Un periodista de la BBC es expulsado de una conferencia propagandística de las “terapias reparadoras” en Londres
Diezmados, rechazados por las organizaciones médicas y científicas más prestigiosas, con algunos de sus líderes históricos pidiendo disculpas y desvinculándose de lo que ellos mismos proclamaban como “verdad” años atrás, sin embargo, los todavía partidarios y promotores de las mal llamadas “terapias reparadoras» difunden la terrible y errónea idea de que la homosexualidad tiene “cura”. El periodista de la BBC Benjamin Zand ha sido expulsado en Londres de una conferencia homófoba, que reunía a voceros de las terapias para revertir la homosexualidad. “La BBC: ¿podrían ustedes marcharse?, por favor”, espeta desde el atril un responsable del evento en un momento determinado.
Benjamin Zand, periodista de la BBC (la radiotelevisión pública del Reino Unido) asistió a una conferencia celebrada en el Centro Emmanuel de Londres que reunía a “personalidades” relacionadas con las funestas “terapias reparadoras», incluidos algunos supuestos ex-gais. Aunque se había acreditado y tenía permiso para grabar algunas imágenes, el equipo de la BBC, capitaneado por Zand, fue invitado a marcharse por la organización cuando esta decidió que su presencia ya no era bienvenida. En el siguiente vídeo, podéis ver el reportaje de la BBC, que registra el momento de la expulsión de la citada conferencia homófoba:
La cercanía de esta conferencia sobre la “cura” de la homosexualidad (celebrada hace unos días) con respecto a las elecciones generales del Reino Unido (el próximo 7 de mayo) no es baladí. Dosmanzanas recogía la semana pasada las propuestas LGTB de cara a los comicios y ninguno de los principales partidos defiende o incluye en sus programas posiciones retrógradas. Pero a los grupos homófobos parece disgustarles especialmente el posicionamiento de David Cameron (líder de los conservadores y partidario de las políticas igualitarias). La entidad cristiana The Core Issues Trust considera “irresponsable” a Cameron por su compromiso de prohibir las “terapias de conversión” para homosexuales, en caso de ser reelegido.
Según un portavoz de a asociación LGTB Stonewall, en unas declaraciones recogidas por The Guardian, “una conferencia como esta demuestra que todavía hay mucho más por hacer desde Stonewall”. Y ha recordado que “la sexualidad no es algo que pueda o deba ser curada. Lo único que estamos esperando curar es la discriminación contra las personas lesbianas, gais, bisexuales y personas trans en Gran Bretaña y en el extranjero”.
Un negocio sin ética
La falta de ética de estas terapias fue denunciada en 2009 por la Asociación Americana de Psicología. Pero algunas personas siguen utilizando las creencias religiosas para defender posiciones contrarias a la igualdad y a la dignidad LGTB y, de paso, hacer negocio con ello. Aunque cabe recordar que, en 2013, la organización Exodus International, originaria de los Estados Unidos, cesó sus actividades y el que hasta ese momento fuera su vicepresidente, Randy Thomas, se disculpaba “por mi participación inexperta en cuestiones de políticas públicas, poniendo mi ambición personal por encima de servir a la comunidad homosexual de forma auténtica, como un amigo cristiano”.
Un año después, nueve líderes de distintas organizaciones internacionales optaban por una disculpa de similar calado que la de Thomas, entre ellos varios responsables de Exodus International.
No se si les pase a los demás pero viendo a estos supuestos «ex gay» en el vídeo mi instinto o mi radar me dice siguen siendo homosexuales.Pobres se engañan para odiarse a si mismos. Es como se dice AMAR a tu prójimo como a ti mismo, en este caso es ODIAR a tu prójimo como a ti mismo.
¿POR QUÉ LOS “EXHOMOSEXUALES” SE AUTOENGAÑAN O MIENTEN?
