Leticia Sabater (artista): «No hay mayor inteligencia que la de saber hacerse el tonto»
Es polifacética, todo el mundo la conoce y levanta tantos odios como pasiones. Forma parte de la gran familia de la televisión desde que en 1986 debutase como chica de figuración en ‘Un, dos, tres’. Desde entonces, ha trabajado como azafata, chica Hermida, presentadora de programas infantiles, actriz y cantante y, cómo no, participante de reality. “Tengo un proyecto apalabrado con una cadena generalista para el 2017, de presentadora. Y hasta aquí puedo leer”, avisa.
¿Por qué siendo usted tan lista se hace la tonta tan bien?
[Ja, ja, ja] ¡Me descojono! Pues porque ya lo dice el refrán, no hay mayor inteligencia que la de saber hacerse el tonto. Es todo un arte que hay que aprender. Claro que lo mío es natural, he nacido con ello innato.
Se queja de no tener amigas al llevar desde los 17 años en un plató de televisión. ¿Le ha puesto remedio?
Sí, aunque las veo poco. Lo primero sigue siendo mi trabajo, mis conciertos y mis bolos, actualmente compaginados con la preparación de mi próximo temazo. Y la televisión que hago esporádicamente de promo o como invitada. Más que amigas, que ya tengo, preferiría encontrar al amor de mi vida, que sigo sin encontrarlo.
“Lo peor es pasar desapercibido siendo artista”. ¿Eso justifica La Salchipapa?
Sí, por supuesto que lo peor siendo artista es pasar desapercibido. Y eso no tiene que justificar La Salchipapa, en absoluto. La Salchipapa la he creado yo, es todo un temazo pegadizo, facilón, comercial y bailable por todos. ¡Ah! Y estoy orgullosísima de este temazo tan divertido y alegre para el verano. Algo tendrá cuando ya va cerca de los cinco millones el videoclip. Yo no pierdo ni un minuto con lo que no me interesa, ni siquiera para reírme. ¿Tú sí?
Depende. ¿No es un poco mayorcita para andar encarnando a la princesa Elsa de Frozen?
La interpretación de personajes se lleva dentro, no es cuestión de edad, ¡muñeco! [risas].
¿A quién congelaría usted, si pudiera?
A nadie, porque todo te vuelve en la vida. Nadie es tan importante como para que yo le congele.
¿Qué aprendió de su época como institutriz televisiva?
Institutriz no. Eso era más bien Gloria Fuertes. Yo era la amiga y princesa de todos los peques.
“Hoy día, soy consciente de que era un mito erótico”. Explíqueme eso.
Muy sencillo. Que la mayoría que se crio conmigo ha soñado dormido y despierto conmigo. ¿Por qué lo sé? Ahora ya de mayores todos los días me lo confiesan varios chicos. Lo cual me parece estupendo, que tengan confianza y se atrevan a confesármelo de mayores. ¡Supongo que ya me entiendes!
¿Cómo se recupera la virginidad?
Igual que te operas la nariz, la barbilla o el pecho. Fue un capricho. Me cosieron el himen de nuevo para que volviera a sentir la primera vez. Un capricho que me podía permitir y nada más.
Vive en un chalé espectacular a las afueras de Madrid. ¿Su asistenta es como la de Las Campos?
No he visto el programa, pero me lo imagino. Yo sí tengo asistenta, gallega y maravillosa. Mi relación con ella es estupenda y me ayuda en todo lo que necesito.
¿Qué secretos guardan los muros de su morada?
Las casas guardan miles de secretos inconfesables que prefiero no contar, de momento. En mi casa se ha grabado la serie de la Pantoja, spots publicitarios y más.
¿Cómo lleva su ‘idilio’ con Hacienda?
Todo está pagado, afortunadamente.
¿Se retirará en Marbella o Miami?
Me retiraré muy tarde, porque me aburro mucho sin trabajar. Me gustan mucho Miami, Marbella y México, porque la gente es muy liberal y vive la vida con mucha pasión, sin importar la edad, hasta los cien años. Y a su vez el clima es buenísimo todo el año.
Estoy de acuerdo en que es bastante más lista de lo que muchos se piensan, y que el papel de tonta lo borda. Lo cual es muy difícil. No sé si es lista en plan «Einstein» o lista en plan lazarillo de Tormes. En todo caso, su tendencia al fenómeno freak me parece que la perjudica. Le pasa algo parecido a Yurena, aunque la de Santurce no creo que «controle» tanto como la Sabater. Creo que Leticia podría haber tenido y tener aún una carrera más relevante que la salchipapa. Recuerdo su papel en Las Trece Rosas, por ejemplo. Supongo que en este pequeño país, que algunos pretenden partir en trozos más pequeños, es difícil salir de ese círculo. Igual ella tampoco quiere, claro.
Ánimo, ya solo os falta entrevistar a Marta Sánchez, Alaska o a Bertín Osborne acompañado de Rajoy