El Ayuntamiento de Madrid multa de nuevo al Orgullo LGTB, incluyendo esta vez una sanción a la organización de la Manifestación Estatal
Desagradable déjà vu el que hemos vivido este lunes, al conocer que el Ayuntamiento de Madrid ha multado a los organizadores de la Manifestación Estatal del Orgullo LGTB del año 2015 con 12.400 euros por el exceso de decibelios producidos en su escenario final, situado en la plaza de Colón (de acuerdo a la ordenanza de ruido vigente desde 2011). Si en años anteriores eran los gobiernos de Ana Botella (PP) los que habían multado al Orgullo, este año es el gobierno de Manuela Carmena (Ahora Madrid) el que hace lo propio, y además de forma especialmente hiriente: multando su corazón reivindicativo, la manifestación del sábado. La ausencia de un marco normativo específico para el Orgullo, que tampoco esta corporación municipal ha desarrollado (al menos en su primer año), se sitúa como gran problema de fondo.
El pasado 2 de junio el Ayuntamiento notificaba a las entidades convocantes de la manifestación del Orgullo que el recurso presentado no había sido admitido y que debían hacer frente a una multa de 12.400 euros. Una multa que ha causado «indignación» al colectivo madrileño COGAM y la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). No está de más precisar que la «tercera pata» de las fiestas del Orgullo, AEGAL (la Asociación de Empresas y Profesionales para Gais, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales de Madrid) no participa en la organización de la Manifestación.
“El que se multe a un escenario de una manifestación es un hecho inaudito en España que atenta directamente contra derechos fundamentales como la libertad de expresión o el derecho a reunión”, ha asegurado Jesús Grande, presidente de COGAM. “Creemos que la ordenanza de protección acústica que tiene la ciudad supone una mordaza al derecho de manifestación y celebración de ciudadanas y ciudadanos. Lamentamos que el actual consistorio municipal todavía no haya podido hacer nada para evitar estos hechos”, expresa por su parte Jesús Generelo, presidente de FELGTB. Ambas organizaciones explican en un comunicado conjunto que durante el último año han mantenido diversas reuniones con el Ayuntamiento para intentar evitar que esta situación se repita y buscar soluciones, pero no parece que por el momento hayan surtido efecto.
La indignación es lógica: este tipo de multas, difícilmente asumible por dos colectivos como COGAM y la FELGTB, pone en peligro la propia existencia de la Manifestación del Orgullo y «la imagen de la ciudad como abanderada de la defensa de los derechos LGTB en el mundo», según expresan en su comunicado. COGAM y la FELGTB exigen la modificación de la normativa si se quiere garantizar la celebración de eventos como el Orgullo LGTB, donde se aglutina un número tan elevado de personas. “Entendemos que las normas tienen que hacerse para adecuar una realidad social a la legal. No podemos silenciar un evento en el que participan cientos de miles de personas de todo el mundo y que tanta riqueza económica y social deja en Madrid, por tanto, el Ayuntamiento tiene que valorar el adaptar la normativa vigente en materia de sonido para grandes eventos”, ha añadido Jesús Grande. “Madrid debe apostar y garantizar que un evento tan importante para la ciudad no corre peligro. Como organizaciones en defensa de los derechos LGTB nuestro objetivo es continuar manifestándonos en las calles de Madrid, pero no podríamos seguir haciéndolo en las mismas condiciones si tenemos que asumir este tipo de multas”, asegura Generelo.
COGAM y la FELGTB expresan finalmente su esperanza de que el Ayuntamiento de Madrid ponga solución a esta situación antes de que se inicie el Orgullo LGTB 2016, cuya Manifestación Estatal tendrá lugar el próximo 2 de julio bajo dos lemas, uno referido a la necesidad de la aprobación de nuevas leyes que den protección efectiva a las personas LGTB contra la discriminación –«Leyes por la igualdad real ¡YA!»- y otro que recuerda al año 2016 como «Año de la Visibilidad Bisexual en la Diversidad».
Llueve sobre mojado
No está de más recordar que las fiestas del Orgullo, del que todas las administraciones madrileñas presumen de puertas hacia fuera, llevan años enfrentándose a todo tipo de dificultades impuestas por el Ayuntamiento, y eso pese a que los organizadores han desarrollado un esfuerzo creciente por limitar su inevitable impacto acústico. Las multas por exceso de ruido, de hecho, se habían convertido ya en habituales. En 2010 ascendieron a 35.000 euros, en 2011 fueron 50.000, 42.000 en 2012 y 160.000 en 2013. Es cierto que algunas de ellas han sido reducidas o anuladas después de los correspondientes recursos, pero siguen pesando como una espada de Damocles sobre los organizadores.
En esta ocasión, de hecho, las multas ascienden a los 180.000 euros, según ha manifestado a El País el secretario general de AEGAL, Juan Carlos Alonso. Pero lo que nunca hasta ahora había sucedido era que entre los multados se encontrase el escenario de la manifestación, sobre el que la propia Manuela Carmena se dirigió el año pasado a los manifestantes, como recogimos –y alabamos– en su momento.
