Dos mujeres trans del Reino Unido podrían competir en unos Juegos Olímpicos por primera vez
Dos deportistas transexuales luchan por competir por el Reino Unido en los Juegos Olímpicos de Río, que darán comienzo el próximo 5 de agosto. Un hito histórico, ya que hasta este año las normas que regían el deporte olímpico habían impedido a las personas transexuales e intersexuales participar en base a una serie de factores médicos.
Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional (COI) adoptó en enero de este año una nueva política para que los deportistas transexuales «no sean excluidos de la oportunidad de participar en competiciones deportivas”, de forma que a partir de este año estos tendrán la oportunidad de competir en los Juegos Olímpicos con independencia de si se han sometido o no a una cirugía. Eso sí, mientras que los hombres trans podrán competir sin restricciones, las mujeres trans tendrán que cumplir determinados requisitos.
La noticia se daba a conocer estos días en la prensa británica, que revelaba que dos mujeres trans de esa nacionalidad están en disputa para competir en los Juegos de Río. Si finalmente son seleccionadas, podrían convertirse en las primeras deportistas transexuales del mundo olímpico. Aunque no se han dado a conocer sus nombres, se trata de dos mujeres que ya han representado al Reino Unido en alguna competición europea, e incluso una de ellas ha logrado recientemente su mejor marca personal.
Delia Johnston, activista por los derechos del colectivo trans, ha confirmado que ambas hicieron “su transición hace mucho tiempo y han competido en un campeonato europeo representando a este país”. Johnston ha añadido que “sus federaciones deportivas están al corriente de su historia del género”, pero también ha expresado el temor que sienten ante la posibilidad de que su condición transexual acabe actuando como freno y no sean finalmente seleccionadas, pese a merecerlo. Es más, Johnston alerta del riesgo de que deportistas en esta situación, ante el temor a verse ridiculizadas o discriminadas, compitan a propósito a una menor intensidad de la que realmente podrían, solo para evitar cualquier controversia que pudiera surgir en caso de ganar.
Mujeres transexuales deportistas
El principal escollo discriminatorio al que todavía se enfrentan las mujeres trans deportistas es que, una vez transcurrido un año de tratamiento hormonal, deberán demostrar que su nivel de testosterona en suero ha estado por debajo de 10 nmol/L durante al menos 12 meses antes de su primera competición. Según la norma anterior, era necesario que transcurrieran dos años desde la cirugía de reasignación para competir en categorías femeninas. Ahora ya no se les exigirá cirugía.
Un paso adelante respecto a la situación previa, sin duda, pero que sigue manteniendo condiciones discriminatorias, derivadas del entendimiento de la identidad de género en términos fundamentalmente biologicistas y no de autodeterminación personal.