«Dios me ha hecho odiar a los gays» alega uno de los responsables de un ataque homófobo en Nueva York

«Dios me ha hecho odiar a los gays». Es la justificación que Robert Bellamy, de 23 años, dio a la Policía para justiciar el ataque que, en compañía de otros dos agresores que todavía no han sido detenidos, perpetró en la madrugada del domingo contra dos hombres a los que creyó identificar como gays en el condado de Nassau, en Long Island (Nueva York).

Los tres individuos abordaron primero a uno de los dos agredidos en la tienda de una gasolinera, donde le dirigieron insultos homófobos y lo empujaron. Poco después se encontraron de nuevo con él, ya en compañía de un amigo. Uno de los dos, al parecer, iba disfrazado de drag queen, muy probablemente con motivo de la noche de Halloween, en la que mucha gente sale a la calle y acude a fiestas disfrazada. Volvieron a dirigirles insultos homófobos y además los atacaron con violencia, los golpearon y los patearon, además de quitarle a uno de ellos los siete dólares que llevaba encima. Ambos sufrieron cortes y magulladuras, aunque afortunadamente no parece que sufrieran lesiones muy graves.

No ha trascendido si los agredidos eran realmente gays o fue una interpretación de los agresores, algo que las autoridades del condado consideran «irrelevante» a la hora de considerar el ataque un crimen de odio.