Piden expedientar a una profesora por otorgar un sobresaliente al vídeo de un alumno gay en el que se critica a la Iglesia

Una docente de Arte del IES Josep Maria Llompart, ubicado en Palma, se ha visto envuelta en la polémica después de calificar con sobresaliente el trabajo audiovisual de un alumno en el que este realiza una crítica a la Iglesia católica por su postura oficial respecto al colectivo LGTB. En el vídeo, titulado Soy maricón, Samantha Hudson (nombre artístico del alumno) reivindica de forma provocativa el derecho a ser gay y participar de la Iglesia, sin que esta le discrimine por razón de su orientación sexual.

En la letra de la canción, de apenas tres minutos de duración e intencionadamente provocativa, se pueden escuchar frases como “Soy maricón y me encanta Jesucristo, pero eso no le importa mucho al puto Obispo”, “Soy maricón, pero también soy cristiano, ellos no me aceptan porque follo por el ano”, o «No sabía yo que el sexo anal era un pecado, seguro que la Virgen ya lo había practicado«. Esto ha hecho poner el grito en el cielo a grupos afines a la Iglesia católica, así como a partidos políticos y medios conservadores, que han cargado contra la profesora que haciendo uso de su libertad de cátedra le otorgó al alumno una buena calificación.

Desde el PP se ha calificado el vídeo de “homófobo” y se han pedido explicaciones al consejero de Educación del Gobierno balear, el socialista Martí March. También se ha tramitado una petición de comparecencia del Defensor del Menor de Baleares en la Comisión de Educación del Parlamento autonómico. Martí March, por su parte, mostrando una actitud bastante cobarde, no ha tardado en pedir perdón al obispo de Palma, asegurándole que lo sentía mucho y que no volvería a ocurrir.

Sorprende también la reacción de Ciudadanos. Y es que la diputada de ese partido en el Parlamento balear, Olga Ballester, activista del sector educativo, ha calificado de “inadmisible” que “dentro de un sistema educativo se permitan hacer trabajos escolares violentos y groseros que faltan al respeto a los creyentes de una religión y al colectivo homosexual«. A eso añadió que “los docentes deben ser un buen ejemplo diario para los alumnos«. También apuntó que «la educación es el motor de una sociedad y ha de basarse en los principios del respeto, la empatía, la amabilidad y la libertad«. Ballester debió olvidarse de los que no lo hacen, y de la censura homófoba y la violencia contra las personas LGTB ejercida por la Iglesia desde la escuela.

Asimismo, el Instituto de Política Familiar de Baleares, una organización conservadora, anunció hace unos días su intención de denunciar ante la Oficina de Defensa de los Derechos del Menor de Baleares el vídeo para que esta instase a la Consejería de Educación a abrir un expediente disciplinario a la profesora. El Defensor del Menor, de hecho, ya ha abierto un expediente de investigación. Otra organización ultraconservadora y abiertamente homófoba, HazteOír (que en su día logró ser declarada asociación de utilidad pública de la mano del ministro del Interior Jorge Fernández Díaz) ha recogido por su parte más de 48.000 firmas hasta el momento para pedir a March que actúe de forma disciplinaria contra la profesora en cuestión.

Desde la web Estoybailando se hace hincapié en el derecho a la libertad de expresión del autor del vídeo. “El derecho a la libertad de expresión está recogido en nuestra Constitución, pero nuestro ordenamiento jurídico también prohibe la discriminación, y especialmente tipifica los delitos de odio. El video de Samantha no atenta contra la libertad de nadie. Si la Iglesia Católica puede salir a la calle en Semana Santa con sus particulares disfraces y aprovechar su poder para difundir su mensaje homófobo, no vemos el problema en que un joven salga en pantalón corto, riéndose de aquellos que le insultan y proclamando su homosexualidad. Porque por encima de todos los derechos, está el de ser uno mismo”, apuntan los compañeros de Estoybailando, que critican además lo que consideran inacción de los colectivos LGTB en este caso.

Una vez más, llama la atención la doble vara de medir de nuestros políticos y la Iglesia. Dada la falta de sensibilidad y respeto hacia el colectivo LGTB y la diversidad afectivo-sexual y de género de la Iglesia, así como su interés por implantar un modelo de enseñanza basado en el adoctrinamiento católico, resulta llamativo que HazteOír exprese que “Si permitimos que el odio religioso se inculque a los alumnos desde las propias aulas, con dinero público además; si nos cruzamos de brazos y dejamos que la ofensa gratuita, el desprecio y la falta de respeto hasta extremos delirantes prendan en los más jóvenes, estaremos condenando nuestras creencias a un futuro muy negro”.

A continuación os dejamos el vídeo en cuestión: