Reino Unido: un hombre gay recibirá 7.500 libras de indemnización de un comercio en el que se burlaron de él con gestos homófobos
Un hombre gay de Essex (al este de Londres) ha ganado un juicio amparado por la Ley de Igualdad de Reino Unido. La singularidad de su caso es que se ha considerado probada por el tribunal la discriminación homófoba únicamente a través de gestos y posturas, sin que se mediara una sola palabra ofensiva. Los hechos ocurrieron cuando el hombre (del que no ha trascendido su verdadera identidad) acudió a la cerrajería Taylor Edwards para solicitar una devolución y su correspondiente reembolso. La dependienta que lo atendió realizó cerca de 20 gestos burlescos de diferente naturaleza (entre ellos, una mueca emulando una felación). El afectado decidió llevar a juicio al comercio “para evitar futuros incidentes de discriminación” y el juez le ha dado la razón. Además, recibirá 7.500 libras de indemnización (unos 10.525 euros).
A la cerrajería Taylor Edwards le ha salido cara la falta de respeto de sus empleados hacia los clientes y hacia la diversidad sexual. Concretamente, el establecimiento deberá abonar 7.500 libras a un hombre gay del que se burló una de sus dependientas, tras solicitar este una devolución. Por primera vez, basándose en la Ley de Igualdad del Reino Unido (aprobada en 2010), un juez ha dictado sentencia contra la homofobia proferida mediante el lenguaje no verbal.
Para la Corte del Condado de Southend, el beso sarcástico que la dependienta de la citada cerrajería le sopló al aire, mientras él salía del establecimiento, así como los repetidos gestos burlones, han sido motivo suficiente para condenar a Taylor Edwards. “Obviamente estoy encantado con el resultado de mi caso en el juicio. Tramité esta denuncia para evitar que se produzcan futuros incidentes de discriminación y de homofobia”, ha asegurado el cliente afectado.
Al parecer, en el momento en el que sucedió todo el propietario Taylor Edwards (que además da su nombre a la empresa) se encontraba fuera del establecimiento. Sin embargo, según ha explicado la víctima de las burlas, decidió seguir adelante con la denuncia por vía judicial, ya que, siendo conocedor de los hechos, Edwards ha mantenido a la dependienta en su puesto de trabajo. “Estaré realmente contento si este caso evita que una persona lleve a cabo un acto homófobo en el futuro y si además confiere a otras personas el coraje y la convicción de denunciarlo como un acto de acoso y de homofobia”, añadía el denunciante.
El activismo LGTB del Reino Unido se ha felicitado por esta sentencia pionera y el ha valorado que este caso podría tener implicaciones importantes para la comunidad de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales. Sobre todo, porque puede sentar jurisprudencia y servir como modelo de corte y de referencia para futuros casos de discriminación.