Con lo explicado en el tema “consecuencias psicológicas de la homofobia”, no es de sorprender que muchos homosexuales llenos de culpa, miedo y tristeza, terminen yendo al lugar donde les dicen que los van a ayudar a salvarse del infierno y supuestamente serán felices. Pero la realidad es, que los religiosos son los culpables de su infelicidad e inestabilidad emocional en sus vidas.
Ya sea que la persona estuviera en una congregación religiosa desde su niñez, o después lo haya decidido en la adolescencia o adultez, siempre llegan creyendo que su homosexualidad es un pecado, y que se puede dejar; porque se lo han dicho desde niño, y porque oyen testimonio de personas que supuestamente se volvieron heterosexuales.
¿Qué tan ciertos pueden ser estos testimonios?, considerando las manipulaciones mentales a las que son sometidas estas personas desde la infancia; ¿Sus testimonios son suficientes para creer que siendo 100% homosexuales (no bisexuales), se volvieron heterosexuales?, ¿o que son felices realmente con un matrimonio heterosexual o en celibato?
Analicemos: lo primero que los religiosos les dicen, es que tiene que querer cambiar, o no cambiarán. Muchos tratan con todas sus fuerzas, pero no pueden, se agotan y se rinden, pero las congregaciones religiosas no los ven de esa forma; los ven como que nunca realmente quisieron, que no tenían fe, que se dejaron dominar por los demonios.
Les dicen que tienen que tener fe en que dejarán de ser homosexuales, que la fe se demuestra creyendo, dándolo por hecho, aún no haya sucedido; diciéndose a sí mismo y a los demás que no son homosexuales, aunque sientan los “síntomas”; y por esto aún siendo gay o lesbiana dicen que no lo son. Según (Hebreos 11:1); la fe es precisamente esto: tener la certeza de algo que todavía no llega, y la convicción de que ocurre algo que no has visto o sentido. Si en algún momento se agotan y reconocen que todavía se sienten homosexuales, les dicen que no tienen fe, y que así no serán “curados”.
La fe no es buena ni mala, lo que es bueno o malo es la idea en la que se tiene fe. Tener fe en Dios, su gran amor y la vida eterna, es bueno; pero tener fe en que la homosexualidad se puede dejar, es una tortura. Muchos se pasan la vida en esto, hasta se casan y tienen hijos.
Otra razón por la que no dicen nada, es que no quieren destruir la fe de otros, que al igual que ellos quieren dejar de ser gay o lesbiana; diciéndose: “porque a mí no me ocurra, eso no quiere decir que a otros no lo vayan a curar”, y también piensan (porque se lo han dicho) que destruir la fe de los otros es pecado.
En los últimos años han decidido permitirles congregarse, con la condición de que repriman su homosexualidad, viviendo en celibato. Esto es porque se han dado cuenta de que no es tan fácil como ellos lo ponen, que es difícil (realmente es imposible) dejar de ser homosexual; y que nadie en su sano juicio decide sufrir rechazo, violencia, tortura y asesinato. También porque un porcentaje de la población los están tachando de crueles sin amor.
Vivir la vida reprimiendo los sentimientos y la sexualidad, y obligados a casarse con alguien por el cual no siente amor conyugal, para ver si así se quita lo homosexual, o simplemente vivir una vida solitaria en celibato, es una vida terriblemente dolorosa y vacía. No a todos se nos dio el don del celibato (1ª Corintios 7:9).
Los religiosos dicen que Dios les da paz y felicidad en sus vidas en celibato, y que la prueba es que ellos mismos dan testimonios de que son felices. Aquí ocurre lo mismo que expliqué arriba, se autoengañan diciendo que son felices; porque los religiosos les dicen, que si se permiten ponerse tristes, es que se están dejando dominar por los demonios, y que no tienen fe, lo cual además de ser un pecado evita que dejen de ser gay. Aunque se sientan tristes se quedan cayado, para no destruir la fe de otros, y por el miedo de irse al infierno. En pocas palabras, son como robot o zombis cristianos; pero no todos aguantan esto, y deciden vivir siendo honestos con sigo mismos, y los expulsan de la congregación, o los hostigan y tratan tan mal que terminan yéndose al mundo.
