Sapporo será la primera gran ciudad de Japón con una ley de uniones de hecho específica para parejas del mismo sexo
Tiene cerca de dos millones de habitantes y es la quinta ciudad más poblada del país nipón (por detrás de Tokio, Yokohama, Osaka y Nagoya). Sapporo se convierte en la primera gran urbe que reconocerá las uniones de hecho de parejas del mismo sexo en Japón, a partir del nuevo ejercicio fiscal que comienza en abril. Aunque varios distritos y pequeñas ciudades empezaron a reconocer desde 2015 las parejas de hecho, Sapporo es, hasta el momento, la administración territorial japonesa más grande en hacer lo propio. Asimismo, también será pionera en abrir estas uniones a parejas en las que alguno de sus miembros (o ambos) sea una persona trans.
A falta de una ley nacional que permita las uniones de hecho entre parejas del mismo sexo en todo el territorio japonés y, por supuesto, a la espera del matrimonio plenamente igualitario, las administraciones locales son las que están dando pequeños pasos en este sentido. Aunque Sapporo no es la primera ciudad nipona en reconocer a las parejas no exclusivamente heterosexuales, como decíamos, sí es la administración más importante de las que lo ha hecho hasta el momento.
Para poder acogerse a este tipo de enlaces, “uno o ambos miembros de la pareja deben pertenecer a minorías sexuales, reconociéndose como compañeros de vida y prometen cooperar económicamente, físicamente y mentalmente en su vida cotidiana”. Además, ambos tendrán que ser mayores de 20 años y estar empadronados en Sapporo. El consistorio está trabajando para ultimar la normativa municipal para que pueda ser de aplicación a partir del próximo periodo fiscal, que se inicia en abril.
Con estas uniones de hecho, el ayuntamiento expedirá un certificado a las parejas contrayentes y les facilitará una copia de sus “votos de asociación”. Asimismo, si bien la certificación no les proporciona los mismos derechos y obligaciones legales que a las parejas heterosexuales unidas en matrimonio, con esta ley las parejas del mismo sexo, entre otras cosas, podrán convertirse en destinatarios del dinero del seguro de vida o disfrutar de varios descuentos para los miembros de la familia, como los contratos de telefonía móvil.
Por otra parte, Sapporo es el primer territorio japonés que abre la posibilidad de unirse a parejas en la que alguno o ambos de sus miembros sea una persona trans. De entrada es una buena noticia, ya que concede un derecho hasta la fecha desconocido en Japón para la comunidad trans. La mayor pega es que, al menos en lo que ha trascendido a los medios de comunicación, se habla en términos de “trastorno” o “disforia” de género, unos conceptos que chocan con las reivindicaciones actuales de libre autodeterminación de género.
Varios municipios japoneses ya reconocen las parejas de hecho
La ciudad de Iga (que ronda los 95.000 habitantes, en la prefactura de Mie) se convertía en diciembre de 2015 en el cuarto municipio japonés en abrir a las parejas del mismo sexo la posibilidad de unirse civilmente. Aunque en Japón, como decíamos, tampoco se ha aprobado todavía el matrimonio igualitario, varias ciudades han tomado la delantera, aprobando la inclusión de parejas del mismo sexo en los registros de parejas de hecho.
La primera administración japonesa que anunció la apertura de uniones civiles entre parejas de gais y lesbianas fue la de Shibuya (un distrito especial de Tokio). Por su parte, Setagaya (como Shibuya, otro de los 23 distritos que conforman la municipalidad metropolitana de Tokio) secundaba poco después la iniciativa y se convertía en el segundo territorio japonés en ponerla en marcha.
Asimismo, en la ciudad de Takarazuka, en la prefectura de Hyogo, se iniciaba el pasado mes de junio la expedición de certificados de asociación a las parejas homosexuales. A diferencia de lo que ocurre en Shibuya, los registros de parejas de hecho en Takarazuka y Setagaya no exigen a las empresas privadas que reconozcan a las parejas homosexuales.
Los resultados de una encuesta realizada en el país nipón a finales de 2015 constatan que un 51% de la ciudadanía sería partidaria de la aprobación del matrimonio igualitario. Una gran evolución, teniendo en cuenta que hasta épocas recientes la homosexualidad era un tema tabú en la sociedad japonesa. Otro importante reconocimiento llegaba en julio de 2016, cuando el Ministerio de Trabajo de Japón incluía la discriminación hacia empleados LGTB como una forma de acoso sexual.
Aunque ningún país asiático ha aprobado por el momento el matrimonio igualitario, la situación del colectivo es diametralmente opuesta en los distintos países del continente. Como viene recogiendo dosmanzanas, Japón y Taiwán están experimentando avances locales en el reconocimiento de las parejas del mismo sexo. Sin embargo, en algunos como Malasia, Brunéi o la India, entre otros, las personas LGTB son víctimas de la homofobia de estado y la intransigencia social. Por el contrario, además de Taiwán y Japón, otros países como Vietnam van posicionándose en líneas más aperturistas e igualitarias (si bien no al ritmo que cabría desear).