El primer ministro Turnbull prevé que el matrimonio igualitario sea realidad en Australia “antes de Navidad”
El contundente “sí” que han pronunciado los australianos en la consulta por correo postal sobre el matrimonio igualitario ha generado una cascada de reacciones. En el ámbito político, el liberal Dean Smith ya ha presentado un proyecto de ley en el Senado para que se materialice la decisión de la ciudadanía. Su compañero de filas, el primer ministro Malcolm Turnbull se ha felicitado por la victoria del “sí” y asegura que la apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo será una realidad antes de Navidad. Ahora, la comunidad LGTB estará muy pendiente del debate parlamentario para evitar que se cuelen enmiendas discriminatorias en nombre de la libertad de conciencia.
Tras la presentación de los resultados de la consulta por correo postal impuesta por el Gobierno australiano, comienzan los movimientos para trasladar el mandato a una votación parlamentaria, libre por fin de disciplinas de partido. Al poco de conocerse los datos (61,6 % de votos a favor, 38,4 % en contra con una participación del 79,5 % del censo), el primer ministro se felicitaba públicamente por un resultado “abrumador”. Superado el trámite que él mismo impuso para apaciguar a los sectores contrarios a la igualdad dentro de su partido, Turnbull daba vía libre para la discusión legislativa de la medida y se mostraba convencido de que el proceso culminará con una ley de matrimonio igualitario antes de Navidad.
En este sentido, y como ya había adelantado hace unos días, el senador Dean Smith ha presentado un proyecto para reformar la ley de matrimonio de 1961 sustituyendo las palabras “un hombre y una mujer” por “dos personas” donde sea necesario. Smith, que pertenece a la misma formación liberal-conservadora del primer ministro, ha introducido una cláusula para eximir a las organizaciones religiosas de la obligación de celebrar enlaces entre personas del mismo sexo. La disposición solo afectaría a los matrimonios religiosos y no a los civiles.
Por el contrario, su compañero de filas el fiscal general George Brandis pretende ampliar el concepto de “objeción de conciencia”. Ha anunciado que presentará dos enmiendas al proyecto de Smith: la primera permitiría a toda persona responsable de la celebración de matrimonios negarse a casar a parejas del mismo sexo por motivos de conciencia, también en el caso de enlaces civiles. Una restricción que podría causar muchas dificultades a las personas LGTB para ejercer sus derechos. La otra enmienda pretende blindar la libertad de expresión de las opiniones contrarias a la igualdad matrimonial, aunque no esté claro por qué sería necesario explicitar esta medida.
Habrá que estar muy pendientes, por tanto, a la tramitación legislativa. Pero hasta entonces, en las primeras horas tras la presentación de los resultados de la consulta, las celebraciones han llenado las calles de las principales ciudades australianas. Líderes políticos como la primera ministra británica Theresa May o su predecesor David Cameron también han saludado el triunfo del “sí”. Cameron ha recordado su apuesta personal por el matrimonio igualitario en contra de la opinión de gran parte de su propia formación conservadora: una situación que guarda un importante paralelismo con la de Turnbull.
Han sido lindas noticias todas las recibidas desde Australia en los últimos días. Me atrevería a decir incluso que han sido las más bonitas en todo este año inundado de homo y transfobia de principio a fin.
Quedan dos días para las elecciones presidenciales chilenas y el panorama es poco alentador: al parecer se viene un segundo gobierno de derecha (y quizá más conservador que el anterior). A pesar de que seguimos avanzando, también ha sido agotador tener que escuchar diariamente al candidato ultraderechista más pinochetista que recordemos desde el retorno a la democracia (aunque marque 5% en intención de voto). Espero que nos tengan una pequeña entradita con los resultados de las elecciones parlamentarias realizadas en conjunto, y que podrían definir de una vez por todas un escenario parlamentario propicio para la tan ansiada llegada de la igualdad plena. Un beso enorme desde Latinoamérica, guapos!!!