La CDU de Merkel, opuesta al matrimonio igualitario, propone obligar a los inmigrantes a respetar los derechos LGTB
Sin miedo a la incoherencia: la CDU, partido de Angela Merkel, propone un contrato de integración para los extranjeros que quieran instalarse en Alemania en el que se comprometan a respetar la igualdad LGTB. La iniciativa se discutirá en el mismo foro en el que los democristianos defenderán la exclusión de las parejas del mismo sexo del matrimonio igualitario.
La convención federal (Bundesparteitag) de la CDU tendrá lugar los próximos días 14 y 15 de diciembre. La cita había despertado una cierta expectación por parte de la comunidad LGTB alemana después de que varios miembros del partido de la canciller mostraran su apoyo al matrimonio igualitario. Los socialdemócratas del SPD, socios de Gobierno de Merkel, alentaron esas expectativas al avanzar un posible cambio en la posición oficial de la CDU (por ahora contraria a la igualdad matrimonial) tras su foro político.
Pero las esperanzas de un cambio en la fuerza hegemónica de Alemania parecen difuminarse conforme se acerca la convención. Una de las tres ponencias aprobadas, con el título Fortalecer la unión – modelar el futuro de la sociedad civil, defiende la promoción del matrimonio como “el vínculo duradero entre hombre y mujer”. Una alusión que no deja lugar a dudas sobre la nula voluntad de avance de la CDU en este asunto. El documento también otorga a las uniones civiles una “calidad vinculante”, pero desde una institución de segunda clase en relación a la del matrimonio.
Aunque decepcionante, la posición del partido democristiano en este asunto no sorprende en especial. Pero sí han llamado la atención algunos aspectos de otra propuesta, consistente en introducir un contrato de integración para los ciudadanos que quieran instalarse en Alemania. Concretamente, la inclusión de una cláusula por la que los inmigrantes no solo se comprometan a respetar la igualdad entre hombres y mujeres sino entre las personas de diferente orientación sexual.
Las creencias religiosas no se podrán esgrimir como excusa para eximirse de este compromiso, según el documento de la CDU. El incumplimiento del contrato podría suponer desde la pérdida de prestaciones sociales hasta la revocación del permiso de residencia. Una firmeza en la exigencia del respeto a la igualdad LGTB que resulta sorprendente cuando proviene de una fuerza política que se niega sistemáticamente a otorgar esa igualdad a sus propios compatriotas.
Mientras tanto, las voces que dentro del partido se habían alzado hace unos meses en pro del matrimonio igualitario parecen haberse silenciado. Es el caso por ejemplo de la vicepresidenta del grupo parlamentario en el Bundestag, Nadine Schön, quien hace unos meses se había mostrado “favorable a una apertura del matrimonio para las parejas homosexuales”. También el líder de la CDU en el parlamento del Schleswig-Holstein, así como diputados democristianos de las cámaras regionales del Sarre y de Baja Sajonia, habían mostrado el mismo apoyo a la medida.
Ninguno de ellos, sin embargo, ha podido o querido cambiar la posición mayoritaria de los democristianos.
Pero por mucho que la CDU continúe en el inmovilismo y el SPD en el seguidismo, no pasará mucho tiempo sin que el matrimonio igualitario vuelva a discutirse en el Bundestag: en septiembre, el Bundesrat aprobaba una proposición de ley en esa dirección. Se trata de la segunda vez en dos años que la cámara alta muestra su apoyo mayoritario a la medida, pero en esta ocasión, hay tiempo suficiente hasta las próximas elecciones para que la propuesta llegue a la cámara baja, donde la gran coalición tendrá que retratarse de nuevo. La gran coalición sí aprobó el mes pasado ampliar los derechos de las uniones civiles.