El Parlamento andaluz aprueba tramitar dos propuestas de ley contra la LGTBIfobia: una de Podemos, más ambiciosa, y otra del PSOE
El Pleno del Parlamento de Andalucía aceptó el pasado miércoles la toma en consideración de dos proposiciones de ley, una presentada por Podemos y otra por el PSOE, contra la LGTBIfobia y la no discriminación de las personas LGTB. La toma en consideración del texto de Podemos, más ambicioso, recibió el apoyo de todos los grupos de la cámara andaluza, salvo de los socialistas. La toma en consideración del texto del PSOE recibió el respaldo unánime de la cámara, incluyendo el de Podemos, grupo que espera que se pueda llegar a un acuerdo y confluir en un único texto. Ambas proposiciones deberán ahora ser trabajadas en comisión. Esperamos que ahora todos los grupos políticos sean capaces de dejar atrás sus rencillas y consigan, en efecto, aprobar la mejor ley.
¿Cuál es la causa de que se hayan presentando dos proposiciones? Podemos ha optado por presentar una propuesta surgida del trabajo colaborativo de la formación con varios colectivos LGTB andaluces. Ello ha dado lugar a un texto especialmente ambicioso, que incluye por ejemplo dar preferencia a la voluntad de los menores transexuales sobre la de sus padres y tutores a la hora de autorizar tratamientos de bloqueo hormonal al inicio de la pubertad o para favorecer que su desarrollo corporal se corresponda con el de las personas de su edad, salvo orden judicial en contra. Un elemento que va en la línea de respetar el derecho de autodeterminación de género, pero con el que el PSOE está en desacuerdo.
No es algo nuevo, por cierto: ya cuando se discutió la ley integral de transexualidad de Andalucía el abordaje de la atención sanitaria a los menores fue uno de los principales puntos de discordia entre los colectivos transexuales y el PSOE andaluz, que en aquel momento gobernaba con IULV-CA. Finalmente se llegó a una solución de compromiso: la ley reconocía el derecho de los menores «a recibir la atención sanitaria necesaria para garantizar el desarrollo equilibrado y saludable de su identidad de género, con especial atención en la etapa de la pubertad, de conformidad con las recomendaciones médicas internacionales en materia de transexualidad» pero se prefirió no entrar en más detalles y simplemente remitir a lo que dijesen otras leyes. «En todos los casos, la atención sanitaria que se les preste se hará de acuerdo con lo dispuesto en la Ley 1/1998, de 20 de abril, de los derechos y la atención al menor, aprobada por el Parlamento de Andalucía, y en la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica», añadía de hecho el texto de aquella ley. Una solución un tanto ambigua que el texto presentado ahora por Podemos clarifica.
El PSOE, por su parte, ha preferido elaborar un proyecto alternativo al del Podemos, que ha presentado posteriormente. La propuesta socialista, en lo que se refiere al respeto a la voluntad de los menores trans, remite simplemente a la ley integral de transexualidad que se aprobó en 2014.
No se trata, de todas formas, de único punto de discrepancia. Las hay, e importantes, a nivel laboral. El texto presentado por Podemos recoge una reserva de cuota de empleo público específica para personas transexuales. E incorpora el principio de inversión de la carga de la prueba: en casos de discriminación por LGTBIfobia, será el infractor el que deberá demostrar que no ha cometido la infracción.
Rivalidades políticas de fondo
PSOE y Podemos bien podrían haber intentado llegar a un acuerdo previo, pero lo que resulta en cualquier caso poco comprensible es la actitud de los socialistas, oponiéndose incluso a que el texto de Podemos fuese tomado en consideración. Una opinión extendida es que PSOE andaluz no ha querido que Podemos «se apuntase un tanto» ante el colectivo LGTB. En este sentido, resulta llamativo que tanto Ciudadanos como el PP hayan apoyado la toma en consideración de ambas propuestas, y que incluso la portavoz popular, Esperanza Oña, haya reconocido expresamente que el texto de Podemos es «más avanzado». IULV-CA, por su parte, apoya el texto de Podemos.
Cabe destacar, de hecho, que el apoyo del PP a la toma en consideración de la propuesta de Podemos ha levantado ampollas en círculos conservadores. Buen ejemplo es el artículo publicado en ABC por Antonio Burgos, uno de los más ilustres representantes de la carcundia, que utilizando su habitual lenguaje faltón reprocha al PP que apoye «algo que les encanta a los votantes del PP (¡tararí!): una ley para que los menores puedan cambiar de sexo sin permiso de los padres y para que en el funcionariado reserven plazas para homosexuales y transexuales. Como ven, grandes preocupaciones que traen sin sueño a los votantes del PP».
