El Gobierno francés anuncia que promoverá el año que viene la apertura de la reproducción asistida a las parejas de mujeres
Se reabre en Francia el debate sobre la reproducción asistida (PMA, en sus siglas francesas). Marlène Schiappa, secretaria de Estado de Igualdad, ha anunciado que el Gobierno del que forma parte propondrá el año que viene modificar la ley que impide a las parejas de mujeres o a las mujeres sin pareja acceder a la reproducción asistida. La frustración causada por la renuncia de los Gobiernos de François Hollande a terminar con esta discriminación, unida a la falta de concreción de la nueva propuesta, invitan por ahora a la prudencia.
En Francia, la reproducción asistida solo está permitida a parejas de distinto sexo, casadas o no, que además deben acreditar la esterilidad de al menos uno de sus miembros. Se trata de una prohibición total, que afecta tanto a clínicas públicas como privadas, y que obliga a cualquier mujer francesa sin pareja masculina que desee ser madre a acudir a centros de países vecinos, como Bélgica o España.
Esta situación podría cambiar durante el transcurso de la actual legislatura. La secretaria de Estado de Igualdad, Marlène Schiappa, anunció el pasado martes que “probablemente” propondrá el año que viene la modificación de la ley sobre bioética para abrir la PMA a todas las mujeres. La medida cuenta con el respaldo del Comité Consultivo Nacional de Ética, que se pronunció en junio a petición del Gobierno del primer ministro Édouard Philippe. Schiappa calificó la futura propuesta como una “cuestión de justicia social” para acabar con la discriminación de las mujeres que no pueden permitirse viajar al extranjero para someterse a un proceso de reproducción asistida.
La modificación de esta prohibición había sido durante años una de las banderas del Partido Socialista francés en materia de derechos LGTB, y de hecho la promesa formaba parte de su programa electoral para las elecciones de 2012. El propio expresidente François Hollande se posicionó, siendo aún candidato, a favor del cambio. Tras su elección, sin embargo, pasó a adoptar una posición ambigua, respondiendo cuando se le preguntaba una cosa u otra en función del auditorio que tuviera delante.
Pero no fue hasta 2014, tras la remodelación que convirtió a Manuel Valls en el nuevo primer ministro, cuando se anunció la renuncia a aprobar la modificación legal. Laurence Rossignol, que entró con Valls en el Gobierno francés como secretaria de Estado de Familia, recibió a los representantes de la Manif pour tous, el movimiento homófobo que lideró las protestas contra el matrimonio igualitario, ante los cuales adelantó la renuncia a modificar la reproducción asistida. Una posición que confirmó tras ser ascendida a ministra.
El actual presidente de Francia, Emmanuel Macron, es como Hollande partidario del matrimonio igualitario y de la adopción homoparental y defiende también que se permita el acceso a las parejas de mujeres y a las mujeres solteras a las técnicas de reproducción asistida. Eso sí, lo hace “a título personal” y desea que en todo caso se apruebe como una decisión técnica, no como fruto de “un combate identitario”. Teniendo en cuenta que, en cualquier caso, la modificación no se producirá de forma inmediata, estaremos pendientes para ver si el Gobierno actual aborda este asunto con más valentía que sus predecesores socialistas o cede también al chantaje de los homófobos.