Dos gobernadores católicos reprochan a la iglesia sus amenazas respecto a la futura ley de matrimonio homosexual en Washington D.C.
Los gobernadores de Virginia y Maryland, ambos católicos, han reprochado a la archidiócesis católica de Washington su chantaje al Consejo legislativo de la ciudad con el objeto de impedir la aprobación de la ley que permitirá el matrimonio entre personas del mismo sexo en la capital federal de Estados Unidos. Como ya informamos, la archidiócesis amenazó con abandonar sus programas sociales en la ciudad si la tramitación de la ley seguía adelante.
La iglesia católica, al frente de diversos programas de adopción, atención a personas sin hogar y cuidados sanitarios en la ciudad, teme que la nueva ley le obligue a atender a las parejas del mismo sexo en igualdad de condiciones que a las parejas heterosexuales. Varios miembros del Consejo legislativo manifestaron en su momento que lo que la iglesia pide en realidad es poder incumplir la legislación antidiscriminatoria que ya está vigente en la capital federal, algo que consideran inadmisible.
Ahora han sido los gobernadores de Virginia (Tim Kaine) y Maryland (Martin O’Malley), estados vecinos a la capital federal, los que en una entrevista radiofónica han lamentado la actitud de la iglesia católica. Kaine, que en su momento trabajó como misionero en Honduras, considera que si la iglesia decide abandonar su labor social, dará «un muy mal ejemplo». «Para mí sería una gran decepción si aquí o en cualquier otro lugar la iglesia católica decide que, cuando no le gusta algo de lo que ocurre en la sociedad civil, decide replegarse a su cascarón», ha dicho.