Washington D.C., la capital federal de Estados Unidos, aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo
El Consejo legislativo de Washington D.C., sede de la capital federal de Estados Unidos, acaba de aprobar la ley que hará posible el matrimonio entre personas del mismo sexo en ese territorio. La ley ha obtenido el respaldo de 11 de los 13 miembros del Consejo, tal y como ya sucediera hace dos semanas, cuando la ley fue votada por primera vez.
El alcalde, Adrian M. Fenty, ha anunciado su intención de firmarla. Si el Congreso de Estados Unidos no lo impide, las primeras bodas empezarían a celebrarse en la primavera de 2010. Washington D.C. se uniría así a los estados de Massachusetts, Connecticut, Vermont y Iowa, donde ya es posible contraer matrimonio, y New Hampshire, donde la ley ya ha sido aprobada y en breve entrará en vigor.
Solo Marion Barry (el que fuera polémico alcalde de la ciudad hace varios años) e Yvette Alexander han votado contra la medida, propuesta por David Catania, otro de los miembros del Consejo legislativo, abiertamente gay.
El Congreso de Estados Unidos podría anular la ley
No obstante, la ley todavía deberá pasar un filtro clave: el del propio Congreso de Estados Unidos. Esto es así porque Washington D.C. no forma parte de ninguno de los 50 estados y formalmente es el Congreso el encargado de su administración. Y aunque habitualmente las decisiones del Consejo legislativo de la ciudad no son objetadas, en esta ocasión podría suceder que los opuestos al matrimonio quisieran plantear la discusión al más alto nivel.
Algo que no hicieron el pasado verano, cuando Washington D.C. ya decidió reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados fuera de su territorio, pero que en esta ocasión parece más probable. La conservadora National Organization for Marriage ya ha anunciado que pedirá al Congreso que se pronuncie y que utilizará todos los recursos a su alcance para impedir que gays y lesbianas puedan alguna vez contraer matrimonio en Washington.
Bueno, antes de lanzar las campanas al vuelo, vamos a esperar a ver lo que ocurre en el Congreso.
Vivaaaaaa!! Sacad la pata de conejo (sintética ya vale) y frotadla suavemente -arriba y abajo- SÓLO 3 veces y con la mano izquierda, libera la mente de pensamientos fálicos y repite para tus adentros: «que a ninguna perra homófoba se le ocurra convocar un referéndum,
que a ninguna perrapodrida homófoba se le ocurra convocar un referéndum,
que a ninguna podridaperraasquerosa homófoba se le ocurra convocar un referéndum».
Luego quemad la pata en la chimenea o en el radiador y habréis convocado el hechizo.
Quizá con «malas artes» consigamos que esta ley nos dure un poco y hagamos avanzar nuestros derechos unos cuantos Km2 en el puzzle yonki, digo yanqui.
¡¡QUÉ DURE Y QUE AVANCE!!
Como síntoma ya es bueno. Buena señal, cuando menos.
Lo de Marion Barry es para mear y no echar gota. En fin, esperemos que les/nos salga bien.
Saludos
Mejor no aplaudir hasta que no acabe la función. Los fanáticos religiosos y los homófobos del matrimonio «tradicional» están por todas partes e intentarán fastidiar para seguir fomentando la discriminación.
Por cierto los de Nueva Jersey parece que con esto de la navidad se van a retrasar dando lugar a que entre el gobernador homófobo y sea imposible aprobar el matrimonio homosexual en este estado. Otro estado más para la vergüenza de Nueva Inglaterra.