Un chico de 15 años, hijo de una pareja del mismo sexo, pide explicaciones por la negativa a aprobar el matrimonio igualitario en Irlanda del Norte
Su nombre es Darragh Tibbs, y es un chico de 15 años, hijo de una pareja del mismo sexo de Irlanda del Norte, el único territorio del Reino Unido sin matrimonio entre personas del mismo sexo tras su aprobación en Inglaterra y Gales y luego en Escocia. Una situación aún más paradójica desde el resultado ampliamente favorable al matrimonio igualitario en el referéndum celebrado en la vecina República de Irlanda. El adolescente defiende, en un apasionado vídeo, el derecho de sus madres a contraer matrimonio.
El joven Tibbs ha puesto en marcha la que sin duda es una excelente campaña de sensibilización, y lo ha hecho la forma más democrática posible: dirigiéndose directamente a Gordon Dunne, el diputado unionista que representa a su circunscripción, North Down, y que votó en contra del matrimonio igualitario. Lo hizo primero por carta, pero han pasado ya varias semanas y no ha recibido respuesta. Es por eso que ha decidido grabar en vídeo su petición de explicaciones a Dunne y difundirlo en YouTube. En la grabación, Tibbs explica que tanto él como su hermano pequeño, de nueve años, tienen derecho a que su familia sea reconocida en igualdad de condiciones. Una igualdad que exige que defienda el que es su representante en la Asamblea Legislativa de Irlanda del Norte.
El chico también lee la carta que en su momento escribió a Dunne, que reproducimos:
Apreciado señor Dunne,
Tengo 15 años, y soy un ciudadano representado por usted. Vivo muy cerca de su despacho. Usted votó no al matrimonio igualitario el pasado mes de abril, y quiero saber por qué. Soy hijo de una pareja del mismo sexo, y no veo razón alguna por la cual a mi hermano y a mí se nos deba negar el marco de una familia segura. No veo absolutamente ninguna razón por la cual usted no pueda coincidir, y cito textualmente, con que ‘todos los ciudadanos tendrán el mismo derecho legal a las protecciones, responsabilidades, derechos, obligaciones y beneficios’. Me parece del todo razonable que mis madres, que mantienen una relación estable desde hace 21 años, que tienen dos hijos, reciban el apoyo de su gobierno. ¿Quién es usted para negarnos, a mi hermano y a mí, el derecho a la protección legal de nuestra familia?
En Irlanda del Norte fuimos el primer país de Reino Unido en tener uniones civiles. Entonces lideramos el camino a la igualdad LGTB. ¿Qué ha cambiado? ¿Por qué no cree usted que cada uno de sus representados tiene exactamente los mismos derechos? Señor Dunne, su voto me dice de forma muy clara que usted no cree que yo merezca una familia estable, su voto me muestra que ante sus ojos mi familia no es lo bastante buena, su voto me enseña que usted no cree en la igualdad.
Le estoy pidiendo una explicación. No quiero recibir una respuesta impersonal, señor Dunne. Quiero que sea transparente, un líder que da cuenta de sus decisiones a sus representados. Simple y llanamente, que me explique por qué no está a favor de la igualdad.
Insertamos a continuación las imágenes:
Veto de los unionistas
El matrimonio igualitario ha sido rechazado cinco veces consecutivas por la Asamblea Legislativa de Irlanda del Norte. La última de las veces, sin embargo, la Asamblea sí que votó mayoritariamente a favor. Fue una mayoría exigua (53 representantes a favor y 52 en contra) pero especialmente simbólica. Respaldaron la propuesta todos los representantes del Sinn Féin y el Partido Socialdemócrata y Laborista (ambos partidarios de la anexión a Irlanda y de tradición católica), a los que se unieron 4 representantes unionistas independientes. En contra votaron todos los diputados del Partido Unionista Democrático y el resto de unionistas (a favor de la permanencia en el Reino Unido y de tradición protestante).
Sin embargo, tras la victoria de los partidarios de la igualdad LGTB, el Partido Unionista Democrático hizo valer la denominada “petition of concern”, una cláusula concebida durante los acuerdos de paz de 1988 con la idea de que las propuestas sobre temas sensibles obtuvieran un respaldo suficiente de los dos sectores (el 60% de los votos de toda la Asamblea, con al menos un 40% en cada uno de los bandos). La «petition of concern» debe ser solicitada por un mínimo de 30 representantes, por lo que bastaron las firmas de los 37 diputados del Partido Unionista Democrático para hacerla valer. No faltaron las críticas por su utilización respecto a un asunto de derechos civiles de las minorías, como es el matrimonio igualitario, sobre todo si se tiene en cuenta que las encuestas muestran un amplio apoyo al mismo, tanto por parte de la población de tradición católica como de la protestante (aunque en esta última el sostén es significativamente menor).
Con el frente parlamentario cerrado, parece que el único camino para que prospere la igualdad LGTB en Irlanda del Norte es la judicial. La primera demanda, de hecho, fue presentada hace ya más de un año ante el Alto Tribunal de Belfast por una pareja formada por dos hombres, que contrajo matrimonio en Inglaterra en 2014. Sin embargo, al cambiar su residencia a Irlanda del Norte, su estado civil no fue reconocido por la administración de este territorio. El Alto Tribunal de Belfast tendrá que dictaminar si, como arguyen los demandantes, el Reino Unido es un único Estado unitario con poderes administrativos delegados en las regiones, pero no una república federal, como es el caso de los Estados Unidos. Según este criterio, no es posible que una pareja esté considerada como casada en un territorio del Reino Unido y en otro no. Veremos qué sucede…