Una federación del partido anti-euro Alternativa para Alemania aprueba una moción contra la “propaganda homosexual”
Nuevo giro a la derecha más radical del partido populista y anti-euro Alternativa para Alemania (AfD). Después de sufrir una escisión de su ala más moderada, comandada por el expresidente Bernd Lucke, la formación se escora hacia el conservadurismo más reaccionario. Buena muestra de ello es la reciente resolución de la federación de Baden-Wurtemberg, que establece como ideario la lucha contra la “propaganda homosexual” y contra las protecciones frente a la discriminación de la población LGTB.
Desde su fundación en febrero de 2013, la AfD se va implantando en las instituciones alemanas tras cada nueva elección. Pocos meses después de su presentación oficial, y con un programa centrado en la salida de la zona euro, la AfD daba la sorpresa en las elecciones federales de septiembre de 2013 al alcanzar un 4,7 % de los votos y quedarse a las puertas de entrar en el Bundestag (la barrera de entrada a la cámara baja del Parlamento alemán es el 5 %). En las siguientes citas electorales, el nuevo partido ha conseguido entrar en el Parlamento Europeo con siete diputados, y en los parlamentos regionales de Brandeburgo, Bremen, Hamburgo, Sajonia y Turingia, con resultados de entre el 6 % y el 12 %.
Todo parecía marchar bien para la formación derechista, hasta el congreso por el liderazgo que tuvo lugar a principios de julio. En la elección se impuso la candidata Frauke Petry, considerada del ala más nacional-conservadora, frente al fundador del partido Bernd Lucke, partidario de una orientación más liberal. Lucke abandonó la AfD y fundó su propio partido, la Alianza para el Progreso y la Renovación (ALFA).
Bajo la dirección de Petry, el partido abraza ya sin tapujos las políticas más regresivas en el tema de la inmigración, cercanas al movimiento xenófobo Pegida, y también en materia LGTB. La actual presidenta de la AfD ya ha dejado claras, en más de una ocasión, sus posiciones sobre el asunto. Por ejemplo, el pasado mes de febrero, dudaba de la necesidad de formar a los escolares en la lucha contra la homofobia y reclamaba la protección de la “familia normal”. Y en abril volvía a cargar contra la “ideología de género” que pretendería “diluir la identidad de género natural de hombre y mujer mediante la creación de géneros virtuales”.
Ahora, el punto de mira de la AfD está en el estado de Baden-Wurtemberg, uno de los más ricos y poblados del país y que celebrará elecciones el próximo marzo. La formación ya ha hecho notar su presencia con ruidosas declaraciones y su participación en manifestaciones en contra del plan educativo inclusivo con la diversidad afectivo-sexual aprobado por el gobierno regional de verdes y socialdemócratas. También han arremetido contra el Orgullo de Stuttgart (la capital del Land), que uno de los portavoces del partido tachó de “llamativa exhibición sexual de mal gusto”.
Su último movimiento ha sido aprobar un ideario que incluye una moción contra la “propaganda homosexual” muy similar a la que ya se discutió en el seno del partido pero no se incorporó a nivel federal el pasado abril. En la resolución se
rechaza estrictamente cualquier tipo de propaganda estatal – en los colegios, en los medios de comunicación o en el espacio público – de determinadas orientaciones o comportamientos sexuales. La promoción de la familia clásica está excluida [de esa prohibición].
El portavoz verde Volker Beck, abiertamente gay, ha manifestado su preocupación y ha instado a investigar a la AfD por su posible extremismo de ultraderecha. Beck ha alertado de que los planteamientos aprobados por la formación de Petry son muy similares a los que defiende el neo-nazi NPD. El texto aprobado también contiene el compromiso de acabar con la prohibición de la discriminación de las personas LGTB y con las cuotas femeninas en los puestos de dirección. En definitiva, una perspectiva muy preocupante si, a pesar de la escisión, la AfD sigue ganando cuotas de poder y llega a ser decisiva en algún momento para conformar una mayoría de Gobierno a nivel regional o federal.