El árbitro de la NBA Bill Kennedy sale del armario como gay tras recibir insultos homófobos por parte de un jugador
El árbitro de la NBA Bill Kennedy ha salido públicamente del armario como hombre gay tras recibir graves insultos homófobos por parte del jugador Rajon Rondo, cuando le expulsó disciplinariamente durante un encuentro. Kennedy espera que su decisión “envíe a los hombres y mujeres jóvenes del deporte el mensaje de que no se debe permitir que a nadie se le avergüence por lo que es”. El jugador ha sido sancionado con un partido de suspensión, pero rehusó en principio disculparse por su comportamiento antideportivo y sus insultos cargados de homofobia, justificándolos en “la emoción y la frustración durante el partido”. Finalmente, debido a la polémica despertada, publicó un comunicado de disculpas en la página oficial de su equipo.
Los hechos tuvieron lugar durante el partido de la NBA que se celebró el pasado 3 de diciembre en Ciudad de México, en el que disputaban los Boston Celtics y los Sacramento Kings, equipo en el que Rajon Rondo juega como alero. Bill Kennedy, cumpliendo sus funciones como árbitro, decidió expulsar a Rondo por acumulación de faltas técnicas. El alero no abandonó la cancha inmediatamente, tal como establece el reglamento, sino que, según el informe arbitral, “siguió agresivamente a Kennedy y tuvo que ser contenido por sus compañeros de equipo y escoltado fuera de la cancha por el equipo de seguridad de los Sacramento Kings”. Antes de ello, espetó al árbitro: “Eres un maricón hijo de puta. Eres un puto maricón, Bill”. Las imágenes del siguiente vídeo son elocuentes (a partir del segundo 50):
Una vez conocida la sanción, el árbitro Bill Kennedy decidió hacer la siguiente declaración: “Me siento orgulloso de ser un árbitro de la NBA y me siento orgulloso de ser un hombre gay”, a lo que añadía que “sigo los pasos de otros que se identificaron con la esperanza de que se envíe a los hombres y mujeres jóvenes del deporte el mensaje de que no se debe permitir que a nadie se le avergüence por lo que es». Kennedy declinó hacer más comentarios.
Bill Kennedy se ha convertido así en el segundo árbitro de la NBA en hacer pública su homosexualidad, tras Violet Palmer, que reveló su condición de lesbiana al contraer matrimonio en 2014 con su novia Tanya Stine. En cuanto a los jugadores, el único en haberlo hecho estando en activo sigue siendo Jason Collins.
Apoyo desde los estamentos de la NBA a un árbitro excepcional
Adam Silver, comisionado de la NBA, emitió el siguiente comunicado: «Apoyo incondicionalmente la decisión de Bill de vivir su vida abierta y orgullosamente. A lo largo de sus 18 años de carrera en la liga, Bill ha destacado como árbitro debido a su pasión, dedicación y valentía. Esas cualidades continuarán sirviéndole como árbitro y para ejercer una influencia positiva en los demás. Aunque nuestra liga ha hecho grandes progresos, continuaremos trabajando para asegurar que todo el mundo sea tratado con respeto y dignidad».
Lee Seham, consejero general de la Asociación Nacional de Árbitros de Baloncesto, mostraba también su apoyo a Bill Kennedy con las siguientes palabras: “Los árbitros de la NBA están al lado de Bill Kennedy por su trabajo y por ser como es. Estamos en contra de la intolerancia en todas sus formas”.
Vlade Divac, vicepresidente y gerente de los Sacramento Kings, y Vivek Ranadive, presidente y dueño del equipo, emitieron a su vez un comunicado en el que pedían disculpas por el comportamiento de Rondo, afirmando que su organización no aprobaba ese tipo de conducta: «En nombre del equipo pedimos disculpas a Bill Kennedy por cualquier daño que esto pueda haberle causado».
La categoría profesional de Bill Kennedy es de primerísimo nivel. Ha arbitrado en la NBA durante 18 temporadas, pitando 1056 partidos en temporada regular y 68 playoffs, incluyendo cinco finales. Arbitró en el Campeonato Mundial de Baloncesto de 2010 y en los Juegos Olímpicos de 2012, donde actuó en el partido que decidía la medalla de bronce, el segundo en importancia de la competición. Es el único árbitro que ha intervenido en un partido de NBA All-Star Game, una final de la NBA y un partido en el que se disputaba una medalla olímpica en el mismo año.
Rajon Rondo justifica inicialmente sus insultos homófobos
A diferencia del dueño y gerente del equipo en el que compite, Rajon Rondo no solo rehusó inicialmente pedir disculpas, sino que además trató de justificar el uso de los epítetos homófobos.
Muchos de sus seguidores en las redes sociales trataron de que diera alguna explicación de su comportamiento, a lo que él se limitó a contestar que los insultos que profirió “no reflejan en absoluto mis sentimientos hacia la comunidad LGBT. No era mi intención ofender o faltar al respeto a nadie”.
They absolutely do not reflect my feelings toward the LGBT community. I did not mean to offend or disrespect anyone.
— Rajon Rondo (@RajonRondo) diciembre 14, 2015
Tan tibia respuesta no contentó a muchos, que siguieron pidiendo explicaciones al jugador. Su respuesta en esta ocasión fue contundente y llena de acritud: “Mis acciones durante el partido se debieron a la emoción y la frustración. ¡Y punto!”. No hubo más explicaciones.
My actions during the game were out of frustration and emotion, period! — Rajon Rondo (@RajonRondo) diciembre 14, 2015
Diversos comentaristas deportivos mostraron su preocupación por el comportamiento del jugador y por su intento de justificación. Cyd Zeigler, de OutSport, comentaba que “’el calor del momento’ no es una razón, racionalización o excusa para esos largos minutos de diatriba homófoba contra un árbitro”. Zeigler destacaba que lo más triste de este asunto es que “Rondo probablemente sabía que Kennedy era gay y se lanzó contra él de todos modos. Según Samer Kalaf en Deadspin, la orientación sexual de Kennedy era un secreto a voces desde hace años. Después de llevar en la liga más de una década, Rondo conocería seguramente los rumores sobre Kennedy, si es que no sabía la verdad completa”.
Para Sam Amick, de USA Today, lo más alarmante del incidente es que daba idea de lo que debe suceder en los vestuarios, fuera de la vista del público, si un jugador se atrevía a proferir semejantes insultos “en un espacio público, ante 18.660 espectadores”. Para Amick, Rondo había perdido la oportunidad de “sanar una herida condenando su propio discurso de odio, de manera que pudiera resonar y, al final, producir un efecto positivo”.
Finalmente, tras la polémica desatada, la página oficial de los Sacramento Kings ofrecía el siguiente mensaje del jugador:
Ayer dije que mis palabras hacia Bill Kennedy eran inaceptables y que no eran reflejo de mis sentimientos hacia la comunidad LGBT. Algunos han interpretado mis comentarios como una falta de disculpas. Quiero ser claro, desde el fondo de mi corazón lamento de verdad lo que le dije a Bill. No hay lugar, ni dentro ni fuera de la cancha, para un vocabulario irrespetuoso con la orientación sexual de los demás. Eso no es lo que soy ni en lo que creo, y me esforzaré cada día en ser una mejor persona.