El profesor despedido en 2013 por ser gay regresa a Rusia
A través de un tuit del activista ruso Nikolai Alekseev hemos conocido la noticia del regreso de Alexander Ermoshkin a Rusia. Hace casi dos años, en septiembre de 2013, dosmanzanas recogía el despido de Ermoshkin como profesor de Geografía, tras 18 años de docencia, en aplicación de las leyes homófobas. Desde entonces, el exprofesor ha sido víctima de amenazas constantes de toda clase. El pasado mes de mayo, durante la celebración del Día Internacional contra la LGTBfobia, Ermoshkin recibió el impacto de una bomba de gas en la cabeza, arrojada por un grupo de ultras homófobos, cuyo objetivo era reventar el acto. Ahora Ermoshkin vuelve a Rusia tras una estancia en Estados Unidos. Al parecer, al menos por el momento, han cesado las amenazas directas. Pero no la polémica: la televisión rusa ha difundido que Ermoshkin podría ser colaborador de la inteligencia estadounidense.
A los pocos meses de la aprobación en 2013 de la ley contra la “propaganda homosexual” en Rusia, el profesor de Geografía Alexander Ermoshkin, a la sazón activista LGTB, fue despedido por su visibilidad como gay. Entonces contaba con 38 años y no fue el único docente obligado a abandonar su puesto de trabajo. Olga Bakhaeva, profesora de Historia (de 24 años), también acabó en la calle, aunque en su caso no había hecho pública su bisexualidad. Su ‘delito’ fue un simple mensaje de apoyo LGTB en su cuenta de Facebook. La cosa no quedó ahí sino que Molodoi Dalnevostochnik, al entrevistar a Alexander Ermoshkin, se convirtió en la primera publicación rusa sancionada por violar las leyes homófobas de la Administración Putin.
A pesar de todo, Ermoshkin no ha abandonado en ningún momento el activismo LGTB; es más, ha incrementado su implicación desde entonces. Sin embargo, la homofobia de estado y la extendida intolerancia social no le han beneficiado. Su situación se volvió tan insoportable (debido al hostigamiento del que era víctima) que llegó a temer por su integridad física. De hecho, como se puede ver en la parte final del siguiente vídeo (desde el minuto 2:09 en adelante), acabó siendo víctima del ataque de un grupo de neonazis rusos que trataban de boicotear la celebración del Día Internacional contra la LGTBfobia. Ermoshkin sufrió una fuerte conmoción en la cabeza, como consecuencia del impacto de un artefacto casero de gas.
El también activista Nikolai Alekseev, detenido en mayo por tratar de participar en el Orgullo de Moscú (prohibido por el Ayuntamiento de la ciudad, por décimo año consecutivo), asegura que “Ermoshkin decidió trasladarse debido a las amenazas constantes. No pudo resistir esta presión, que en los últimos años se ha incrementado en varias ocasiones”. En concreto, Ermoshkin ha estado en los Estados Unidos.
La televisión pública Rusia-1, sin embargo, ha querido ver en el regreso del exprofesor una maniobra de los servicios de inteligencia estadounidenses. No obstante, el propio Ermoshkin dice que se ha rebajado la tensión en su contra y han cesado las amenazas. Alekeseev ha animado a otros activistas a seguir en ejemplo de Alexander Ermoshkin y regresar a Rusia para defender los derechos del colectivo LGTB. Algo para lo que hace falta, en cualquier caso, una gran valentía y una fuerte conciencia activista: esta misma semana conocíamos los resultados de una encuesta que mostraba que un 41% de los ciudadanos rusos defienden la persecución de las personas homosexuales por el Gobierno.