Un argumento de fondo, por cierto, que Burgos comparte con la diputada socialista en el Parlamento de Andalucía Soledad Pérez, encargada de defender la propuesta de su grupo el pasado miércoles. «Y, señora Oña, y señores y señoras del Partido Popular, ¿es menos o más ambicioso, que sin permiso paterno y sin pedirle ni opinión a los médicos, un menor de edad, transexual, se pueda hormonar solo? ¿Eso es más progresista o no? Eso es lo que dice la iniciativa del Grupo Podemos. ¿Eso es progresista, eso es avanzado…?»., le espetó la socialista a la diputada popular, después de que esta anunciase su apoyo a la toma en consideración de la proposición de Podemos.
Mar Cambrollé pide al PSOE que «deje de utilizar a los menores transexuales»
Todo apunta a que el tema de los menores transexuales seguirá dando que hablar. La presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía, Mar Cambrollé, ha solicitado de hecho al PSOE y al Gobierno andaluz «el cese de la campaña iniciada por este partido contra la ley contra la LGTBIfobia redactada por los colectivos» y en concreto ha pedido a Mario Jiménez, portavoz socialista en el Parlamento andaluz (por cierto, uno de los miembros de la gestora que actualmente gobierna al PSOE tras la caída de Pedro Sánchez) «la rectificación inmediata» de unas declaraciones en las que el socialista precisamente pedía al PP que pensase «si es coherente con su trayecto y pensamiento político aprobar una norma que permite que los menores, por su cuenta y riesgo, sin consentimiento paterno, puedan iniciar un procedimiento de reasignación de sexo» (cabe precisar, en este punto, que el procedimiento en discusión no es la cirugía de reasignación, sino un tratamiento médico que permite al menor que tras la pubertad su desarrollo corporal no se produzca en sentido opuesto a su identidad de género y que es reversible).
El político socialista, de hecho, cargaba en esas mismas declaraciones contra el hecho de que «la administración tenga que reservar plazas para transexuales en las convocatorias públicas», algo que en su opinión «no es coherente ni razonable y que rompe la igualdad de oportunidades», e incluso contra el principio de inversión de la carga de la prueba, algo que no se acaba de entender cuando ese mismo principio ha sido incorporado ya en diversas leyes autonómicas contra la LGTBfobia que han contando con el respaldo del PSOE o que incluso han sido promovidas directamente por este partido…
Y ahora otras organizaciones critican a Cambrollé
Para acabar de embrollar aún más el asunto, este viernes varias organizaciones (Junt@s tod@s por la igualdad, Glaidis, Fraternidad Apostólica de María, Adriano Antinoo, DeFrente y Andalucía Diversidad) hacían público un comunicado en el que «lamentan» el protagonismo de Mar Cambrollé y piden directamente a Podemos que elimine de su proposición de ley los aspectos que ya se abordan en la ley andaluza de transexualidad. «Ni Cambrollé ni su supuesta asociación son representantes de las personas LGTBI en Andalucía. No compartimos en absoluto las manifestaciones de Mar Cambrollé, quién se arroga una representatividad que no tiene, ya que no representa, ni mucho menos, al conjunto de entidades que se ven afectadas por el contenido de estas iniciativas legislativas», expresa el comunicado, que llega incluso a considerar que Cambrollé «no está legitimada para ser portavoz del colectivo transexual desde el mismo momento en que fue expulsada de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), por unanimidad de los representantes del área trans de esta federación».
Para estos colectivos, es más adecuado «encauzar las reivindicaciones en materia de transexualidad en la evaluación de la ley integral aprobada en Andalucía» y muestran su rechazo a que «se inicie la tramitación de dos leyes en el Parlamento de Andalucía, porque esto generaría un bloqueo, un retraso en alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto». «Creemos que este tema no puede esperar y ante el análisis de las dos iniciativas consideramos que el texto del Grupo Socialista es el mejor punto de partida posible porque incorpora todas las sensibilidades y permitiría un acuerdo unánime de la Cámara andaluza», añade el texto.