Están también los que han sufrido tanto en el mundo (adicciones, prostitución, conductas autodestructivas, fracasos amorosos, soledad, depresión, intento de suicidios, etc.), que al final se conforman con la iglesia; ignorantes de que los religiosos tienen gran culpa de muchas de las cosas malas que pasan y pasaron en sus vidas. ¡Sí!, al final se cosecha lo que se sembró desde la niñez.
Lo siguiente para mi es el colmo, por la falta de amor y consideración a las personas LGBT; es cuando ellos dicen, que aunque no dejen de ser gay o lesbiana y estén sufriendo en la iglesia, es mejor así, que permitirle ser felices con alguien al que verdaderamente amen, “y se vayan al infierno”. En estas condiciones una persona no siente que Dios la ame, pues todo lo contrario, siente que Él la desprecia, pero si lo cree se irá al infierno.
CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DE LA HOMOFOBIA
Desde que una persona nace, se le va dando el mensaje, directa o indirectamente, de que ser homosexual es malo; se les enseña a rechazar al homosexual, y si la persona es homosexual o bisexual es el rechazado. Desde la infancia una persona LGBT aprende a rechazarse a sí misma y a otros homosexuales. Les dicen que ellos son los culpables y que se irán al infierno si no cambian, pero cuando los LGBT dicen que no pueden cambiar, entonces les afirman que es porque ellos no quieren o que tienen un demonio.
Este mensaje les llega de todos los medios (familia, amigos, escuela, televisión, religiosos, etc.), y esto se va grabando en todos los rincones de sus cerebros, hasta el subconsciente. Todo este rechazo y hostilidad de la sociedad, provoca en los niños, adolecentes y adultos LGBT, que emocionalmente se sientan inferiores, deprimidos, con bajo autoestima, culpables y temerosos; a tal punto de desear suicidarse. Esta situación provoca inestabilidad en su comportamiento, causando retraimiento, hiperactividad o ira; afecta el rendimiento académico y laboral, la concentración y la memoria; Afecta sus relaciones de parejas y amistades, aumenta el riesgo de adiciones y conductas autodestructivas.
Estos sentimientos y comportamiento de los LGBT, son el resultado del mal que la sociedad les ha hecho; pero aun así, irónicamente los religiosos y algunos supuestos «psicólogos», le echan la culpa a la homosexualidad. Utilizan esto contra ellos, diciéndoles, que si se sienten mal consigo mismo, deprimidos y temerosos, esto demuestra que la homosexualidad es mala; que son los demonios atormentándolos, o que es el Espíritu Santo tratando de convencerlos de que están pecando.
A diferencia de las personas judías o de color, que cuando alguien los maltrataban o humillaban, ellos podían llegar a sus casas y recibir consuelo de sus padres. ¡Los LGBT no pueden! al contrario, los mismos padres son una amenaza y tienen que protegerse de ellos; literalmente están solos en el mundo. Los traumas de la adolescencia y la niñez los persiguen por toda la vida; aunque no hayan sido directamente atacados, ellos ven como atacan a otros que supuestamente «parecen gay»: los insultan, golpean o asesinan, y para el colmo lo mandan al infierno.
El subconsciente es tan fuerte, que aun algunas personas LGBT que conscientemente saben que merecen ser felices, amar y tener los mismos derechos que los heterosexuales; en cualquier momento de problemas (enfermedad, infidelidad de la pareja, a nivel financiero, etc.), les llegan esos pensamientos que desde la infancia grabaron en sus mentes («me quedare solo», «todas las cosas malas que me pasan es porque soy un endemoniado maricón», o «me iré al infierno», etc.). Los religiosos se aprovechan de esto para decirles que ellos tenían la razón, y así se completa el enfermizo círculo vicioso de la homofobia. ¡¡¿HASTA CUÁNDO SEGUIRÁ ESTO?!!