La derecha político-social francesa, irritada por la sentencia judicial que permite adoptar a una lesbiana que vive en pareja

La derecha político-social francesa ha recibido como un mazazo la sentencia de un tribunal de Besançon que reconoce a una lesbiana que vive en pareja el derecho a optar a una adopción. Políticos tanto de la extrema derecha como de la derecha moderada han puesto el grito en el cielo. El portavoz del Gobierno francés ha recordado el compromiso explícito del presidente Sarkozy con «la familia heterosexual». La conservadora Asociación de Familias de Francia y la iglesia católica han expresado también un gran malestar.

Marine Le Pen, vicepresidenta del Front National, ha calificado como «escandalosa» una decisión que según ella ha sido tomada por «una estructura tecnocrática sin legitimidad democrática». «Esta decisión consagra la desaparición de una cierta moral de Estado y el triunfo de una sociedad hedonista donde la voluntad de algunos adultos se impone a los derechos legítimos de los niños», ha manifestado la dirigente ultra. Diputados de la más moderada UMP (el partido de Sarkozy) como Éric Raoult o Christian Vanneste (un conocido homófobo), también han reaccionado. «Donde hay un niño, hace falta un papá y una mamá», ha expresado Raoult. «Una desafortunada decisión», en palabras de Vanneste, que relaciona la sentencia con «la apisonadora mediática del grupo de presión homosexual».

Por lo que se refiere al Gobierno, como ya adelantábamos ayer, su portavoz Luc Chatel ha expresado su desacuerdo con la sentencia, insistiendo en que no existe la más mínima intención de levantar la prohibición de adoptar a las parejas homosexuales. Chatel ha recordado a este respecto el compromiso explícito del presidente Sarkozy con el modelo tradicional de familia. Hasta el momento sólo el ministro de Defensa, Hervé Morin, perteneciente no al partido de Sarkozy sino a la formación centrista Nouveau centre, se ha desmarcado de la posición oficial.

«Bajo el pretexto de no discriminar a una persona soltera, el tribunal no se da cuenta de que al que discrimina es al niño adoptado, negándole el derecho a tener un padre y una madre», ha expresado por su parte la Asociación de Familias de Francia. La conferencia episcopal francesa, por su parte, considera que la sentencia contraviene «el interés superior de los menores».

Los franceses, favorables

Una toma de postura, la de la clase dirigente francesa, que contrasta con el resultado de un reciente sondeo que determina que el 57% de los franceses son partidarios, en este momento, de permitir adoptar a las parejas del mismo sexo, frente a a un 41% de contrarios. Un sondeo que revela un profundo cambio en la sociedad francesa en pocos años. En 2005, año en que por ejemplo España aprobaba el matrimonio entre personas del mismo sexo y por tanto su derecho a adoptar en igualdad de condiciones, sólo el 48% de los franceses se mostraban favorables.