Senegal: siete jóvenes condenados a seis meses de cárcel por homosexualidad
Continúa la persecución, amparada por el Estado, de las personas LGTB en Senegal. Siete hombres, de entre 20 y 30 años de edad, fueron detenidos en una redada en la ciudad de Guédiawaye el pasado mes de julio. Este viernes, un tribunal de la capital Dakar los ha declarado culpables de un delito de actos «contra natura” y condenado a seis meses de prisión.
La policía acudió al domicilio alertada por la madre de uno de los acusados, que aseguró que su hijo mantenía relaciones homosexuales pero se negó a testificar posteriormente en el juicio. Esta ausencia debería haber bastado para la anulación del juicio, según el abogado defensor Abdoul Daff. “No había pruebas materiales ni testimonios que corroboraran las acusaciones”, declaró el letrado. La acusación se basó en las declaraciones de los policías, que aseguraron haber descubierto a los siete hombres desnudos o en ropa interior. Los condenados, que han negado los cargos, se enfrentan además de la cárcel a un seguro escarnio público después de que sus nombres hayan aparecido en la prensa del país.
Las fuerzas de seguridad también se incautaron de un preservativo, señalado como indicio de que se habrían cometido o iban a cometerse relaciones homosexuales. Una supuesta prueba que preocupa a las organizaciones de lucha contra el VIH en el país africano. La sentencia podría “incitar a los grupos vulnerables a evitar adquirir, poseer y utilizar preservativos para que estos no sirvan como prueba tras una posible detención”, según estas asociaciones, que instan a “evitar transformar el preservativo, útil de protección, en un objeto de condena”.
Senegal: penas de hasta cinco años de cárcel por homosexualidad
Senegal, un país de África occidental de mayoría musulmana, castiga las relaciones homosexuales con hasta cinco años de cárcel y multas que en los casos más extremos pueden llegar hasta los 1.500 euros, cifra exorbitante para un ciudadano senegalés. Ya en 2010 nos hacíamos eco de un informe de Human Rights Watch que alertaba del incremento de las agresiones hacia las personas homosexuales en ese país, estimuladas por líderes políticos y religiosos que habrían sido decisivos a la hora de fabricar un clima de violencia homófoba con la connivencia de buena parte de los medios de comunicación.
En abril de 2013, la jefatura del Estado senegalés emitió un comunicado en el que declaraba que “los valores culturales básicos enraizados [en Senegal] no pueden ser compatibles con la opción de despenalizar la homosexualidad”, afirmando con firmeza que “el Estado no ha considerado esa opción, que se excluye por completo de su doctrina política”. Esta misma declaración fue reiterada por el presidente Macky Sall dos meses más tarde, durante la visita que efectuó al país africano Barack Obama. Incluso quienes defendieron la despenalización en el pasado, como el expresidente honorario de la Federación Internacional de Derechos Humanos Sidiki Kaba, desistió de su intención al convertirse en ministro de Justicia de Senegal.
Muchas de las agresiones, detenciones e incluso linchamientos ni siquiera alcanzarían las páginas de la prensa internacional. El hostigamiento también alcanza a las mujeres lesbianas o percibidas como tales, como recogimos por ejemplo en septiembre de 2013. Entonces, por suerte, cuatro de las cinco detenidas fueron puestas en libertad. En febrero del año pasado, una pareja de hombres fue condenada a seis meses de prisión, denunciada por sus propios vecinos. El último caso del que nos hicimos eco fue el del periodista Tamsir Jupiter Ndiaye, condenado por segunda vez a la cárcel a principios de este mes de agosto después de que un joven lo acusara de intentar violarlo.