La justicia española reabre la investigación a la drag Sethlas por su actuación en los carnavales de Las Palmas
La drag Sethlas ha sido citada a declarar por un presunto delito de incitación al odio por su actuación en el pasado Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, un número con el que conquistó el primer premio de la gala Drag Queen y en el que aparecía disfrazada de Virgen María y de Jesucristo. Sorprende que la justicia española, tan pacata a la hora de considerar delitos de odio las agresiones a las personas LGTB, se empeñe en perseguir a Sethlas por unos hechos que en su momento ya examinó la Fiscalía sin apreciar delito.
Sethlas, cuyo nombre real es Borja Casillas, protagonizó durante el pasado carnaval de Las Palmas una espectacular actuación en la Gala Drag Queen, que de hecho le permitió alzarse con el primer premio. En su número, la drag aparecía disfrazada de Virgen María y de Jesucristo, algo que no gustó a los sectores más conservadores de la Iglesia católica. El obispo de Canarias, Francisco Cases, llegó a asegurar que el día de la actuación había sido el más triste de su estancia en las islas, por encima incluso del día del accidente aéreo de 2008, en el que murieron 154 personas (luego se disculpó por su “desafortunada”comparación) y la denominada Asociación de Abogados Cristianos, un grupo ultraconservador, presentó una denuncia ante la Fiscalía. Denuncia que la Fiscalía acabó por archivar al considerar que no hubo “voluntad de ofender”a una religión sino una “crítica ácida” realizada precisamente en un contexto de carnaval.
En su momento nos hicimos eco de lo sucedido al advertir del doble rasero de Televisión Española, que había transmitido en directo la gala por La 2. Los responsables de la televisión pública justificaron entonces que la actuación desapareciese de su web e incluso pidieron «disculpas» por su emisión. Una web que sigue manteniendo online (enlace) la misa en la que Juan Antonio Reig, obispo de Alcalá de Henares, descargó el Viernes Santo de 2012 su bien conocida homofobia…
Pues bien, varios meses después la justicia española ha reabierto el caso. Lo ha hecho al admitir sendas denuncias de un ciudadano de Sevilla y de la ya mencionada Asociación de Abogados Cristianos e investigar a Borja Casillas por un presunto delito de incitación al odio religioso. Su abogada, Isabel Saavedra, se ha mostrado sorprendida de que se hayan admitido a trámite, al considerar que ya en su momento la Fiscalía de Las Palmas archivó las diligencias abiertas por la actuación y que en todo caso deberían haber interpuesto una querella. Saavedra también considera que la nueva acusación por incitación al odio (artículo 510 del Código Penal) busca precisamente burlar la resolución de la Fiscalía, que investigó una posible ofensa a los sentimientos religiosos (y que no es otra cosa que el antiguo delito de blasfemia, que aunque con otro nombre continúa sorprendentemente vivo en el artículo 525 del Código Penal español).
Desde dosmanzanas transmitimos toda nuestra solidaridad a Borja Casillas, citado a declarar ayer miércoles ante el juzgado de instrucción número 8 de Las Palmas (aunque la declaración fue finalmente aplazada). Esperamos que este sinsentido acabe pronto para él. En cualquier caso, no deja de sorprendernos que en este caso Casillas resulte investigado por un presunto delito de odio cuando parece resultar tan complicado que la justicia española admita esta circunstancia cuando de verdaderas agresiones a personas LGTB se trata…
Yo todavía sigo esperando la causa judicial contra Reig Plá, que usó una Televisión Pública para ofender y agredir al colectivo LGTB, vejándolos, insultando a sus padres y mandándoles al infierno. Su destino espero que pronto sea la cárcel, por muchos años.
A veces pienso que la justicia en este país está enferma.
La justicia privilegia a la iglesia católica o a la monarquía impunemente y sín esconderse, mientras persigue la creación artística o el humor. Algo tiene que cambiar, esto está dejando de ser una democracia.
No soy jurista así que por la presente solicito la opinión & conocimientos de quién sí lo sea. Si ya han archivado la denuncia, ¿No se supone que no se puede volver a juzgar lo mismo? ¿O es que, al haber archivado la denuncia, no llegó a juicio?
Lo explican muy bien en el penúltimo párrafo de la noticia, Iesod. La Fiscalía archivó una denuncia por ofensa a los sentimientos religiosos (artículo 525 del Código Penal), y entonces han interpuesto otra por incitación al odio (artículo 510), que es otro delito distinto, a ver si cuela.
Simplemente han esperado a que saliera otro tema que desviara la atención para que pasara mas desapercibido. Voy a reenviar la noticia para hacerla viral porque no se si los medios generalistas se haran eco esta vez.
la libertad de expresión brilla por su ausencia cada vez más en España, con estas prohibiciones y protecciones selectivas que priorizan unos grupos y unas creencias por encima de otros. y cuando se entra en las prohibiciones de la expresión artística, ya es señal de una democracia enferma