Rusia: penas de prisión para seis componentes del grupo Occupy Pedofilyaj por sus ataques contra personas LGTB

Seis miembros del infame grupo ruso Occupy Pedofilyaj han sido condenados a penas de entre tres y seis años de prisión, culpables de haber amenazado de muerte, torturado y causado daño físico en 19 ataques contra personas LGTB. Han sido absueltos del delito de pertenecer a un grupo extremista y no se ha aplicado ningún agravante por tratarse de delitos de odio.

Occupy Pedofilyaj es un grupo fundado en 2011 por Maxim Martsinkevich, también conocido como Tesak (“machete” en ruso), que actualmente cumple cinco años de prisión por un delito de incitación al odio racial, por su agresión en Ucrania a un joven de procedencia iraquí. Fundador también de Format 18, una organización racista conocida por sus bárbaras agresiones a ciudadanos no rusos, ya había cumplido en 2007 otra pena de tres años y medio de cárcel por un delito semejante.

Con la formación de Occupy Pedofilyaj, Martsinkevich trataba de aplicar los mismos métodos de su antigua formación contra la población LGTB rusa, a la que siempre se refería como “lobby pedófilo”, aprovechando el ambiente de fuerte LGTBfobia social tras la aprobación de las diversas leyes locales contra la llamada “propaganda homosexual”, que finalmente alcanzaron ámbito nacional.

Los diversos grupúsculos que conformaban la formación se dedicaban a agredir a personas LGTB, a las que engañaban a través de internet simulando una posible cita. Tras el encuentro, las víctimas eran sometidas a todo tipo de humillaciones y actos de violencia terrible. Muchas de ellas eran secuestradas y horriblemente torturadas (y se teme que que en algún caso asesinadas). Las imágenes de las infames agresiones eran además ampliamente difundidas a través de redes sociales (en especial de la rusa VKontakte). El grupo, por cierto, llegó a crear escuela en otros países, como el caso del “Proyecto Pilla-Pilla” en España.

Tras años de impunidad, tenemos ahora noticia de la detención y procesamiento de nueve miembros de uno de esos grupúsculos en la región de los Urales. Han sido acusados de proferir amenazas de muerte, infligir torturas y causar “daño físico moderado” a sus víctimas, en 19 ataques perpetrados contra personas LGTB. Se ha desestimado la acusación de pertenencia a “grupo extremista”. Seis de los acusados han sido condenados a penas de entre tres y seis años de prisión, mientras que otros tres han conseguido que sus penas quedaran en suspenso. No se ha aplicado ningún agravante por tratarse de delitos de odio.

Mientras tanto, quienes defienden los derechos humanos de la población LGTB rusa sí que son continuamente perseguidos por las autoridades. Bien sea por el mero hecho de enarbolar una bandera arcoíris o por reivindicar la celebración del Orgullo son detenidos, sancionados o incluso encarcelados.