Mar Cambrollé, por su parte, ha expresado a dosmanzanas su indignación por unas acusaciones que directamente considera calumniosas hacia su persona. La presidenta de ATA insiste, en primer lugar, en que en ella habla en nombre de su asociación. Y respecto a su salida del área trans de la FELGTB, Cambrollé asegura que fue ella la que en su momento presentó la dimisión por propia voluntad, por lo que es «absolutamente falso» que fuera expulsada. Cambrollé señala, de hecho, que está estudiando emprender acciones legales para defender su honor e imagen.
Chrysallis Andalucía, a favor de la propuesta de Podemos
También la asociación de familias de menores transexuales Chrysallis Andalucía ha terciado en la polémica, rechazado «el uso demagógico en la batalla política que se ha hecho del articulado de la proposición de ley presentada por Podemos en el Parlamento autonómico para garantizar los derechos de las personas LGTBI». Chrysallis asegura en un comunicado que las afirmaciones de que esta permite que los menores inicien un procedimiento de reasignación de sexo sin consentimiento paterno simplemente «no se ajusta a la realidad».
Chrysallis insiste en que a lo que se refiere el texto es a los «tratamientos hormonales, bloqueadores del inicio de la pubertad y cruzados, no a ninguna cirugía de ‘reasignación’ o reconstrucción genital, ‘como insidiosamente se ha pretendido hacer ver'». Tratamiento que «para los y las adolescentes trans es esencial para su bienestar emocional, de modo que negárselo es tanto como abocarles al suicidio. Por ello todas las leyes autonómicas que han regulado en las últimas fechas esta materia recogen expresamente el derecho de los menores trans a recibir ese tratamiento hormonal; leyes en la mayoría de los casos aprobadas por unanimidad en sus respectivos parlamentos, porque en esta materia no debería haber intereses partidistas».
Es por eso, según Chrysallis, que para proteger el interés del menor y dar cobertura a los profesionales sanitarios «que se encuentran impotentes antes la negativa injustificada de algunos padres, consideramos muy acertada la previsión contenida en la Proposición presentada por Podemos y cuya toma en consideración ha contado con los votos a favor de todos los grupos parlamentarios a excepción del socialista». «Instamos a todos los grupos parlamentarios a que den prioridad al interés superior de estos menores trans que no cuentan con el apoyo de alguno de sus progenitores, y que están siendo objeto de arma arrojadiza en una batalla política que no debería haber llegado a producirse», añade el comunicado.
Confiemos en que se imponga el sentido común
El PSOE tiene en su haber una larga trayectoria de apoyo a las reivindicaciones del colectivo LGTB, eso es indiscutible. Pero eso no debería suponer un cheque en blanco para que se arrogue en exclusiva una causa que no pertenece a ningún partido. En este sentido, no podemos sino calificar las mencionadas palabras de Soledad Pérez durante el pleno del miércoles, o las declaraciones de Mario Jiménez (anteriores a la votación), como muy poco afortunadas. Resulta especialmente difícil de entender que el portavoz socialista pareciese en ellas más preocupado de descalificar la propuesta de Podemos o de que el PP se saltase «sus propios principios y lo que viene defendiendo desde hace mucho tiempo [sic]« que de defender las bondades de la propuesta del PSOE.
Es legítimamente discutible si esta ley debe entrar o no de lleno en la realidad sanitaria de los menores trans o ese capítulo debería reservarse para las discusiones sobre el desarrollo de la ley trans. Pero la descalificación de fondo que han hecho los portavoces socialistas del derecho de los menores trans a su autodeterminación de género, y sobre todo los términos en los que la hacen, es absolutamente reprochable.
Ojalá el PSOE sea capaz de reconducir la situación y en lugar de entrar en una absurda pelea para ver quien «se pone la medalla» sea capaz de confluir con la propuesta de Podemos y dar lugar al mejor texto posible. Y que las asociaciones LGTB andaluzas, libres de intromisiones de partidos y gobiernos, personalismos y luchas cainitas, remen también en ese sentido. Por el bien de todo el colectivo.
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Para todos los que queráis conocer las posturas de los grupos políticos sin intermediarios, en este enlace podéis acceder a la transcripción literal del debate que tuvo lugar el día 5 en el pleno del Parlamento andaluz (Diario de Sesiones del Parlamento de Andalucía, páginas 6 a 32 del PDF).
Para los que queraís consultar las dos propuestas legislativas que están sobre la mesa, aquí tenéis el texto presentado por Podemos (páginas 8 a 38 del PDF), publicado en el Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía el 5 de agosto, mientras que aquí podéis consultar el presentado posteriormente por el PSOE (páginas 3 a 32 del PDF), publicado en ese mismo Boletín el 20 de septiembre.