«Soy un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de su propia identidad»: la salida del armario de un sacerdote de la Curia conmociona al Vaticano
Nueva conmoción en la Curia romana. Apenas si se han repuesto de los esfuerzos por restablecer la herida imagen del papa Francisco tras su encuentro con Kim Davis, cuando el sacerdote polaco Krzysztof Charamsa ha desvelado no solo su condición homosexual en una impactante entrevista a Il Corriere della Sera: también ha hecho público que tiene pareja, que se encuentra feliz y orgulloso de ser como es. Charamsa, y eso es lo destacado de la noticia, no es un sacerdote de base. Se trata de un reconocido teólogo que forma parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Sus declaraciones se producen además un día antes del comienzo del esperado Sínodo de la Familia, que sin duda no podrá obviar el tema.
«Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de su propia identidad. Estoy preparado para pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos frente a los homosexuales creyentes y comprenda que la solución que les propone, la abstinencia total de una vida de amor, es inhumana», ha declarado Charamsa, harto ya de mantener ocultas sus circunstancias personales, pese a tener el convencimiento de que su revelación supondrá ser apartado de su ministerio sacerdotal. «Pero no lo hago para poder vivir con mi compañero. Es una decisión más amplia, que nace de la reflexión sobre el pensamiento de la Iglesia», explica.
En la entrevista, Charamsa explica que él ya era sacerdote cuando en 2005 se introdujo la norma que excluía expresamente a las personas homosexuales ser ordenadas sacerdotes, algo que vivió como «un trauma». «Antes no era así, y creo que es un error que se debe corregir», opina. El teólogo también explica cómo ha sido el proceso de aceptación de su propia homosexualidad, que al principio él mismo rechazaba, hasta llegar al punto de felicidad que hoy tiene: «Estudiando, rezando y reflexionando sobre mí. Han sido fundamentales el diálogo con Dios y la confrontación con la teología, la filosofía y la ciencia. Y además tengo un compañero que me ha ayudado a transformar mis últimos miedos en la fuerza del amor».
Krzysztof Olaf Charamsa, de 43 años, polaco de nacimiento (aunque lleva 17 años en Roma) es desde 2003 oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe (el organismo de la Curia encargado de custodiar la doctrina católica, heredero directo del Santo Oficio), secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional y profesor de Teología en la Universidad Pontificia Gregoriana y el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum. No se trata, por tanto, de un sacerdote cualquiera. Pero tampoco es cualquiera el momento elegido: la entrevista, publicada en el diario de mayor tirada de Italia, se conoce un día antes de que den comienzo los trabajos del Sínodo ordinario de los obispos dedicado en esta ocasión a «la familia», y que da continuidad al Sínodo extraordinario sobre la materia que se celebró justo hace un año y que, por lo que a la realidad LGTB se refiere, se cerró con un resultado decepcionante pese a las esperanzas que había despertado en el sector más progresista de la Iglesia católica.
Dura reacción del portavoz vaticano
La reacción vaticana no se ha hecho esperar. El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Federico Lombardi, ha criticado al padre Charamsa con gran dureza, calificando sus palabras de «muy graves e irresponsables» por el hecho de producirse solo un día antes de la apertura del Sínodo y «someter a la Asamblea sinodal a una presión mediática injustificada». «Ciertamente, monseñor Charamsa no podrá seguir desempeñando las tareas precedentes en la Congregación para la Doctrina de la Fe y las universidades pontificias, mientras que los otros aspectos de su situación competen a su Ordinario diocesano», ha añadido.
A día de hoy es difícil de prever cuáles serán las consecuencias de la salida del armario del padre Charamsa, pero nos atrevemos a adivinar que nada será como antes en la Curia. Si ello servirá para hacer avanzar mínimamente a la Iglesia católica en materia LGTB nadie lo sabe. Una cosa es cierta: nadie podía imaginar, cuando recibíamos con indignación la noticia de que Francisco había recibido a Kim Davis en Washington, que apenas unos días después los acontecimientos se precipitarían de tal forma en Roma…
Seguiremos atentos. Por lo pronto, os dejamos con un vídeo de Il Corriere, con imágenes de la conferencia de prensa que también hoy ha convocado el padre Charamsa y en el que aparece con su pareja:
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Flick
Flick no es más que el "nick" con el que empecé a comentar (y discutir, y razonar...) en dosmanzanas, allá por 2006. Me sabía a poco, por eso decidí colaborar y compartir mi pasión por estar informado. Y aquí sigo.
«Quiero decirle al Sínodo que el amor homosexual es un amor familiar, que necesita de la familia. Cada persona, también los gays, las lesbianas y los transexuales, llevan en su corazón un deseo de amor y de familiaridad. Toda persona tiene el derecho al amor y este amor debe estar protegido por la sociedad, por las leyes», dijo el sacerdote polaco Krzysztof Charamsa
Espero que se animen en España y en otros tantos países en el mundo a ser más felices curas, monjas o frailes.
Y el Vaticano? Se salta así tan ricamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos? Espero que como español cuando venga aquí alguien lo escarmiente como cuando Pinochet vino a la UE.
A saber lo que se cuece dentro del Vaticano. No creo que mucha gente lo sepa a pies juntillas. Tiene toda la impresión de que esto es otro acto de sus habituales intrigas.
A ver cuando sale o sacan del armario a «monseñor» Reig Plá. Y de paso que lo encierren de por vida en la cárcel. Demonio
Uau! Esta euforico! Por lo visto tenia ganas el pobre.No digo que no haya un chantaje detras, y que se haya decidido dar el paso a causa de ello, pero es evidente que se ha quitado un peso de encima.
De las intrigas ya se ha hablado mucho, no creo que Bergoglio haya cambiado gran cosa ahí dentro.Simplemente lo ha tapado, lo tipico.