El cineasta Julián Quintanilla reestrena en cines su multipremiado mediometraje «El mundo entero»
El mediometraje El mundo entero, escrito y dirigido por el cineasta pacense Julián Quintanilla y protagonizado por la actriz Loles León, sigue acaparando galardones. Ahora acaba de ser reestrenado en Madrid en los cines MK2-Palacio de Hielo, donde permanecerá en cartel todos los jueves del año. Cabe señalar que, además de los diferentes galardones recibidos hasta la fecha, la película ha sido nominada también para los Premios Iris y forma parte de la selecta lista de cintas cualificadas para los Óscar 2018. Dosmanzanas ha charlado con Quintanilla, artífice de la obra.
El mediometraje, de treinta minutos de duración y basado en las vivencias personales de su creador, narra la historia de Julián, que como cada año vuelve a Extremadura para visitar a su madre, la Chary, fallecida muy joven, en el cementerio viejo de Badajoz. En un momento dado, ella se le aparece y le hace un encargo muy especial que acabará sorprendiendo, y emocionando, al mundo entero.
La historia es un precioso homenaje a la madre de Julián, que murió víctima de un cáncer cuando él tenía 25 años. “Hice la película porque quería tenerla para siempre en la pantalla y enseñársela a mucha gente que no la conocía. Y retransmitir, de alguna manera, la forma de vivir diferente y cómo ella se expresaba en ciertas situaciones. Ese hecho de quererla revivir, si de pronto nos nominasen o diesen el Óscar, transformaría la peli en un concepto mucho más grande todavía. No es que hubiese logrado revivir a la Chary, es que la convertiría en inmortal”. La película se ha hecho ya con una veintena de premios internacionales, entre ellos el premio al mejor corto de acción real en el Cleveland International Film Festival, lo que la cualificó para los Óscar 2018. En noviembre, conoceremos los diez cortometrajes preseleccionados para los Óscar y luego las nominaciones finales. “Sería el primer Óscar a un cortometraje [español] de la historia«, apunta orgulloso el pacense. Ha siso también seleccionada para los Premios Iris, prestigioso galardón para cortos de temática LGTB.
“Yo le tenía una admiración como mujer a mi madre, separándole conscientemente como personaje del hecho de que fuera mi madre. Como siempre me he dedicado al teatro, a leer y a ese universo, muchísimas veces he tenido la suerte de poder distanciarme de que ese personaje era mi madre y siempre la he visto como un gran personaje de una grandísima novela del tipo de ‘Cien años de soledad’», explica Quintanilla. El director asegura que siempre ha tenido esa visión y que puede que ese hecho haga que la tenga «mucho más» idealizada, algo de lo que saca pecho orgulloso. «Me maravilla tenerla idealizada porque no me avergüenzo para nada de mi complejo de Edipo. Y eso me hace escribir luego cosas que me gustan, sobre todo a mí”, apostilla.
“Todo lo que ocurre dentro de la película, aunque está dramatizado para que la cinta y el guión funcionen, tenía que ser verdad. No me podía inventar nada, ni inventarme frases que mi madre no dijera”, dice Quintanilla, que alaba el trabajo realizado por la que ya podría considerarse como su musa, la actriz Loles León. Asegura que en todo momento ha contado con su colaboración y que le gustaría rodar muchas más películas a su lado. “Loles vio todas las fotos de los looks de mi madre y me decía ‘quiero salir igual que en esta foto’. Ella ha trabajado mucho para acercarse al personaje de la Chari de forma muy fidedigna. Cuando la peli se estrenó en Bajadoz, donde hay mucha gente que la conoció y que aún vive, se quedaron muy impactados con el trabajo de Loles cuando vieron la película”, cuenta.
La película se estrenó por todo lo alto hace un año, en el Cine Capitol de Madrid. Después, se proyectó cada sábado durante cuatro meses en el cine Artistic Metropol. El reestreno, celebrado la pasada semana, ha sido posible gracias al grupo francés MK2, que compró el cine Palacio de Hielo, y que también es dueño del cine Conquistadores de Badajoz, donde la película fue exhibida con gran éxito de taquilla y público. “Yo tenía muchas ganas de reponer la película en Madrid porque muchísima gente se quedó sin verla. Nos han programado un pase todos los jueves, con el mismo procedimiento, como mediometraje individual. Hasta que el cuerpo aguante [risas]”, comenta Quintanilla.