Marruecos intensifica la persecución homófoba de estado con la detención de otra pareja gay
La enésima detención de una pareja homosexual pone en alerta a la comunidad LGTB marroquí. Dos jóvenes, de los que no ha trascendido su identidad (para evitarles el estigma y la persecución pública), han sido juzgados por mantener relaciones sexuales en el interior de un vehículo y son condenados a 6 meses de prisión, en un “juicio” exprés y sin una defensa digna (ningún abogado ha querido representarles). El aumento exponencial de las detenciones a hombres gais en Marruecos y el deterioro del respeto a los derechos humanos en nuestro país vecino, sin embargo, no ha merecido hasta el momento ninguna denuncia de peso por parte de los líderes políticos españoles en precampaña.
El colectivo LGTB marroquí Aswat ha anunciado que los jóvenes gais condenados a 6 meses de prisión incondicional en primera instancia, por mantener relaciones sexuales dentro de un coche, recurrirán la sentencia. Al parecer, la pareja no tuvo la oportunidad de contar con una defensa digna durante el “juicio”, ya que ningún letrado se prestó a representarles. Tras este nuevo caso de represión por orientación sexual, constatamos la intensificación de la LGTBfobia de estado en Marruecos.
El artículo 489 del Código Penal marroquí, recordemos, castiga los “actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo” con penas de hasta 3 años de prisión, además de una sanción económica. Y el artículo 483 establece penas de hasta dos años de prisión por “obscenidad pública”. En los últimos meses dosmanzanas viene recogiendo distintos casos de persecución LGTB en Marruecos: desde víctimas tratadas como culpables hasta detenciones tan absurdas como la de los jóvenes que colgaron un vídeo en el que aparecían besándose.
Hace ahora un año nos hacíamos eco del intento de linchamiento de una mujer transgénero en Fez. Solo gracias a que el vídeo se viralizó y desencadenó un escándalo, que trascendió las fronteras de Marruecos, acabaron con uno dos de los agresores condenado a cuatro meses de prisión, y ello pese a que el propio ministro de Justicia; Mustafá Ramid, llegó a insinuar entonces que las personas LGTB son culpables de las agresiones que reciben.
También en 2015 tuvimos conocimiento de varias condenas en aplicación del citado Código Penal. En el mes de junio se produjo la detención de otros dos hombres que se besaron, fotografiaron y dieron muestras de afecto ante la Torre Hasán, uno de los entornos históricos marroquíes más prominentes. A pesar de conseguir más de 71.000 firmas de personas todo el mundo pidiendo su liberación, ambos fueron condenados finalmente a cuatro meses de cárcel y una sanción económica.
Ese mismo mes, se denunció la detención de 20 hombres homosexuales en Agadir, acusados de “difundir la corrupción”. Según aseguró el colectivo Aswat, todas estas detenciones formarían parte de una campaña de arrestos dirigida por el Gobierno marroquí para reafirmar su posición en el debate público sobre la despenalización de la homosexualidad. Un mes antes, tres hombres más fueron condenados a la pena máxima, tres años de cárcel. Tras recibir una denuncia, la Policía capturó a dos de los hombres mientras mantenían relaciones. Al ser interrogados, informaron de que se habían conocido a través de un tercero, que finalmente también fue detenido y condenado.
Sin pronunciamiento oficial de España
No podemos obviar la falta de una denuncia contundente ante estas violaciones de los derechos humanos por parte del Gobierno de Mariano Rajoy o de algunos de los líderes de la oposición (que sí se han implicado en casos como el de Venezuela…). A pesar del panorama descrito o de la expulsión de cooperantes españoles, Rajoy no tiene problemas en recibir con todos los honores al jefe del Gobierno del Reino de Marruecos, Abdelilah Benkirán, sin pronunciar una sola palabra sobre la LGTBfobia de estado. Y ello pese a que Marruecos sea un país vecino con el que España mantiene una intensa relación cultural, comercial y social.