Las autoridades japonesas recuerdan a los establecimientos hoteleros la prohibición de discriminar a las parejas del mismo sexo
El ministerio de Sanidad de Japón emitió a finales de enero un decreto dirigido a los responsables de las empresas hoteleras, donde se especifica que denegarles la entrada a las parejas del mismo sexo constituye una discriminación prohibida por la ley. La medida es el resultado de las denuncias presentadas por dos parejas de hombres a las que impidieron la estancia en sendos love hotels (establecimientos de habitaciones por horas), y entrará en vigor en junio.
Los love hotels son un tipo de establecimiento hotelero popular en Japón pensado para encuentros sexuales, en el que se puede hacer uso de una habitación por un periodo de tiempo a partir de una hora. Las demandas presentadas por dos parejas de hombres, que fueron conminadas a abandonar las instalaciones de sendos love hotels en Tokio y Osaka, han sacado a la luz la discriminación a la que se enfrentan las personas LGTB en los establecimientos hoteleros en general. El Gobierno de Japón pretende poner fin a esta situación.
En octubre de 2016, un empleado de un love hotel de Osaka informó a hombre de 31 años y a su compañero, que pretendían hacer uso de sus instalaciones, de que el establecimiento no admitía a parejas gais. El afectado relató esa misma noche en su blog que tardó unas horas en ser consciente de la discriminación que había sufrido, y que se sentía “como si todo mi cuerpo estuviera pintado con tinta negra”.
Los comentarios que despertó su publicación lo animaron a denunciar el episodio ante las autoridades locales de Osaka, que llevaron a cabo una inspección del establecimiento. Los encargados sostuvieron que no habían prohibido el acceso a la pareja, sino que “simplemente” les habían pedido que utilizaran habitaciones separadas. Un caso similar ocurrió posteriormente en Tokio.
Expertos en la materia y responsables de cadenas hoteleras creen que las propias empresas que rechazan sistemáticamente a las parejas del mismo sexo no son conscientes de estar discriminando por orientación sexual, sino que se trata de un uso habitual con el que creen que se evitan problemas. La ley, sin embargo, ya es clara: solo se puede negar la entrada a personas con enfermedades infecciosas o que lleven a cabo actividades ilegales como apuestas de juego.
El asunto ha llegado al ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar, que emitió un decreto el pasado 31 de enero para clarificar la situación. Ningún establecimiento puede “rechazar a clientes a causa de su orientación sexual o identidad de género” y además deben darle un servicio adecuado. Por ejemplo, facilitándoles una habitación con una cama de matrimonio a dos personas del mismo sexo si así lo solicitan. Las nuevas directrices, que ya han sido transmitidas a las autoridades locales, entrarán en vigor el próximo 15 de junio.