Una camarera estadounidense encuentra una anotación LGTBfóbica en la cuenta por llevar un tatuaje con los colores del arcoíris
Una pareja se negó a dejar propina a la camarera que la había atendido, aun recibiendo un buen servicio, únicamente por llevar un tatuaje en el brazo con los colores del arcoíris (emblema internacional de la comunidad LGTB). Esto es lo que le ha ocurrido a Samantha Heaton, una empleada de uno de los restaurantes de la cadena Buffalo Wild Wings en Illinois. A diferencia de España, donde la propina es una cortesía voluntaria, en los Estados Unidos suele suponer un recargo de entre el 15 y el 20% del total de la cuenta y es una parte del sueldo de los camareros. Aunque durante el servicio la camarera no habló de temas sexuales ni religiosos, la pareja le negó la propina por “no amar a Jesús” y por su “mal tatuaje”. Una amiga de Heaton compartió la foto del tique junto al tatuaje en Facebook, alegando que “ser gay no significa que no creas en Dios o en Jesús. Y las personas que son ‘religiosas’ no deben faltar al respeto a otras personas ni actuar de esa manera”.
“No puedo dejar propina a quien no ama a Jesús” y “mal tatuaje” son los recados que una pareja le escribió en el recibo de la cuenta a Samantha Heaton, la que había sido su camarera y de la que habían recibido un buen servicio. Puesto que la trabajadora y los clientes no hablaron de ningún tema que pudiera dar razones para la controversia, estos únicamente le negaron la propina por llevar un tatuaje con los colores del arcoíris. Por cierto, como ha hecho notar la propia Heaton, la pareja escribió “tatoo” en lugar de “tattoo”, con una falta de ortografía en inglés.
Aunque la cadena Buffalo Wild Wings no ha realizado hasta el momento ningún comunicado público, el supervisor del restaurante de Illinois en el que trabaja Heaton sí se ha pronunciado: «¿cómo pueden decir eso con solo mirar un tatuaje?», se preguntaba retóricamente. Por su parte, la propia camarera ha dejado claro que su mayor preocupación es que dos niños menores de 10 años hayan visto a sus padres “mostrar un comportamiento contrario a todo lo que Cristo enseñó”. En este sentido, Heaton ha añadido que «los chavales van a tener la impresión de que va a estar bien discriminar”.
Samantha Heaton ha sido preguntada sobre si volvería a hacerse el tatuaje después de lo sucedido y su respuesta ha sido que ahora “me lo haría más grande”. Por su parte, Joelle Nicole Maish (la amiga que subió una foto del polémico recibo junto al tatuaje de Heaton en su cuenta de Facebook e hizo saltar la noticia a los medios) ha pedido respeto y ha remarcado que la religión y la orientación sexual no deben de darse por supuesto como incompatibles.
Heaton no tuvo oportunidad de hablar de nuevo con los LGTBfóbicos clientes porque se marcharon antes de que pudiera responder a su odiosa anotación. Si hubiera podido, ha explicado que habría hablado tan abiertamente de su vida espiritual como de su sexualidad.
«Yo creo en Jesús y en Dios. Yo mismo soy cristiana», confesaba. «Y como cristiana, no juzgarás. No importa el aspecto de los demás, debes amarlos por su corazón y por cómo te tratan, no por lo que está en el exterior”. Además, la camarera añadía que “¿qué pasa si un día sus hijos crecen y quieren estar con personas del mismo sexo, van a desautorizarlos? ¿Los echarán a la calle?”.
Como siempre, a Dios rogando y con el mazo dando. La caridad cristiana es tan real como santa claus
Ah, y por supuesto unos cobardes, no podían irse sin soltar su mierda homófoba pero tampoco iban a dejar que les pudiesen contestar. COBARDES!
No me sorprendería que ese tipo de gente se ponga a rezar a su dios para que envíe una plaga que acabe con todos nosotros cada vez que ve un arcoíris en el cielo