El Parlamento de Chad aprueba una reforma del Código Penal que castiga las relaciones homosexuales
El Parlamento de Chad, en sesión plenaria, ha aprobado por una amplísima mayoría la reforma del Código Penal, que incluye la tipificación como falta de las relaciones entre personas del mismo sexo, algo no penado anteriormente en el país centroafricano. A falta de su promulgación por el presidente, algo que diversas fuentes encuentran más que probable, Chad engrosaría la infame lista de países que penalizan las relaciones homosexuales.
El pasado martes 13 de marzo, el Parlamento de Chad aprobó en sesión plenaria la reforma del Código Penal, por una mayoría de 111 votos a favor, 1 en contra y 4 ausencias. Entre las medidas adoptadas por la reforma están la penalización de las relaciones homosexuales, la abolición de la pena de muerte, excepto en casos de terrorismo, y el establecimiento de los 18 años como edad mínima para poder contraer matrimonio, en un país en el que el 60 % de las mujeres se han casado antes de esa edad (y el 28 % lo han hecho antes de los 15 años).
La reforma se inició a finales de 2014, con una propuesta que entonces incluía la consideración de las relaciones homosexuales como un delito, castigado con penas de hasta 20 años de prisión. Esta proposición de reforma inicial fue aprobada en primera lectura, pero su tramitación se ha pospuesto dos años más, en los que se han enmendado varios de sus artículos. Entre ellos, precisamente, el referido a las relaciones entre personas del mismo sexo, que en el texto final dejan de ser un delito para convertirse en una falta, que será juzgada por un tribunal correccional y castigada con sanciones económicas o penas de prisión en suspenso.
Aunque muchos de los diputados presionaron para conservar el texto de la primera propuesta, y castigar con dureza las relaciones homosexuales, finalmente se ha adoptado esta solución de compromiso, que quizás se explica con las palabras al respecto del anterior ministro de Justicia, Delwa Kassiré Coumakoye: «La homosexualidad está condenada por todas las religiones. No debemos perdonar algo que Dios mismo rechaza porque los occidentales hayan dicho esto o aquello… La disposición actual del Código Penal es un justo equilibrio entre una opinión pública conservadora y una comunidad internacional inflexible con la protección de las minorías».
A falta de ser promulgada por el presidente Idriss Déby, algo que la mayoría de las fuentes no pone en duda, la reforma del Código Penal incluirá a Chad en la infame lista de países y territorios del mundo que criminalizan la homosexualidad, que con su incorporación sumarán 77.
Un precedente peligroso
A pesar de que la redacción final haya sido más benevolente que la durísima propuesta inicial, la tipificación como falta de las relaciones homosexuales constituye un enorme atraso, si tenemos en cuenta que hasta la fecha no eran castigadas de ninguna manera en Chad.
Efectivamente, la república de Chad era, hasta ahora, uno de los contados países del continente africano que no contemplaban la penalización de la homosexualidad en su cuerpo legal, junto con la mayoría de las antiguas colonias francesas y belgas de África occidental y central, además de Sudáfrica (el único Estado que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo). Esta característica ofrecía un claro contraste con las legislaciones represivas procedentes de la herencia británica o de la ley islámica en países de los que hemos hablado frecuentemente en dosmanzanas, como Nigeria o Uganda, entre otros muchos.
El que Chad, un país cuya población se reparte casi a partes iguales entre el cristianismo y el islam, finalmente haya llevado a cabo esta reforma, supone un riesgo de contagio a países vecinos en los que la situación (al menos a nivel penal) no es todavía tan negativa.