La justicia chilena reconoce a un hombre los derechos de sepultura del que fue su pareja, y que la madre de este quería retirarle
Buena noticia la que nos llega desde Chile. La Corte de Apelaciones de Concepción ha reconocido el derecho de Vladimir Urrutia a mantener en la tumba de su propiedad los restos de su pareja, Rodrigo Moreno, pese a no existir unión legal y aún cuando la madre del difunto, Elba Rodríguez, que no aceptaba la relación, había exigido el derecho a la exhumación. Una triste historia que recogimos en febrero. Vladimir Urrutia, emocionado, considera que se ha hecho justicia.
Rodrigo Moreno falleció el 5 de octubre de 2014, por lo que la pareja no tuvo oportunidad de contraer una unión civil (algo que no pudo comenzar a ser posible hasta un año después). Ello dejó en una situación de desprotección jurídica a Vladimir Urrutia, cuya relación con Rodrigo nunca fue del agrado de la familia del fallecido pese a que durante los últimos tres años de su vida tanto su madre como su abuelo vivieron con la pareja. Despojado de muchos de los bienes que adquirió conjuntamente con Rodrigo, lo peor llegó cuando la madre de este, Elba Rodríguez, presentó contra Vladimir un recurso ante la Corte de Apelaciones de Concepción por negarse a la exhumación del cuerpo, enterrado en una tumba -esta sí- propiedad de su yerno. La acción también fue cursada contra el Cementerio Parque Santa María de Los Ángeles, que tampoco autorizó la exhumación.
Elba Rodríguez argumentaba a su favor que en abril de 2015 la Oficina Provincial de la Secretaría Regional Ministerial de Salud del Biobío había autorizado la exhumación de su hijo. Pero según reveló Esteban Guzmán, portavoz del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH) en la región del Biobío, la madre había omitido en todas sus actuaciones que el propietario de la tumba de su hijo no era otro que su pareja, con la que había convivido durante doce años.
La Sexta Sala de la Corte, sin embargo, ha rechazado el recurso de Elba Rodríguez, reconociendo que Vladimir y Rodrigo eran pareja y que no hay pruebas de que el primero no hiciese otra cosa que seguir la voluntad del fallecido. Según el fallo, para que se proceda a incinerar un cadáver en Chile es necesario «además de otras exigencias, que se acredite la manifestación de voluntad en tal sentido, formulada por escrito, antes de su fallecimiento; a falta de esta manifestación de última voluntad, que la solicite el cónyuge sobreviviente y a falta de éste los hijos mayores de edad del fenecido o de ambos padres o del que sobreviviere en caso de la falta de aquellos”. Y el tribunal, en este caso, considera que «no existe derecho indubitado que pueda hacer procedente la protección invocada. Acceder a lo solicitado por la recurrente implicaría la declaración de un derecho, lo que no es factible de realizar por esta vía, razón por la cual el presente recurso no puede ser acogido”.
Vladimir Urrutia se ha declarado emocionado con fallo, pues se temía lo peor. «Felizmente se hizo justicia», ha declarado. Por su parte Esteban Guzmán considera que “la lucha dada por Vladimir ha marcado un hito en la historia de los derechos de las parejas del mismo sexo». «Teniendo Vladimir antecedentes legales y administrativos previos que le jugaban en contra, la justicia lo ha reconocido como conviviente y como familia de Rodrigo, lo que marca un precedente que irá no sólo en su beneficio, sino de todas las parejas que se encuentran en similares condiciones”, ha añadido el portavoz de MOVILH-Biobío.
Desde dosmanzanas felicitamos a Vladimir, que amablemente dejó un comentario en la anterior entrada que dedicamos al tema, y le transmitimos de nuevo nuestro cariño. Batallas como la que él ha protagonizado, con el consiguiente desgaste emocional, son al fin y al cabo las que nos permiten seguir avanzando.
Es lo que tienen los carroñeros, jamás se ven saciados.
Por supuesto me refiero a la «madre»