El Senado de Haití aprueba la prohibición del matrimonio igualitario y de la “propaganda homosexual”
Haití inicia una preocupante deriva hacia la LGTBfobia de estado. El Senado de la república caribeña aprobó el martes pasado un proyecto de ley represivo que penalizará cualquier intento de celebrar un matrimonio entre personas del mismo sexo. Unas uniones que en cualquier caso carecerían de reconocimiento, ya que la legislación vigente no los contempla. Más grave aún, el texto convertirá en delictiva la difusión de información positiva sobre diversidad sexual, lo que puede convertirse en una mordaza para las asociaciones LGTB.
El Senado haitiano aprobó el martes pasado, por doce votos a favor, uno en contra y una abstención, un proyecto de ley que endurecerá las condiciones de vida de la ciudadanía LGTB y promoverá el estigma en su contra. La propuesta contempla penas de tres años de prisión y multa de 500.000 gourdes (más de 7.200 euros) a los “autores, coautores y cómplices” de la celebración o el intento de celebración de un matrimonio entre personas del mismo sexo, que en cualquier caso la legislación vigente no permite. También considerará como un “delito de ofensa a las buenas costumbres y al pudor público” las “manifestaciones públicas de apoyo a la homosexualidad y de proselitismo a favor de dichos actos”.
El presidente del Senado, Youri Latortue, justificó la medida como el cumplimiento de un compromiso electoral de los legisladores y se refirió a las convicciones religiosas de la sociedad haitiana, a pesar del carácter laico consagrado en la Constitución del país, rechazando de paso lo que considera injerencias extranjeras: “Hay que adherirse a los valores y a las tradiciones. En el extranjero, algunos lo ven de otra forma, pero en Haití es así como lo vemos”. Incidió, por tanto, en la idea de la homosexualidad como un “vicio occidental” ajeno a la sociedad haitiana, de manera similar a lo que defienden, por ejemplo, los líderes de algunos países africanos.
Las asociaciones LGTB han reaccionado con preocupación a la medida. El presidente de Kouraj la ha calificado de “atentado contra la comunidad LGTB en Haití” y prevé un incremento de los prejuicios y la violencia contra los miembros del colectivo. El proyecto debe ahora superar su trámite legislativo en la Cámara de Diputados, donde se espera también que sea aprobado por amplia mayoría.
La criminalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo, más allá de su mera prohibición, es una medida punitiva que han aprobado ya otros países como Nigeria, si bien en este caso ya existía una legislación previa de penalización de los actos homosexuales. Leyes represivas contra la libertad de expresión de la comunidad LGTB, bajo la fórmula de la “propaganda homosexual”, existen en numerosos países, entre ellos Rusia.
Las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo nunca han estado prohibidas en Haití, pero el país sufre desde hace unos años un recrudecimiento de la represión social y legal contra la población LGTB. Todo comenzó con una manifestación promovida por grupos religiosos contra el matrimonio entre personas del mismo sexo que tuvo lugar el 19 de julio de 2013 y que, según medios locales, concluyó con el asesinato de dos hombres identificados como homosexuales.
Unos meses después ocurrieron decenas de violentos ataques que se saldaron con numerosos heridos y en agosto se produjo el ataque a una ceremonia privada de compromiso entre un ciudadano británico y su novio haitiano por parte de una multitud de decenas de personas, armadas con piedras y cócteles molotov. En esta ocasión, las fuerzas del orden intervinieron a tiempo de impedir que alguno de los participantes en la ceremonia fuera asesinado a manos de la horda homófoba, aunque se produjeron graves daños materiales. En noviembre, la sede de la asociación Kouraj fue asaltada por individuos armados con machetes y pistolas. En definitiva, una situación social muy complicada para la población LGTB y a la que la nueva ley viene a añadir más gasolina.
Sintiéndolo mucho la próxima vez que sufran un huracán o similar con mi dinero que no cuenten. Si lo llego a saber no habría donado un duro por entonces
Y no es opresión del «hombre heterosexual BLANCO» sino negro.
La clase gobernante haitiana son unos hipotecas racistas . Les encanta culpar a otros de los problemas de su país , por eso no me sorprende noticias como esta, en mi país Rep. Dominicana donde los político son mierda no creo lleguen a tanto , pero en Haití dejan morir de hambre a su nación e impiden que el pueblo compré alimento de este lado de la frontera.¿ Que no será con las minorías sexuales?