Suspendidas cautelarmente las actividades de la asociación LGTB tunecina Shams durante 30 días
Un Tribunal de Primera Instancia tunecino ha dictado la suspensión cautelar durante 30 días de las actividades de la asociación LGTB Shams. La medida judicial viene después de una fuerte campaña de acoso a Shams por parte de miembros del Gobierno y diputados del Parlamento de Túnez. También se ha conocido que los seis jóvenes tunecinos condenados recientemente a tres años de prisión por actos homosexuales han sido puestos en libertad provisional hasta que se celebre la vista de su apelación, que tendrá lugar el próximo 25 de febrero.
El pasado 4 de enero, una orden de un Tribunal de Primera Instancia de Túnez dictaba que la asociación LGTB Shams debía suspender sus actividades cautelarmente durante los siguientes 30 días. El mandato judicial es fruto de una demanda interpuesta por el Gobierno tunecino en virtud del artículo 45 de la Ley 88/2011, que regula las Organizaciones No Gubernamentales, el cual permite al Ejecutivo solicitar la suspensión de actividades de una ONG si demuestra que infringe las disposiciones legales.
Según la administración, los estatutos de Shams no recogen su principal actividad, que es la defensa de los derechos de las personas LGTB, lo cual violaría el artículo 3 de la citada Ley 88/2011, que establece que «las ONG deben respetar en sus estatutos, actividades y principios de financiación el Estado de Derecho, la democracia, el pluralismo, la transparencia, la igualdad y los derechos humanos, tal como se definen en los tratados internacionales ratificados por Túnez».
Para el Gobierno tunecino, defender la derogación del artículo 230 del Código Penal de Túnez, que criminaliza la homosexualidad, iría en contra del respeto al Estado de Derecho recogido en el citado artículo 3 de la Ley 88/2011. Siguiendo lo establecido en esa misma ley, Shams podría enfrentarse incluso a su disolución si no cumple plenamente con sus disposiciones. Shams ha recurrido la suspensión cautelar de sus actividades, y presentará sus alegaciones ante el Tribunal el próximo 18 de enero.
Una referencia en la lucha por los derechos LGTB
Tras registrarse el pasado mes de mayo, Shams fue la primera asociación de defensa de los derechos LGTB de Túnez en lograr la legalidad, lo que la convirtió en una referencia en el norte de África y en los países de cultura árabe. Su destacada lucha en el caso del joven Marwen, condenado al 1 año de prisión por practicar la homosexualidad (condena luego reducida a dos meses), le otorgó cierta relevancia social que la puso en el punto de mira del Gobierno, cuyas amenazas ya se han visto cumplidas con esta denuncia.
Pero también ha causado que sus miembros se conviertan en víctimas de la implacable LGTBfobia social, por lo que algunos, como el vicepresidente de la asociación Hedi Shaly, se han visto obligados a exiliarse tras recibir continuadas y serias amenazas de muerte. Ahmed Ben Amor, a su vez vicepresidente y fundador de Shams, recibe también amenazas de muerte a diario y ha sido golpeado y maltratado por extraños en la calle, que le han acosado y atacado violentamente de manera gratuita. Pero lo peor es que, cuando ha intentado interponer alguna demanda por esos hechos, lo único que ha recibido por parte de los policías han sido insultos.
La organización de defensa de los derechos humanos Front Line Defenders ha expresado su consternación por la suspensión judicial de las actividades de Shams, y ha instado al Gobierno tunecino a que retire su demanda y que, en lugar de reprimirlos, se ocupe de que los miembros de Shams puedan ejercer su actividad de defensa de los derechos LGTB con total seguridad. Front Line Defenders solicita a quienes apoyen a Shams que dirijan al presidente tunecino Béji Caïd Essebsi un escrito que han elaborado al respecto y que podéis copiar aquí.
Estaremos pendientes del resultado del recurso presentado por Shams.
Libertad bajo fianza para los seis jóvenes condenados por homosexualidad
También se ha dado a conocer que el pasado 7 de enero la Corte de Apelaciones de Susa ha dictaminado la puesta en libertad provisional de seis jóvenes tunecinos, condenados a tres años de prisión por haber mantenido relaciones homosexuales, tras abonar una fianza de 500 dinares (225 euros, 245 dólares). La vista de la apelación tendrá lugar el próximo 25 de febrero.
Los jóvenes pertenecían a un grupo de estudiantes que había alquilado una casa en la localidad de Kaiurán, donde cursaban sus estudios. Se encontraban celebrando una fiesta cuando irrumpieron las fuerzas del orden, que procedieron al registro del domicilio y posteriormente a la detención de los seis jóvenes. Tras ello, fueron puestos a disposición del Tribunal de Primera Instancia, cuyo fiscal dictó los cargos en base al artículo 230 y ordenó el sometimiento de los acusados a exámenes anales. El médico forense del hospital público de Kaiurán realizó la infame prueba y elaboró un informe médico en el que afirmaba haber identificado “signos” no especificados de penetración anal reciente.
Al joven titular del domicilio se le aplicó a una pena adicional de 6 meses de prisión por un delito de “atentado al pudor”, al haber sido encontrados en esu ordenador vídeos que el juez consideró “inmorales”. Además, los seis jóvenes han sido condenados a tres años de destierro de la localidad una vez cumplida la pena de prisión.
Esperemos que el resultado de la apelación sea favorable para los seis jóvenes, o al menos que se dé por cumplida la sentencia, como en el caso de Marwen, y que al menos eviten tener que enfrentarse a las especialemente duras condiciones que padecen las personas LGTB condenadas a prisión.