Algunas reacciones políticas
Desde el Twitter del grupo LGTBI de Ahora Madrid responsabilizaban de la multa a la ordenanza municipal vigente:
Lamentamos que Ayuntamiento de @MADRID se haya visto obligado a esto por una Ordenanza de Botella que modificaremos https://t.co/w2nySfW1Hj
— Ahora Madrid LGTBI (@ahoramadridlgtb) 6 de junio de 2016
Cuando otros seguidores de Twitter le pedían explicaciones sobre por qué no se había cambiado antes la normativa para evitar la multa, el mismo Twitter respondía que para ello debería haber sido modificada con anterioridad a la celebración del Orgullo 2015:
@IgualdadLGBT se tendría que haber modificado antes de la manifestación del año pasado. Era imposible modificarlo en tan poco tiempo.
— Ahora Madrid LGTBI (@ahoramadridlgtb) 6 de junio de 2016
No faltaban, por otra parte, los tuiteros que recordaban que Manuela Carmena ya ha aplicado «amnistías» a multas por exceso de velocidad y por aparcamiento indebido en circunstancias especiales, sugiriendo que en este caso bien podría hacer lo mismo.
Purificación Causapié, portavoz municipal del grupo socialista, expresaba por su parte su compromiso de intentar mediar para conseguir una solución, como asegura han intentado hacer desde el momento en que se conoció la apertura del expediente sancionador. “No teníamos que haber llegado a esta situación», se ha lamentado. «El Ayuntamiento tendría que haber tomado las medidas oportunas para solucionar este problema sin imponer una multa de 12.400 euros. Es evidente que la ordenanza del Ruido hay que cumplirla y respetarla, pero es igual de evidente que hay que proteger el derecho de reunión y manifestación en Madrid”, ha expresado Causapié, que solo hace referencia en sus declaraciones a la multa al escenario de la manifestación, y no al resto.
“Vamos a apoyar la celebración del Día del Orgullo y vamos a instar al Ayuntamiento a que haga los ajustes normativos y cambios legales precisos para garantizar que hechos excepcionales como el final de la marcha del Orgullo, o la lectura de algún manifiesto tras una manifestación no son sancionados por la normativa del ruido», ha añadido Causapié.
Se impone la necesidad de una regulación ad hoc
Desde dosmanzanas contemplamos desde luego con decepción lo sucedido, aunque creemos que se está a tiempo de evitar daños mayores. Esperamos que las autoridades madrileñas sean capaces de encontrar una salida razonable a las multas al Orgullo 2015, aunque desde luego creemos que no puede retrasarse más la discusión y aprobación de una normativa que recoja la excepcionalidad del Orgullo LGTB, con diferencia el evento más relevante de la capital española, y lo blinde como patrimonio de la ciudad de Madrid que es.
Es ahora o nunca.
Esta noticia es muy grave. Todo el mundo, en Madrid, hace ruido: las fiestas de San Isidro, la Virgen de la Paloma, las celebraciones futboleras, las manifestaciones de todo tipo, los desfiles militares, etc. Pero el ayuntamiento de Madrid no ha hecho una lista de infractores y multas. Ha separado a los organizadores del Orgullo y, solo a ellos, les ha impuesto una multa.
Todos los insultos (sucios, ruidosos, faltos de respeto…) del anterior ayuntamiento del PP ahora quedan legitimados. He leído los comentarios sobre este tema en la prensa de derechas y solo les faltaba dar saltos de alegría. Ahora ya pueden decir que el PP (que boicoteó todo lo que pudo al Orgullo con prohibiciones, policías, insultos…) no es nada homófobo, que hasta Ahora Madrid también está harto de los desmanes de los LGBT, etc. Regulaciones ad hoc se hacen constantemente, por ejemplo cuando un equipo madrileño llega a la final de la Champions League.
Si abren una cuenta para pagar esta multa pondré dinero únicamente si se suspende la manifestación como protesta; porque el daño al Orgullo ya está hecho. ¿Esta es la «nueva política» que apoyamos desde el escenario que ahora multan? Pues qué bien.
Buscando más información sobre este tema me topo con esta noticia:
La (muy minoritaria) asociación de vecinos de Chueca ha conseguido una sentencia firme que prohibe el pregón en la plaza de Chueca por ruidos.
http://www.elconfidencial.com/espana/madrid/2016-06-07/orgullo-gay-pregon-ilegal-multas-chueca-carmena_1212577/
Qué mala memoria tienen estos pocos vecinos que no se acuerdan de cómo esta fiesta alejó a los drogadictos y delincuencia del barrio. ¿Dónde está la placa que les recuerde esta acción de las personas LGBTI? Es una petición que tiene décadas. ¿Tampoco han tenido tiempo?
No os perdáis los comentarios a la noticia. Cuando la Iglesia Católica organizó las Jornadas Mundiales de la Juventud recibió subvenciones, pases de metro, alojamiento gratis en institutos, vigilancia gratis, vista gorda por todo tipo de infracciones y ninguno de estos se quejó. Vuelvo a repetir que el daño ya está hecho y lo mejor sería suspender la manifestación y las fiestas.