Un mes después de asistir al de Toronto, el primer ministro de Canadá acude al Orgullo LGTB de Vancouver con toda su familia
Ha pasado apenas un mes desde que recogíamos la asistencia del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a la marcha del Orgullo LGTB de Toronto (convirtiéndose en el primer jefe de gobierno de su país en hacerlo) y hoy volvemos a hacernos eco de su presencia en otro Orgullo, el del Vancouver. En esta ocasión, además, lo ha hecho en compañía de su esposa y de sus tres hijos. Todo un ejemplo, sin duda alguna.
“No debería ser para tanto que un primer ministro vaya a una marcha del Orgullo. A partir de ahora no lo será”, declaraba Justin Trudeau en Toronto… Y ha cumplido su palabra. Solo un mes después ha querido asistir a la marcha de Vancouver, en la provincia de Columbia Británica, al oeste del país. Un Orgullo más modesto que el de Toronto en asistencia pero no por ello menos simbólico, y al que Trudeau ya había asistido como líder del Partido Liberal en 2014 y 2015. En esta ocasión, sin embargo, lo hacía como primer ministro, y además acompañado de toda su familia: su esposa, Sophie Grégoire, y sus tres hijos, de 8, 7 y 2 años.
El propio Trudeau difundía imágenes de la participación de la familia en su perfil de Twitter, tanto en francés como en inglés:
Je suis heureux d’être de nouveau parmi vous, et cette fois en tant que PM! #vanpride2016 pic.twitter.com/vp9KtaNxpL
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) 31 de julio de 2016
Happy Pride, Vancouver! I am proud to march with you again, and this time as your PM! #bettertogether #vanpride2016 pic.twitter.com/1Zjv1LiXtR
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) 31 de julio de 2016
Justin Trudeau, de 44 años, es hijo de Pierre Trudeau, el que fuera líder del Partido Liberal canadiense durante casi dos décadas y primer ministro en dos ocasiones (entre 1968 y 1979 y posteriormente de 1980 a 1984. Muchos lo consideran, de hecho, el padre del moderno Canadá). De ahí que la carrera política de su hijo, que se alzó con el liderazgo liberal en 2013, despertara tantas expectativas.
Expectativas que no se vieron defraudadas gracias a su victoria en las elecciones del pasado octubre, que puso fin a los casi 9 años de mandato del conservador Stephen Harper y le han convertido en un primer ministro especialmente cercano y querido por sus conciudadanos.