, 2001
- Morrison, David, Un más allá para la homosexualidad, Madrid, Palabra, 2006
- Nicolosi, Joseph, Quiero dejar de ser homosexual: casos reales de terapia reparativa, Madrid, Encuentro, 2009
- Nicolosi, Joseph, Cómo prevenir la homosexualidad, Madrid, Palabra, 2009
- Nicolosi, Joseph; Nicolosi, Linda Ames, La confusión de género en la infancia, Madrid, Palabra, 2012
- Olivares Rodríguez, José; Méndez Carrillo, Francisco Xavier, Técnicas de Modificación de la Conducta, Madrid, Biblioteca Nueva, 1998
- Palacios, Rafael, La conspiración del movimiento gay. Apoteosis de la guerra de sexos, Madrid, Mandala, 2012
- Pérez de la Plaza, Evangelina, Técnicas Básicas de Enfermería, Madrid, McGraw-Hil, 2008
- Pi, Rafael, Los gays, vistos por un hetero, Barcelona, Pyre, 2005
- Ríos González, José Antonio, Manual de Orientación y Terapia familiar, Madrid, Instituto Ciencias del Hombre, 1994
- Trevijano, Pedro, ¿Puede tener esperanza el homosexual?, Alcobendas, Vozdepapel, 2011
Nos gustaría conocer vuestra opinión. ¿Debe prohibirse la venta de estos libros? ¿Acaso la vara de medir no debería ser la misma que para los textos de carácter racista o antisemita? ¿O por el contrario creéis que, por mucho que nos pueda desagradar, estos libros debe pese a todo poder ser ofrecidos en las librerías, en base a la libertad de expresión? ¿Creéis que la solución propuesta por Arcópoli es razonable? El debate está abierto…
En realidad no creo que nadie que no esté convencido ya de sus propias ideas homófobas se vaya a comprar semejantes libros…porque tela que lista…
Hagamos un ejercicio de imaginación.
En ese bonito listado de libros, sustituyamos la palabra «homosexualidad» por «cristianismo» y «homosexual», por «cristiano/a».
Tendríamos títulos tan divertidos como «Quiero dejar de ser cristiano», «¿Puede tener esperanza el cristiano?» o «Terapia del cristianismo egodistónico y egosintónico».
Podemos usar los términos «islam», «judaísmo», etc. Nos valen igual.
Ahora preguntémonos: ¿Se permitiría la libre promoción y venta de estos libros, o entrarían en acción todos los lobbies cristianos como hazteoir, gabinete jurídico Tomás Moro, e-cristians… así como las múltiples organizaciones religiosas como la conferencia episcopal, el Estado vaticano…?
Sin contar, claro, con los partidos políticos infestados de gente que se encuentra contaminada por ideologías religiosas.
¿Qué pasaría, en serio?
Es más, después de tener que aguantar a mi amigo pesadísimo de Zaragoza este fin de semana publicaría una nueva línea.
“Quiero dejar de ser zaragozano”, “¿Puede tener esperanza el zaragozano?” o “Terapia del zaragozanismo egodistónico y egosintónico”.
Gracias a Arcópoli por este estupendo trabajo.
Gracias a Dos Manzanas por publicarlo.
Tomo buena nota del listado para difundirlo.
Por cierto, lo que no se sabe es si las susodichas librerías han aceptado poner el «identificador que advierta que su contenido no es acorde con la evidencia actual en Psicología y que de hecho pueden ser peligrosos».
Yo no estoy de acuerdo con esta iniciativa. A mí también puede parecerme horrible lo que se dice en esos libros,y si las cosas se quedaran aquí estaría dispuesto a respaldarla; pero temo que empezar a hacer este tipo de cosas, inicialmente bienintencionadas, nos lleve a una pendiente muy resbaladiza hacia la censura sin darnos cuenta.
Creo que a veces nos excedemos en nuestro celo por intentar proteger a los demás de posibles peligros, o quizá no adoptamos el enfoque adecuado.
La mejor forma de censurar algo es ignorándolo de forma colectiva, la peor reconociéndolo como censurable.