Más de 71.000 personas exigen la exoneración de dos jóvenes detenidos en Marruecos por ser homosexuales
La pareja gay detenida el pasado 3 de junio por besarse, fotografiarse y mostrar gestos mutuos de afecto junto a la histórica Torre Hasán de Marruecos se enfrenta ahora hasta 3 años de prisión. Esta sería la pena máxima a la que la justicia de nuestro país vecino podría condenar a Lahcen y Mohsine, basándose en los artículos 489 y 490 del Código Penal marroquí, que castiga “las relaciones contra natura entre individuos del mismo sexo”. Sin embargo, los jóvenes gais no están solos: cuentan con el respaldo de más de 70.900 personas de todo el mundo, gracias a la campaña puesta en marcha por el Colectivo Aswat (la organización LGTB más importante de Marruecos), a través de la plataforma estadounidense All Out. El juicio estaba previsto para este martes, pero finalmente se ha aplazado al próximo viernes 19 de junio.
“¿3 años de cárcel por ser gay?”, esta es la pregunta que da nombre a la campaña que exige la liberación sin cargos de Lahcen y Mohsine, detenidos en Rabat hace un par de semanas. Además de la enraizada estigmatización social de la comunidad LGTB en Marruecos, juega en su contra la elección del escenario en el que visibilizaron su orientación homosexual: la Torre Hasán. Como ya decíamos en la entrada en la que nos hacíamos eco de su arresto, se trata de uno de los entornos históricos marroquíes más prominentes, en el que se haya, asimismo, el mausoleo en el que está enterrado Mohammed V, primer rey del Marruecos independiente, así como su hijo y sucesor Hasán II, progenitor del rey actual. En el momento de publicar este post, se superaban las 71.000 firmas en apoyo a los derechos de Lahcen y Mohsine y exigiendo su inmediata puesta en libertad.
Desde el Colectivo Aswat, se anima también a todos los usuarios a mover los hashtags de Twitter #Free_Lahcen_And_Mohsine y #Love_is_not_a_crime. Activistas y organizaciones LGTB (como el valenciano Colectivo Lambda) ya han utilizado estas etiquetas para solidarizarse con Lahcen y Mohsine, así como para animar a los usuarios a firmar la campaña antes del juicio. Un juicio que, por cierto, se ha ido retrasando hasta el próximo viernes 19 de junio, a pesar de estar programado primero para el día 12 y, posteriormente, para ayer. Uno de los argumentos esgrimidos por su defensa sostiene que se ha violado el secreto judicial. Y es que sus identidades fueron publicadas por un medio de comunicación local, incluyendo (además de sus fotografías, nombres y apellidos) sus direcciones. Tal cosa permitió a los intolerantes y a los islamistas radicales presentarse impunemente en las puertas de sus domicilios para manifestar su odio homófobo.
La acción afectiva de los jóvenes gais Lahcen y Mohsine (que no habría tenido ninguna consecuencia ni trascendencia pública alguna si hubiera sido protagonizada por una pareja heterosexual) se produjo como repulsa a la detención de las activistas de Femen que exhibieron en su cuerpo semidesnudo el lema “In Gay we trust” (libre adaptación del conocido ”In God we trust”, lema de los Estados Unidos), justo en la misma Torre Hasán. La reivindicación de Femen era calificada por el Ministerio del Interior de como “actos de hostilidad hacia Marruecos”. En pocos días, se sucedieron otras detenciones, deportaciones (entre ellas varias de activistas y cooperantes españolas), así como la protesta del bajista de Placebo, Stefan Olsdal (que, durante un concierto en el festival Mawazine, lució en su torso el número “489” tachado, aludiendo a la supresión del citado artículo homófobo del Código Penal, además de tocar con un instrumento pintado con los colores del arcoíris).
Despenalización de la homosexualidad en Marruecos
Aunque son pocas (o casi ninguna) las voces políticas de Marruecos que tímidamente sugieren la despenalización de la homosexualidad (sin contar, por supuesto, a la comunidad LGTB o a las organizaciones internacionales), se encuentran con el automático desprecio y la oposición de los agitadores de la intolerancia social, que prefieren las muestras públicas de censura y de represión, así como la mano dura del Ministerio del Interior en contra de “las causas de la desviación de la moral”. No obstante, hace unos días conocíamos la noticia sobre la elaboración de un informe del Ministerio de Sanidad, favorable a la despenalización de la homosexualidad, entre otras razones por el estigma y el freno del colectivo LGTB a la hora de hacerse las pruebas del VIH en Marruecos. Dicho informe, realizado en 2013, se había llevado en secreto en colaboración con la Asociación de lucha contra el Sida (ALCS) y ONUSIDA (agencia de las Naciones Unidas contra el Sida).