Dos ciudadanos rusos del mismo sexo consiguen que se legalice su matrimonio contraído en Dinamarca
Una pareja del mismo sexo rusa ha conseguido que el departamento de inmigración legalice su matrimonio, celebrado en Dinamarca, aplicando literalmente las leyes vigentes en Rusia sobre enlaces celebrados en otros países. Sin embargo, el conocido homófobo Vitaly Milonov ha declarado que la Duma (cámara baja del Parlamento) se reunirá de urgencia para reformar las leyes de registro civil y evitar que esto pueda suceder. Además, desde el registro civil de Moscú niegan la validez del matrimonio.
Eugene Wojciechowski y Pavel Stotsko, ambos ciudadanos rusos, contrajeron matrimonio el pasado 4 de enero en Copenhague. Posteriormente, regresaron a su país, y llevaron su certificado danés y las traducciones notariales pertinentes para que fuera legalizado en el departamento de inmigración de Moscú. Según han declarado, les llevó tan solo cinco minutos hacerlo, puesto que el funcionario que les atendió no hizo objeción alguna por ser una pareja del mismo sexo. Ambos consiguieron que, en sus pasaportes, en el apartado del estado civil, constase que habían registrado un matrimonio, como se observa en la siguiente fotografía:
En realidad, el funcionario del departamento de inmigración tan solo estaba aplicando literalmente la ley, puesto que el Código de Familia de la Federación Rusa establece lo siguiente en cuanto a los matrimonios celebrados en el extranjero:
Artículo 158. Reconocimiento de matrimonios celebrados fuera del territorio de la Federación Rusa.
- Los matrimonios entre ciudadanos de la Federación de Rusia, ciudadanos de estados extranjeros o apátridas celebrados fuera del territorio de la Federación Rusa, mientras se adecúen a la legislación del estado en cuyo territorio tuvieron lugar, se reconocerán como válidos en la Federación Rusa, siempre que no existan las circunstancias que impidan la celebración del matrimonio estipuladas por el artículo 14 del presente Código.
- Los matrimonios entre ciudadanos extranjeros, celebrados fuera del territorio de la Federación de Rusia, mientras se adecúen a la legislación de ese estado en cuyo territorio tuvieron lugar, se reconocerán como válidos en la Federación Rusa.
Por lo tanto, si atendemos a la literalidad del artículo 158, solo se exige que los matrimonios celebrados legalmente en el extrajeron se adecúen a lo dispuesto en el artículo 14 del Código de Familia, que dice lo siguiente:
Artículo 14. Circunstancias que impiden contraer matrimonio.
No se permitirá contraer matrimonio:
- A las parejas en las que al menos uno de los contrayentes mantenga otro matrimonio registrado;
- A quienes tengan parentesco cercano. Por línea directa ascendente y descendente: padres y madres con hijos, abuelos y abuelas con nietos. Tanto completo como no completo: hermanos y hermanas, aunque solo tengan un padre o una madre en común, adoptantes y adoptados;
- A aquellos a los que un tribunal reconozca que son legalmente incapaces debido a trastorno mental.
A pesar de que el Código de Familia en su articulado sí que establece que el matrimonio deber ser contraído por un hombre y una mujer, no lo hace en el artículo 14, que es el único al que se refiere el 158 referente a los enlaces contraídos en el extranjero, y esa fue la normativa aplicada por el funcionario. Sin embargo, el responsable del registro civil de Moscú ha declarado que el Código de Familia estipula que «se requiere el consentimiento mutuo voluntario del hombre y la mujer para celebrar el matrimonio», y no utiliza una fórmula neutra, por lo que un matrimonio entre personas del mismo sexo no puede ser legalizado. Es más, según informa la oficina de prensa del Ministerio del Interior ruso, Eugene y Pavel pueden ser sancionados por «deterioro voluntario de un documento público» con una multa de 100 a 200 rublos.
La noticia fue difundida por la prensa, y llegó al conocimiento de Vitaly Milonov, un político del partido del presidente Putin con una larga trayectoria de las más intolerante homofobia. Milonov es miembro del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma, y ha asegurado que se formará un comité de urgencia para reformar el Código de Familia en cuanto a los requisitos para reconocer los matrimonios celebrados en el extranjero. En su línea habitual, hizo una comparación entre el reconocimiento del enlace celebrado en Dinamarca con que «en Somalia se reconozcan los matrimonios con artidáctilos» (un orden de mamíferos ungulados al que pertenecen cerdos, camellos, hipopótamos o vacas).
Ignoramos qué sucederá con la situación de Eugene y Pavel, puesto que desde el mismo registro de Moscú se niega ahora la validez de su enlace, si bien la intención inicial de la pareja es la de utilizar todos los recursos legales posibles para ver reconocido su matrimonio.
Parece que han huido del país: http://www.queer.de/detail.php?article_id=30542