Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia: otro 17 de mayo cargado de razones…
Un año más, el 17 de mayo toca “celebrar” el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia. Una conmemoración que sigue teniendo todo el sentido que nunca, también en España. Recientemente el Ministerio del Interior presentaba su informe 2015 sobre delitos de odio en España (puedes descargarlo aquí) El total de casos registrados en 2015 fue 1.328. De ellos, 169 (un 12,7%) lo fueron por orientación sexual o identidad de género. Pero es solo la punta del iceberg.
Son cifras que fuera de contexto podrían llevar a pensar que ha habido un descenso de las agresiones por LGTBfobia respecto a 2014. Sin embargo, el cambio metodológico en el sistema de contabilización de las denuncias impulsado en 2015 impide hacer una comparación precisa con los datos de años anteriores (un cambio que la propia FELGTB bendijo al considerar que era más preciso). Recordemos, en cualquier caso, que según los especialistas la mayor parte de las agresiones motivadas por LGTBfobia continúan sin denunciarse. Más de un 70%, según la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). “La cifra de agresiones, por tanto, si extrapolamos datos, superaría el medio millar. El miedo a salir del armario o la sensación de que no habrá consecuencias para sus agresores, entre las principales razones para no acudir a la policía”, expresaba esta organización en febrero, cuando se hizo público el adelanto del informe.
Los datos del recién creado Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia (teléfono 618 54 71 66; web http://contraelodio.org) impulsado por el colectivo Arcópoli, y que solo en los cuatro primeros meses del año había contabilizado más de 60 incidentes en la Comunidad de Madrid, parecen indicar que la cifra de ataques, una vez que se facilitan las denuncias más allá del ámbito estrictamente policial o judicial, es en realidad mayor que el que muestran las estadísticas oficiales. Algo que muchos sospechábamos. Es cierto que el de la contabilización exacta de los delitos de odio por orientación sexual o identidad de género es un asunto que exige un trabajo riguroso por parte de agentes implicados, pero también lo es que el problema de fondo sigue siendo el mismo. Discutir si se trata de un repunte real o de la consecuencia de una mayor sensibilidad social o facilidad para denunciar carece de sentido. La LGTBfobia está ahí, en cualquier caso. Buen ejemplo es lo que ocurre en los colegios e institutos: según un reciente estudio llevado a cabo en Madrid por el colectivo COGAM, el 60% de adolescentes ha presenciado agresiones por LGTbfobia en su instituto, mientras que el 15% del alumnado LGTB sufre ciberacoso.
Pero la LGTBfobia no son solo los delitos de odio o el acoso. También lo es la discriminación, en todos sus niveles. Incluyendo el institucional. Una discriminación que sufren muy especialmente las personas transexuales, que pese a los avances a nivel autonómico en España continúan sometidas a un anacrónico esquema jurídico que no por ser mejor que el de otros países más atrasados puede considerarse adecuado. De hecho, ya son otros muchos los países que cuentan con legislaciones más avanzadas que la española. Por no hablar de la situación de los menores transexuales a nivel sanitario o educativo.
Y en el resto del mundo, aún peor…
En el momento de publicar esta entrada, ILGA (Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales) aún no había hecho público su tradicional informe anual, que recoge la situación legal de las personas LGTB en el mundo. Con total seguridad haremos referencia al mismo en próximos días, pero tampoco esperamos sorpresas. Según el informe de 2015, 79 estados o territorios persiguen a su población LGTB. En 8 de ellos la legislación establece la pena de muerte para quienes mantengan relaciones homosexuales. Pero la situación no es mucho mejor en otros aparentemente más benévolos. Basta hacer un repaso a las noticias que publicamos. No hay semana en la que no informemos de un episodio de persecución, discriminación, violencia o asesinatos. ¿Cómo no recordar en este día a los seis jóvenes detenidos la pasada semana en Nigeria, estigmatizados de por vida y que se enfrentan a penas de hasta 14 años de cárcel? ¿Cómo no acordarse hoy de Xulhaz Mannan, el joven activista LGTB asesinado a machetazos en Bangladesh hace menos de un mes? Por mencionar solo dos de los casos más recientes…
Discriminación que por cierto los difusores del odio se empeñan en extender y consolidar, incluso en territorios en los que se suponía ya en vías de reconducción: estos días asistimos con estupor a cómo la defensa de la discriminación de las personas transexuales parece convertirse en uno de los ejes de la campaña de importantes políticos estadounidenses, como el infame gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, seguro de que ello le llevará en volandas a la reelección. Lo terrible es que quizá lleve razón…
Este martes 17 de mayo la geografía española y mundial se llenará de eventos contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia. Nos resulta imposible recogerlos todos en esta entrada, pero si contactas con tu colectivo local casi seguro que tienen un acto previsto. Si tú mismo eres activista y quieres dar a conocer un acto háznoslo saber e intentaremos difundirlo en redes sociales. Os invitamos también a hacer de reporteros improvisados y dejarnos en comentarios o en redes sociales las crónicas de este día en vuestras ciudades o pueblos. Una invitación extensible a los que nos leeis desde América Latina y el resto del mundo.
Aunque ya es un viejo conocido, os dejamos para finalizar con un vídeo del comité IDAHO (“International Day against Homophobia”), que ya ha añadido la “T” de transfobia en su denominación internacional (IDAHOT). Se trata, al fin y al cabo, de la organización que viene promoviendo desde hace ya una década la celebración de este día en todo el mundo (día que conmemora la eliminación de la homosexualidad, el 17 de mayo de 1990, de la lista de enfermedades mentales de la OMS):